21 Heshvan 5785
22nd Novembro 2024
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Shema Israel Communities, é uma rede de Comunidades (sinagogas) de convicção messiânica, estabelecida em vários estados dos EUA, e em algumas cidades de alguns países como EUA, México, Guatemala, Costa Rica, Colômbia, Brasil e Espanha , na cidade de Málaga; As Sinagogas Shema Israel são estabelecidas com a visão de abrigar os Bney Anussim e aqueles que se identificam com Israel e o povo judeu. Cada comunidade está profundamente identificada com o Messias Judeu Yeshua haMashiach e os Escritos Apostólicos; Uma rede de congregações que observam a Torá, as Festas do Eterno e, claro, o Shabath e o Kasherut.

2015
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Parashá 38 Kóraj

Números 16:1 – 18:32

Por Dr. K. Blad ©

Segunda edición 2013-14 (5774)

Prohibida toda reproducción lucrativa

Aliyás de la Torá:

  1. 16:1-13
  2. 16:14-19
  3. 16:20-43 (16:20 – 17:8 versión hebrea)
  4. 16:44-50 (17:9-15 heb.)
  5. 17:1-9 (17:16-24 heb.)
  6. 17:10 – 18:20 (17:25 – 18:20 heb.)
  7. 18:21-32
  8. Maftir: 18:30-32

Haftará: 1 Samuel 11:14 – 12:22

Kóraj

significa “depilado”

Primera aliyá, 16:1-13

16:1  “Y se rebeló Kóraj, hijo de Yitshar, hijo de Kehat, hijo de Leví, con Datán y Aviram, hijos de Eliav, y On, hijo de Pelet, hijos de Reuvén” (LBLA revisada) – Kóraj no había sido nombrado jefe de los Kehatitas, sino Elitsafán, un primo más joven, cf. el comentario sobre Números 3:30.

El abuelo de Kóraj (Coré) fue Kehat (Coat), cf. Éxodo 6:18-22. El padre de Kóraj fue Yitshar, hermano de Uziel. Uziel fue el padre de Eltsafán (o Elitsafán). El padre de Kóraj fue mayor que el padre de Elitsafán. Uziel fue el hermano menor. Su hijo fue elegido para ser el Nasí, jefe, del clan de Kehat.

¿Qué sienten los hermanos mayores, y los primos mayores cuando el más pequeño es nombrado para ser su jefe? ¿Será esta relación familiar la razón por la envidia que luego llegó a la actitud rebelde en Kóraj?

¿Qué pasó con Yishmael cuando Yitsjak, su hermanastro pequeño fue nombrado portador de las promesas? ¿Qué pasó con Esav cuando su hermano menor obtuvo la primogenitura y la bendición en lugar suyo? Tuvieron celo y amargura. Esos celos y esas envidias fueron trasmitidos a sus descendientes a lo largo de las generaciones, y esa es la causa de las actitudes adversas entre los árabes y los judíos, entre el Islam y el Judaísmo, y entre los romanos y los judíos, entre el Cristianismo y el Judaísmo.

Los descendientes de Yishmael adaptaron una religión que cultiva el odio contra el judío. Lo mismo había sucedido con el cristianismo, se formó una religión basada en no querer ser como los judíos. Los descendientes de Esav formaron el Imperio Romano, y el odio contra el judío se puede encontrar en todo el sistema romano. La raíz de este odio viene de una situación familiar tensa.

La cuna para la rebeldía de Kóraj fue su situación familiar, donde su primo menor fue elegido como jefe sobre él y donde él no fue nombrado a tener un puesto importante más allá del ministerio levítico normal. ¡Cuán importante es sacar la envidia de nuestro corazón!

Alguien pensará que HaShem debería haber dado a Kóraj un puesto importante para que no se enfadara y llegara a esta rebeldía. Pero así no opera el Eterno. El problema no es HaShem sino la envidia y la falta de humildad en el hombre carnal. La solución no es darle a un hombre ambicioso un puesto de responsabilidad, sino que se humille y aprenda a someterse a los líderes que HaShem ha puesto sobre él. Esa fue la medicina que HaShem estaba dando a Kóraj, pero él no la quiso tomar y tratar con el pecado en su alma, sino desarrolló su rebeldía hasta que llegó a estas alturas.

Tenemos ejemplos contrarios que muestran que no hubo envidia cuando el hermano menor fue nombrado a una posición superior; Moshé y Aharón, Efrayim y Menashé.

¡Qué grandeza había en Yosef, porque logró inculcar la Torá en sus dos hijos mayores para que no tuvieran la misma envidia y peleas que él mismo había experimentado con sus hermanos! Yosef pudo romper este hábito generacional y combatir y erradicar de su propia familia toda clase de envidia.

De la misma manera los descendientes de Kóraj lograron romper la maldición familiar y llegar a ser autores de varios Salmos en las Escrituras. Eran levitas, que tenían puestos importantes. El profeta Samuel fue descendiente de Kóraj, cf. 1 Crónicas 6:33-38. El que está contento y fiel en la posición y el llamado que el Eterno le ha dado, recibirá una gran recompensa. Si nos humillamos bajo la poderosa mano del Eterno, El nos exalta, en su debido tiempo, como está escrito en 1 Pedro 5:5-6:

“Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo” (LBLA)

Kóraj se reveló y perdió todo, fue tragado por la tierra junto con los que le habían seguido en su espíritu rebelde. Pero algunos pocos de sus descendientes lograron salvar sus vidas, mediante la teshuvá, el arrepentimiento.

En Números 26:8-9 está escrito:

“El hijo de Palú: Eliav. Y los hijos de Eliav: Nemuel, Datán y Aviram. Estos son el Datán y el Aviram convocadores de la asamblea, y que contendieron contra Moshé y contra Aharón con el grupo de Kóraj, cuando contendieron contra HaShem” (LBLA revisada)

El padre de Datán fue Eliav, hijo de Palú, de la tribu de Reuvén. Reuvén había sido desplazado como primogénito, en cuanto a la herencia de la primogenitura y la promesa mesiánica. Vemos el mismo patrón aquí como en el caso de Kóraj. ¿Será que Reuvén no había logrado combatir todo el sentimiento de envidia y de rencor por ser desplazado, y por eso pudo enraizarse en sus descendientes?

El espíritu rebelde contamina y los rebeldes se unen en su locura. Al comparar Números 2:10 con 3:29 vemos que los reuvenitas tenían su campamento al sur del Mishcán, tabernáculo, al igual que los hijos de Kehat. HaShem los puso juntos.

En lugar de combatir la envidia desarrollaron la rebeldía y se unieron los rebeldes para que al final se levantaran contra el que representaba a HaShem, Moshé, acusándole de haberse levantado a si mismo y a su hermano Aharón en posiciones de liderazgo sobre el pueblo por iniciativa propia.

16:2 “y se alzaron contra Moshé, junto con algunos de los hijos de Israel, doscientos cincuenta jefes de la congregación, convocados a la reunión, hombres de renombre.” (LBLA revisada) – Los que se rebelaron tenían posiciones altas en el pueblo.

16:3  “Y se juntaron contra Moshé y Aharón, y les dijeron: ¡Es demasiado para vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y HaShem está en medio de ellos. ¿Por qué, entonces, os levantáis por encima de la asamblea de HaShem?” (LBLA revisada) – Dijeron a Moshé y Aharón: “Es mucho para vosotros”. En hebreo – rav lajem. “Tenéis una posición demasiado alta.” “Os levantáis por encima de la asamblea.” “Vais en contra de las reglas democráticas.” Pensaban que Moshé estaba dando privilegios a sus familiares y allegados. Ellos dudaron del origen divino de lo que estaba haciendo Moshé.

En Mateo 24:45 está escrito:

“¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a quien su señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su tiempo?” (LBLA)

Este texto nos enseña que HaShem es el que pone líderes SOBRE otros. No es lo mismo levantarse a si mismo que ser levantado por HaShem. Moshé no había escogido la posición que tenía por encima del pueblo. El Eterno lo había puesto allí, al igual que Aharón. Así que, al criticar esas posiciones, no estaban criticando a los hombres, sino a HaShem que los había puesto allí.

16:4 “Cuando Moshé escuchó esto, cayó sobre su rostro” (LBLA revisada) – ¿Cuál fue la reacción de Moshé? Se postró ante HaShem, que le había puesto en esa posición, en lugar de defenderse ante las acusaciones del pueblo. El que se humilla será enaltecido. Moshé y Aharón se sometieron bajo la mano poderosa del Eterno, y así podían combatir la rebeldía, dejando todo en las manos del Eterno.

En 2 Timoteo 2:19 está escrito:

“No obstante, el sólido fundamento de Dios permanece firme, teniendo este sello: El Señor conoce a los que son suyos, y: Que se aparte de la iniquidad todo aquel que menciona el nombre del Señor.” (LBLA)

En los momentos críticos, cuando todo es llevado a un punto de enfrentamiento, hay algo que permanece y no tambalea, el fundamento de Dios. El sello de ese fundamento tiene dos mensajes:

HaShem conoce a los que son suyos.

Todo aquel que invoca el nombre de HaShem se aparta de la iniquidad.

16:5  “y habló a Kóraj y a todo su grupo, diciendo: Mañana temprano HaShem mostrará quién es de Él, y quién es santo, y lo acercará a sí; aquel a quien Él escoja, lo acercará a sí.” (LBLA revisada) – Este texto tiene que ver con el primer mensaje del sello del fundamento de Dios, “HaShem conoce a los que son suyos”. El segundo mensaje está en el versículo 21, ver comentario abajo.

16:7 “y poned fuego en ellos, y echad incienso sobre ellos mañana en la presencia de HaShem; y el hombre a quien HaShem escoja será el que es santo. ¡Es demasiado para vosotros, hijos de Leví!” (LBLA revisada) – Los levitas ya tenían una posición alta, pero estaban buscando una posición superior, sin entender quién es el que pone autoridades. Moshé dice que así no se hacen las cosas en el Reino. No se puede buscar una posición de autoridad sin humillarse ante el Eterno. Los puestos no son logrados mediante un afán humano y medios forzosos o influencias humanas. HaShem es el que pone líderes. Él es el quien levanta y eleva a las personas a las posiciones altas. ¡Ten mucho cuidado con la lucha de poder! Si no sabemos dónde está la fuente de autoridad, estamos perdidos.

Los rebeldes invocaron el poder del pueblo, para afirmar su posición de liderazgo, como diciendo: “Todo el pueblo es santo, tiene una posición alta delante del Eterno. Vosotros estáis tomando una posición demasiado alta, puesto que todos somos iguales. Nadie es mejor que otro. Así que nosotros también podemos opinar. Nosotros también podemos estar en una posición alta.”

Algunos comentaristas opinan que fueron los primogénitos de la tribu de Reuvén que se levantaron junto con Kóraj. Los primogénitos habían sido reemplazados por los levitas en su función de sacerdocio. Sin embargo no podían exigir una posición que HaShem les había quitado. No entendían la esencia de la autoridad. La autoridad no viene del pueblo, sino de Dios, el Juez Supremo, que es la Autoridad Máxima.

En 1 Timoteo 3:1-7 está escrito:

“Palabra fiel es ésta: Si alguno anhela el cargo de líder, buena obra desea hacer. Un líder debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar, no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso. Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad (pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la congregación de Dios?); no un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo. Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera, para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo.” (LBLA revisada)

No es malo desear un puesto de liderazgo, si uno tiene motivos puros. El llamado al liderazgo se manifiesta normalmente primero como un deseo. Lo que se requiere de un líder es que esté sujeto al Eterno, obedeciendo sus mandamientos teniendo un carácter aprobado.

16:9-10 “¿No os es suficiente que el Dios de Israel os haya separado del resto de la congregación de Israel, para acercaros a sí, a fin de cumplir el ministerio del tabernáculo de HaShem, y para estar ante la congregación para ministrarles, y que se te ha acercado a ti, Kóraj, y a todos tus hermanos, hijos de Leví, contigo? ¿Y pretendéis también el sacerdocio?” (LBLA revisada) – Moshé los está recordando su posición predilecta como levitas y jefes. No era suficiente para ellos servir a HaShem de esa manera. Pretendían algo superior, con malos deseos basados en la envidia y la rivalidad, como está escrito en Jacobo 3:14-16:

“Pero si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, no seáis arrogantes y así mintáis contra la verdad. Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica. Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.” (LBLA revisada)

16:11 “Por tanto, tú y toda tu compañía os habéis juntado contra HaShem; pues en cuanto a Aharón, ¿quién es él para que protestéis contra él?” (LBLA revisada) – El que se rebela contra las autoridades se está rebelando contra HaShem, que puso esas autoridades. No hay autoridad que no haya sido puesta por Él, según Romanos 13:1-6 donde está escrito:

“Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación. Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta, sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella, pues es para ti un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo. Por tanto, es necesario someterse, no sólo por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto también pagáis impuestos, porque son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto.” (LBLA)

16:13 “¿No es suficiente que nos hayas sacado de una tierra que mana leche y miel para que muramos en el desierto, sino que también te estás haciendo un príncipe sobre nosotros?” – Aquí vemos que hay rebeldía abierta contra la autoridad delegada. Moshé tenía el derecho de gobernar sobre ellos no por su propia voluntad, sino para cumplir un llamado del Eterno.

Segunda aliyá, 16:14-19

16:15 “Moshé se enojó mucho y dijo a HaShem: ¡No aceptes su ofrenda! No he tomado de ellos ni un solo asno, ni le he hecho daño a ninguno de ellos.” (LBLA revisada) – Posiblemente Moshé se enojó mucho porque estaban dudando se sus motivos como líder. Ellos pensaban que Moshé estaba dirigido por sus deseos carnales cuando estaba tomando la posición de líder en el pueblo, porque ellos mismos eran así. Ellos deseaban señorear, y no podían entender los motivos puros de un hombre de Dios. Pensaban que él gobernaba con los mismos motivos que ellos tenían para querer gobernar. Se equivocaron grandemente. Uno que tiene esta actitud nunca puede calificar para un puesto de liderazgo dentro del Reino.

Cuando Moshé fue enviado de la casa de su suegro para ir a sacar a los hijos de Israel de Egipto, tenía el derecho de recibir un subsidio de transporte. Los hijos de Israel deberían haber pagado el asno con el cual él viajaba, cf. Éxodo 4:20. Pero como Moshé era un buen líder no exigió esto del pueblo, aunque tenía todo el derecho para ello, sino sacrificó de sus propios bienes para servir al pueblo, como está escrito en 1 Corintios 9:11-12:

“Si en vosotros sembramos lo espiritual, ¿será demasiado que de vosotros cosechemos lo material? Si otros tienen este derecho sobre vosotros, ¿no lo tenemos aún más nosotros? Sin embargo, no hemos usado este derecho, sino que sufrimos todo para no causar estorbo a la buena nueva del Mesías.” (LBLA revisada)

“ni le he hecho daño a ninguno de ellos” – Estas son palabras de un verdadero líder. Un líder que no saca provecho personal ni hace daño a su pueblo es un líder perfecto. Moshé dice primero que no ha tomado provecho económico de su pueblo, y luego dice que no les ha hecho ningún daño. En cada momento supo qué hacer proféticamente para no hacer daño a ninguno de su pueblo. ¡Qué ejemplo de líder!

A un líder le toca estar en situaciones límite en muchas ocasiones. En esos momentos es muy común que tiene que elegir entre dos o varias opciones negativas. Si elige una de ellas pierde por un lado, y si elige la otra, pierde por el otro lado. La manera cómo actúa en esa situación muestra si es un buen líder o no. Si toma una decisión que causa pérdida para él y beneficio para el pueblo, es un buen líder. Si toma una decisión que causa pérdida para el pueblo y beneficio para sí mismo es un desastre de líder. Moshé no se aprovechó de su posición de líder, y no hizo daño a nadie. ¡Que el Eterno nos dé gracia para ser como él!

En Juan 10:11b está escrito:

“el buen pastor su vida da por las ovejas”

En 2 Corintios 7:2 está escrito:

“Aceptadnos; a nadie hemos ofendido, a nadie hemos corrompido, de nadie hemos tomado ventaja.” (LBLA revisada)

Este es el testimonio de un buen líder.

Tercera aliyá, 16:20-43 (16:20 – 17:8 versión hebrea)

16:21, 26 “Apartaos de entre esta congregación, para que yo la destruya en un instante… y habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos malvados, y no toquéis nada que les pertenezca, no sea que perezcáis con todo su pecado.” (LBLA) – Aquí encontramos el segundo mensaje del sello que está en el fundamento de Dios: “Apartaos de entre esta congregación… Apartaos ahora de las tiendas de estos malvados, y no toquéis nada que les pertenezca…”

El que invoca el Nombre de HaShem tiene que apartarse de la maldad. Sin santidad nadie verá al Eterno, cf. Hebreos 12:14. Estas dos cosas son fundamentales:

HaShem conoce a los que son suyos – una relación personal con HaShem y con su Hijo Yeshúa HaMashíaj, cf. Juan 17:3.

Todo aquel que invoca el nombre de HaShem se aparta de la iniquidad – una vida en santidad en obediencia a los mandamientos de la Torá.

El que no edifica sobre este fundamento caerá en las crisis profundas de la vida.

16:30 “Pero si HaShem hace algo enteramente nuevo y la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y descienden vivos al Sheol, entonces sabréis que estos hombres han menospreciado a HaShem.” (LBLA revisada) – Las palabras hebreas que han sido traducidas como “hace algo enteramente nuevo” son briá[1] y bará[2] que significan “creación” y “crear”. La palabra bará es la misma que aparece en Génesis 1 donde habla de la creación del mundo. Esto nos enseña que aquí se trata de algo totalmente nuevo desde la creación del mundo. Este fenómeno no se había dado en ninguna otra ocasión anterior. Así se mostraron varias cosas:

  1. Moshé no había hablado y actuado por sí mismo.
  2. La rebeldía contra un líder manifiesta el menosprecio contra HaShem.
  3. Las consecuencias de la rebeldía son desastrosas.

16:32 “y la tierra abrió su boca y se los tragó, a ellos y a sus casas y a todos los hombres de Kóraj con todos sus bienes.” (LBLA revisada) – Los hijos de Kóraj no fueron tragados por la tierra, cf. Números 26:11. Al ver las consecuencias del pecado de su padre se arrepintieron y fueron salvos. Once Salmos fueron escritos por los hijos de Kóraj, cf. Salmo 42:1; 44:1; 45:1; 46:1; 47:1; 48:1; 49:1; 84:1; 85:1; 87:1; 88:1.

16:41 (17:6 en heb.) “Pero al día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moshé y Aharón, diciendo: Vosotros sois los que habéis sido la causa de la muerte del pueblo de HaShem.” (LBLA revisada) – Toda la congregación murmuró y así fue desatado el ángel de la muerte, como está escrito en 1 Corintios 10:10:

“Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor.” (LBLA revisada)

Esto nos enseña que la lashón hará, la mala lengua, desata poderes dañinos. Un ángel destructor tiene el derecho legal para obrar donde hay murmuración. ¡Aprendamos a no murmurar para que no nos dañe el ángel destructor!

La rebeldía pasó a toda la congregación. No tenían temor de revelarse aunque habían visto los resultados de la rebeldía de Kóraj, cuando la tierra abrió su boca, porque tenían ya en su interior una sentencia de muerte. Ya se sentían perdidos. HaShem los había dicho que iban a morir en el desierto, y por eso no tenían nada que perder.

Una persona que no se siente perdida teme perder su vida, pero una persona que ya se siente marcada como rechazada y perdida no le importa usar medios y métodos auto destructibles. El que tiene un complejo de rechazo o se siente perdido, en el sentido de haber perdido el valor como persona, es peligroso para los demás. No le importa dañar a los demás. Para él da lo mismo. La mejor manera de sanar una persona criminal, es devolverle el valor como ser humano, para que se sienta valioso.

Hay dos clases de rebeldía:

Rebeldía oculta

Rebeldía abierta

En Mateo 21:28-31a está escrito:

“Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, le dijo: “Hijo, ve, trabaja hoy en la viña.” Y respondiendo él, dijo: “No quiero;” pero después, arrepentido, fue. Y llegándose al otro, le dijo lo mismo; pero él respondió y dijo: “Yo iré, señor”; y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Ellos dicen: El primero.” (LBLA revisada)

En esta parábola de nuestro Rebe Yeshúa tenemos un ejemplo de los dos tipos de rebeldía. El que dice y no hace es rebelde, está manifestando una rebeldía oculta, y no hace la voluntad del Padre. El que tiene rebeldía abierta la manifiesta con palabras y hechos. Pero en este caso vemos como hubo arrepentimiento en el hijo que tenía rebeldía abierta. En el otro no.

La pereza es una forma engañosa de rebeldía oculta.

La rebeldía abierta que había en el pueblo desató una plaga tan fuerte que la intercesión de Moshé no podía detenerla como las otras veces. Lo único que podía detener la plaga en el pueblo fue que el hombre que representaba al pueblo estuviera dispuesto a morir en lugar del pueblo.

Cuarta aliyá, 16:44-50 (17:9-15 heb.)

16:46 (17:11) “Y Moshé le dijo a Aharón: Toma tu incensario y pon en él fuego del altar, y echa incienso en él; tráelo entonces pronto a la congregación y haz expiación por ellos, porque la ira ha salido de parte de HaShem. ¡La plaga ha comenzado!” (LBLA revisada) – Esto nos enseña que la única manera de parar la plaga fue que el máximo representante del pueblo estuviera dispuesto a dar su vida en lugar del pueblo. El Sumo Sacerdote Aharón, figura de Yeshúa HaMashíaj, tomó fuego del altar, símbolo de la entrega total, e incienso, símbolo de intercesión, y corrió al pueblo donde estaba la plaga, arriesgando así su vida. Parece que la plaga empezó en los bordes del campamento, entre los que estaban más lejos del Eterno. Y cuando Aharón se enfrenta con la muerte, cesa la plaga.

16:48 (17:13) “Y se colocó entre los muertos y los vivos, y la plaga se detuvo.” (LBLA revisada) – Si no se hubiera detenido la plaga, Aharón hubiera muerto. Esto nos enseña que él estaba dispuesto a dar su vida para salvar al pueblo. El ángel destructor no pudo seguir matando porque Aharón estaba allí, impidiéndoselo. De una manera similar Yeshúa HaMashíaj dio su vida como un sacrificio en el altar y como un incienso para que la plaga sobre Israel y las naciones se detuviera. Por medio de su sacrificio estamos vivos todos aquí hoy.

16:49 (17:14) “Y los que murieron a causa de la plaga fueron catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por causa de Kóraj.” (LBLA revisada) – 14,700 personas fueron matadas por un solo ángel en un instante. De esto aprendemos cuánto poder tiene un solo ángel. Al hacer un cálculo aproximado llegamos a la conclusión de que el ángel podía haber matado entre 25-40 personas por segundo. ¡Qué poderosos son los ángeles!

Quinta aliyá, 17:1-9 (17:16-24 heb.)

17:2 (17:17 heb.) “Habla a los hijos de Israel y toma de ellos una vara por cada una de las casas paternas: doce varas de todos los jefes conforme a sus casas paternas. Y escribirás el nombre de cada uno en su vara” (LBLA) – HaShem tomó la decisión de mostrar, mediante una obra sobrenatural, quién fue escogido para estar delante de Su presencia, para así disminuir las quejas de los hijos de Israel contra el liderazgo. Con esta obra HaShem manifestó que Aharón no había sido instalado en el puesto de Sumo Sacerdote por Moshé, sino por Su mandato. Un palo muerto, usado como vara, recibió nueva vida para mostrar la autoridad del liderazgo. Lo que verdaderamente manifiesta si un líder espiritual ha sido puesto y es respaldado por HaShem, es si el poder de la resurrección opera mediante su ministerio. De la misma manera la resurrección es la evidencia de que Yeshúa HaMashíaj ha sido puesto por el Eterno como el Sumo Sacerdote celestial y Juez sobre vivos y muertos, como está escrito en Hechos 2:36:

“Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Yeshúa a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Mesías.” (LBLA revisada)

En Hechos 17:31 está escrito:

“porque Él ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres al resucitarle de entre los muertos.” (LBLA)

Cuando esta resurrección haya sido manifestada a todo el pueblo de Israel, cesarán las quejas contra Yeshúa.

Sexta aliyá, 17:10 – 18:20 (17:25 – 18:20 heb.)

18:1  “Entonces HaShem dijo a Aharón: Tú y tus hijos, y tu casa paterna contigo, llevaréis la culpa en relación con el santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis la culpa en relación con vuestro sacerdocio.” (LBLA revisada) – En el capítulo 18 el sacerdocio es reafirmado como una respuesta al temor del pueblo cuando dijo “todos moriremos al acercarnos al santuario”, cf. 17:12-13. Sólo los sacerdotes y los levitas podrán ejercer el ministerio en el santuario. El pueblo podía entrar en el atrio, pero no acercarse al altar ni entrar en el lugar santo. Los sacerdotes tienen que llevar la culpa de los pecados de los hijos de Israel, en cuanto al Santuario. El sacerdocio es responsable del pueblo, tanto par enseñar para que el pueblo no peque, como para expiar cuando el pueblo peque. Según Rashí, se está refiriendo a la responsabilidad que cae sobre los sacerdotes de advertir cualquier lego que pudiera llegar a tocar los objetos sagrados.

18:12 “Todo lo mejor del aceite nuevo y todo lo mejor del mosto y del cereal, las primicias que presenten a HaShem, te las daré a ti.” (LBLA revisada) – Todo lo mejor es entregado al Sacerdote, como representante del Eterno. Para dar ofrendas hay que dar de lo mejor. Una ofrenda agradable tiene que costar. La palabra hebrea que ha sido traducida como “primicias” es reshit. Es la misma palabra que aparece en Génesis 1:1 como la primera palabra de la Torá. El Mesías es el Reshit,[3] las primicias de toda creación, cf. Juan 1:1-3; 1 Juan 1:1; Colosenses 1:15-16; Revelación 3:14.

18:13 “Los primeros frutos maduros de todo lo que hay en su tierra, que traigan a HaShem, serán tuyos. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comer de ello.” (LBLA revisada) – La palabra hebrea que ha sido traducida como “primeros frutos” es bikurim.

En 1 Corintios 15:20 está escrito:

“Mas ahora el Mesías ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron.” (LBLA revisada)

Aquí se habla de la resurrección de Yeshúa como “primicias”, aludiendo al bikurim de los productos de la tierra de Israel. Esto nos enseña que por medio de la resurrección, Yeshúa se entregó como una ofrenda al Padre y a los hombres.

18:14 “Toda cosa dedicada en Israel, será tuya.” (LBLA) – En el Talmud[4] se mencionan 24 donaciones que los israelitas separan para los sacerdotes, diez de ellas son comidas por los sacerdotes en el atrio del templo, cuatro son comidas en toda la ciudad de Yerushalayim y diez son comidas en cualquier ciudad de la Tierra de Israel.

Sacrificios consumidos en el área del templo:

Partes de un animal terrestre sacrificado por el pecado.

Partes de un ave sacrificada por el pecado.

La ofrenda por la culpa.

La ofrenda por la culpa pendiente.

Partes de los sacrificios de paz de la asamblea en Shavuot, cf. Levítico 23:19.

El remanente del log de aceite usado para purificar a un leproso, cf. Levítico 14:10ss.

Los dos panes ofrendados en Shavuot, cf. Levítico 23:17.

El pan de la proposición, cf. Éxodo 25:30; Levítico 24:5-9.

El remanente de las ofrendas de harina.

El remanente de la ofrenda del omer, cf. Levítico 23:10.

Sacrificios consumidos en la ciudad de Yerushalayim:

El resto del animal primogénito macho doméstico casher que fue sacrificado sobre el altar.

Las primeras frutas (bikurim).

Partes de la ofrenda de acción de gracias y el carnero del nazareo, cf. Levítico 7:11-14; Números 6:19.

Las pieles de los sacrificios, cf. Levítico 7:8.

Sacrificios consumidos en cualquier ciudad en Erets Israel:

La porción separada de la cosecha (terumá).

El diezmo del levita (entregado al sacerdote del diezmo que ha recibido).

La torta separada de la masa (jalá).

La primera lana del esquileo.

El hombreo, quijadas y estómago de todo animal que es faenado (aunque no es un sacrificio).

El dinero para la redención de un hijo primogénito (pidyón habén), cf. Números 18:15-16.

La redención por el primogénito de un burro, cf. Éxodo 13:13.

Un campo consagrado que no ha sido redimido dentro de su tiempo asignado, cf. Levítico 27:16-21.

Un campo dedicado como jerem, propiedad de los sacerdotes, cf. Números 18:14.

Propiedad robada de un converso y regresada por el ladrón después de que el converso hubo fallecido no dejando herederos, cf. Números 5:7-8.

18:15-16 “Todo lo que abre la matriz de toda carne, ya sea hombre o animal, que presenten a HaShem, será tuyo; sin embargo, el primogénito de hombre ciertamente redimirás, y el primogénito de animales impuros redimirás. En cuanto a su redención, de un mes los redimirás, según tu valuación, por cinco siclos en plata, según el siclo del santuario que es de veinte geras.” (LBLA revisada) – El primogénito de los hombres tiene que ser redimido con dinero, a partir de los 30 días de edad. En Lucas 2:22 está escrito que los padres de Yeshúa cumplieron este mandamiento, a partir de los 40 días de la edad del niño.

18:19 “Todas las porciones separadas (terumá) de las cosas consagradas, que los hijos de Israel ofrezcan a HaShem, las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción perpetua; es un pacto permanente de sal delante de HaShem para ti y para tu descendencia contigo.” (LBLA revisada) – La sal nunca pierde su fuerza, por eso es usada como señal de pacto.

En Mateo 5:13 está escrito:

“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.” (LBLA)

La sal no puede perder su fuerza pero puede ser mezclada con arena y así pierde su fuerza. La arena simboliza los conceptos humanos. La sal representa la paz perpetua, según Marcos 9:50, donde está escrito:

“La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y estad en paz los unos con los otros.” (LBLA revisada)

Séptima aliyá,  18:21-32

18:21 “Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión.” (LBLA revisada) – El diezmo, en hebreo maaser, es la parte de los productos agrícolas de la tierra de Israel que hay que separar una vez al año y entregar a sus respectivos destinatarios. Hay tres tipos de diezmo: el primer diezmo, en hebreo maaser rishón, el segundo diezmo, maaser shení, y el diezmo del pobre, maaser aní.

En primer lugar se separa la terumá, “la porción separada” que se entrega directamente al sacerdote. La cantidad oscila entre 1.7 – 2.5 % (1/60 – 1/40) del producto.

En segundo lugar se separa el maaser rishón, que es el 10 % de lo que queda del producto, y se entrega al levita. El levita, a su vez, separa el diezmo de lo que recibe, que se llama terumat maaser, y lo entrega al sacerdote, cf. Números 18:26.

En tercer lugar, se separa el maaser shení, que es el 10 % de lo que queda del producto, y lo lleva a Yerushalayim para ser comido allí. Esto se hace el primero, segundo, cuarto y quinto años del ciclo agrícola de siete años, cf. Deuteronomio 14:22-26. En el tercero y sexto años, en lugar del maaser shení se separa el maaser aní, el cual es entregado a los pobres, Deuteronomio 14:28-29. En el séptimo año no se separan los diezmos de la agricultura.[5]

Los obreros que obtenían sus ganancias en trabajos que no tenían que ver con la agricultura, por ejemplo pescadores y mercaderes, diezmaban también en el séptimo año.

En Mateo 23:23 está escrito:

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la torá: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas.” (LBLA revisada)

En este caso el Mesías secundó la halajá de los fariseos que dice que hay que diezmar también de las hortalizas y las verduras, no solamente de los siete frutos de la tierra mencionados en la Torá, cf. Deuteronomio 8:8.

El diezmo fue constituido por Dios como un principio para el hombre desde la creación al igual que el Shabat. Adam tenía que labrar todos los árboles del huerto, pero no podía comer de todos ellos. El árbol de la ciencia del bien y del mal tenía que ser trabajado pero no comido. El principio del diezmo es trabajar cierto tiempo sin poder aprovecharse de ello. El que trabaja 40 horas a la semana, está trabajando 4 horas para su diezmo sin poder “comer” de esas horas. Con otras palabras, el diezmo corresponde al trabajo de 4 horas. El obrero no podrá sacar beneficio propio de él. El mismo principio fue establecido en el huerto del Edén. Adam tenía que trabajar el árbol de la ciencia cierto tiempo sin sacar beneficio personal de él. De los otros árboles podía sacar beneficio de su trabajo. Pero aunque el principio del diezmo fue establecido desde la creación no es un mandamiento obligatorio para los hijos de Noaj sino un medio para reconocer la soberanía del Creador en la vida económica y los beneficios de dar el diezmo lo constituye en prácticamente obligatorio para los justos de las naciones.

En las Escrituras, el número 10 representa la totalidad. Por esta razón, el que da el diezmo está reconociendo que no es dueño de sus bienes, sino sólo un administrador de los bienes del Eterno. El que no da el diezmo no reconoce al Dueño del Universo en su economía personal. De la misma manera sucede con el shabat. El que no se acuerda del shabat, dado desde la creación, no reconoce al Creador sobre su tiempo. El diezmo es un shabat en la economía. El principio del diezmo no depende del servicio en el templo. El primer hombre, Adam, dio el diezmo, ¡hasta el día en que comió de él! El que come del diezmo está cometiendo el mismo error que Adam cuando comió del árbol prohibido. Avraham dio el diezmo a Malki Tsedek que, según la tradición, fue su profesor de Torá. Yaakov dio el diezmo cuando volvió de Padán Aram. Esto nos enseña que el factor templo no es decisivo para dar el diezmo o no, solamente dónde se debe entregar el diezmo.

Los levitas tienen la obligación de enseñar Torá al pueblo. Si una persona ocupa el lugar de maestro de Torá, en cierto sentido está haciendo el trabajo de un levita, y merece una recompensa económica por su labor, como está escrito en 1 Timoteo 5:17-18:

“Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza. Porque la Escritura dice: NO PONDRÁS BOZAL AL BUEY CUANDO TRILLA, y: El obrero es digno de su salario.” (LBLA)

En Mateo 10:10b está escrito:

“el obrero es digno de su sostén.” (LBLA)

En 2 Corintios 11:8 está escrito:

“A otras congregaciones despojé, tomando salario de ellas  para serviros a vosotros” (LBLA revisada)

Yeshúa HaMashíaj recibe el diezmo como Sumo Sacerdote según el orden de Malki Tsedek, como está escrito en Hebreos 7:8:

“Aquí, ciertamente hombres mortales reciben el diezmo, pero allí, los recibe uno de quien se da testimonio de que vive.” (LBLA)

De esa manera queda establecido que, a partir la resurrección de Yeshúa, el diezmo puede ser entregado a los obreros que están sirviendo a tiempo completo en el ministerio de Malki-Tsedek.

En 1 Corintios 9:1-14 está escrito:

“¿No soy libre? ¿No soy emisario? ¿No he visto a Yeshúa nuestro Señor? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros no soy emisario, por lo menos para vosotros sí lo soy; pues vosotros sois el sello de mi ministerio en el Señor. Mi defensa contra los que me examinan es ésta: ¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber? ¿Acaso no tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como los demás emisarios y los hermanos del Señor y Cefas? ¿O acaso sólo Bernabé y yo no tenemos el derecho a no trabajar? ¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no bebe de la leche del rebaño? ¿Acaso digo esto según el juicio humano? ¿No dice también la Torá esto mismo? Pues en la Torá de Moshé está escrito: NO PONDRÁS BOZAL AL BUEY CUANDO TRILLA. ¿Acaso le preocupan a Dios los bueyes? ¿O lo dice especialmente por nosotros? Sí, se escribió por nosotros, porque el que ara debe arar con esperanza, y el que trilla debe trillar con la esperanza de recibir de la cosecha. Si en vosotros sembramos lo espiritual, ¿será demasiado que de vosotros cosechemos lo material? Si otros tienen este derecho sobre vosotros, ¿no lo tenemos aún más nosotros? Sin embargo, no hemos usado este derecho, sino que sufrimos todo para no causar estorbo a las buenas nuevas del Mesías. ¿No sabéis que los que desempeñan los servicios sagrados comen la comida del templo, y los que regularmente sirven al altar, del altar reciben su parte? Así también ordenó el Señor que los que proclaman las buenas nuevas, vivan de las buenas nuevas.” (LBLA revisada)

De la misma manera como los que servían en el templo comían de los diezmos, las ofrendas y los sacrificios, los que están sirviendo con la predicación y la enseñanza a tiempo completo en la congregación del Mesías, tienen el derecho de vivir de los diezmos y de las ofrendas. Esto es lo justo. Sin embargo, si desean, podrán negarse ese derecho, como fue el caso de los emisarios Shaúl y Bernabé.

En Gálatas 6:6 está escrito:

“Y al que se le enseña la palabra, que comparta toda cosa buena con el que le enseña.” (LBLA)

En Filipenses 4:17 está escrito:

“No es que busque la dádiva en sí, sino que busco fruto que aumente en vuestra cuenta.” (LBLA)

El rabí Shaúl estaba más interesado en el beneficio de la dádiva en los dadores que en la misma dadiva. Él se alegraba muchísimo por el dinero que le habían dado, porque sabía que al cumplir ellos con esta mitsvá, iban a ser grandemente bendecidos, como está escrito en el versículo 19:

“Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en el Mesías Yeshúa.” (LBLA revisada)

Un líder tiene que estar más interesado en el beneficio del pueblo que en el suyo propio.

En Números 18:21, 24 está escrito:

“Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión… Porque el diezmo de los hijos de Israel, el cual ofrecen como ofrenda a HaShem, yo lo he dado a los levitas por heredad; por tanto, he dicho en cuanto a ellos: “Entre los hijos de Israel no tendrán heredad.” (LBLA revisada)”

El diezmo es dado al Eterno, y luego Él se lo da a los levitas. Así que, ninguno puede decir que está dando el diezmo a los hombres, aunque en lo práctico son los hombres los que reciben el diezmo, cf. Hebreos 7:5. El diezmo es dado a cambio del ministerio levítico. Parte de ese ministerio es la enseñanza de la Torá, como está escrito en Deuteronomio 17:9-11:

“y vendrás al sacerdote levita o al juez que oficie en aquellos días, e inquirirás de ellos, y ellos te declararán el fallo del caso. Y harás conforme a los términos de la sentencia que te declaren desde aquel lugar que HaShem escoja; y cuidarás de observar todo lo que ellos te enseñen. Según los términos de la ley que ellos te enseñen, y según la sentencia que te declaren, así harás; no te apartarás a la derecha ni a la izquierda de la palabra que ellos te declaren.” (LBLA revisada)

En Deuteronomio 33:8-10 está escrito:

“Y de Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón santo, a quien pusiste a prueba en Masá, con quien luchaste en las aguas de Merivá; el que dijo de su padre y de su madre: “No los conozco”; y no reconoció a sus hermanos, ni consideró a sus propios hijos, porque obedecieron tu palabra, y guardaron tu pacto. Ellos enseñarán tus ordenanzas a Yaakov y tu Torá a Israel. Pondrán incienso delante de ti, y ofrendas de ascensión perfectos sobre tu altar.” (LBLA revisada)

En Malaquías 2:4-7 está escrito:

“Entonces sabréis que os he enviado este mandamiento para que mi pacto siga con Leví–dice HaShem de los ejércitos. Mi pacto con él era de vida y paz, las cuales le di para que me reverenciara; y él me reverenció, y estaba lleno de temor ante mi nombre. La verdadera Torá estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad. Pues los labios del sacerdote deben guardar la sabiduría, y los hombres deben buscar la Torá de su boca, porque él es el mensajero de HaShem de los ejércitos.” (LBLA revisada)

Como parte del ministerio sacerdotal y levítico consiste en enseñar la Torá es justo dar el diezmo a las instituciones donde se enseña la Torá para que sea entregado a los maestros de las Escrituras.

18:29 “De todos los dones que recibís presentaréis toda porción separada (terumá) a HaShem, de lo mejor de ellas, la parte consagrada de ellas.” (LBLA revisada) – Según Rashí, esto significa que el levita tiene que dar primero una porción separada al sacerdote de lo que ha recibido del pueblo, en hebreo terumá guedolá, que corresponde más o menos a una cincuentava parte del total. Luego entrega el diezmo al sacerdote, la terumat maaser.

En Proverbios 3:9-10 está escrito:

“Honra a HaShem con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.” (LBLA revisada)

El que da el diezmo está honrando al Eterno. El que no da el diezmo lo ignora y lo deshonra.

En Malaquías 3:8-12 está escrito:

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: “¿En qué te hemos robado?” En los diezmos y en las ofrendas. Con maldición estáis malditos, porque vosotros, la nación entera, me estáis robando. Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto –dice HaShem de los ejércitos– si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde. Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril –dice HaShem de los ejércitos. Y todas las naciones os llamarán dichosos, porque seréis una tierra de delicias –dice HaShem de los ejércitos.” (LBLA revisada)

HaShem bendice grandemente al que da el diezmo. El cielo estará siempre abierto sobre la economía del que diezma. Así la siembra de sus ofrendas, que son dadas además del diezmo, puede dar mucho fruto. El diezmo no es lo mismo que las ofrendas. El que diezma mantiene el cielo abierto. El que ofrenda después de haber dado el diezmo segará gran bendición, si siembra en buena tierra.

En esta parashá están los mandamientos número 388 – 396 de los 613:

Precepto de custodiar la Tienda de la Cita, Números 18:4.

Prohibición para los sacerdotes de desempeñar el cargo de los levitas y para los levitas de desempeñar el cargo de los sacerdotes, Números 18:3.

Prohibición para alguien que no es cohén de entrar en el Santuario, Números 18:4.

Prohibición de descuidar el cargo del Santuario y del Altar, Números 18:5.

Precepto de redimir el primogénito de un ser humano, Números 18:15.

Prohibición de redimir el primogénito de un animal doméstico puro, Números 18:15.

Precepto del servicio de los levitas en el Santuario, Números 18:23.

Precepto de dar el diezmo a los levitas, Números 18:24.

Precepto para los levitas de dar el diezmo del diezmo recibido, Números 18:26.

[1]       Strong H1278 berîy’âh, ber-ee-aw’, Feminine from H1254; a creation, that is, a novelty: – new thing.

[2]       Strong H1254 bârâ’, baw-raw’, A primitive root; (absolutely) to create; (qualified) to cut down (a wood), selectfeed (as formative processes): – choose, create (creator), cut down, dispatch, do, make (fat).

[3]       Strong H7225 rê’shîyth, ray-sheeth’, From the same as H7218; the first, in place, time, order or rank (specifically a firstfruit): – beginning, chief (-est), first (-fruits, part, time), principal thing.

[4]       Julín 133b.

[5]       La Torá con Rashí Bamidbar/Números. Edición Bilingüe, Editorial Jerusalem, Ejercito Nacional 700, México, D.F. 11560, Tel (52) 55-5203-0909, e-mail jerusalemmex@netservice.com.mx Página 252, nota 227.

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