Shema Israel Communities, is a network of Communities (synagogues) of messianic conviction, established in several in some States of the USA, and in some cities of some countries such as USA, Mexico, Guatemala, Costa Rica, Colombia , Brazil, and in Spain, in the city of Malaga; The Shema Israel Synagogues are established with a vision to house the Bney Anusim and those who identify with Israel and the Jewish People. Each community is deeply identified with the Jewish Messiah Yeshua haMashiach and the Apostolic Writings; A network of congregations observing the Torah, the Feasts of the Eternal and of course the Shabath and the Kasherut.
ParashĂĄ 44 Devarim
Deuteronomio 1:1 â 3:22
Por Dr. K. Blad Š
Segunda edicion 2013-14 (5774
Prohibida toda reproduccion lucrativaÂ
AliyĂĄs de la TorĂĄ:
1:1-11
1:12-21
1:22-38
1:39 â 2:1
2:2-2:30
2:31 â 3:14
3:15-22
Maftir: 3:20-22
HaftarĂĄ:Â IsaĂas 1:1-27
Devarim
Significa âpalabrasâ o âcosasâ.[1]Â
Comentarios
 Primera aliyå, 1:1-11
Este es el quinto libro que escribiĂł MoshĂŠ, como estĂĄ escrito en Deuteronomio 31:24:
âY sucediĂł que cuando MoshĂŠ terminĂł de escribir las palabras de esta TorĂĄ en un rollo, hasta su conclusiĂłn…â (LBLA revisada)
Devarim es una reafirmaciĂłn de aquella TorĂĄ que ya fue dada desde el monte SinĂĄi y en las llanuras de Moav. Se diferencia de los otros cuatro libros de la TorĂĄ de manera que no recopila las palabras dictadas por el Eterno directamente, sino las palabras transmitidas a travĂŠs del mayor de los profetas en su clase, MoshĂŠ rabenu. Por lo tanto, este libro constituye una repeticiĂłn y explicaciĂłn, por medio del profeta, de la TorĂĄ que ya fue dictada y entregada una vez por todas desde el cielo. Por eso el libro empieza: âEstas son las palabras que MoshĂŠ hablĂł a todo IsraelâŚâ Esto no significa que no sean palabras del Eterno, sino que en vez de dictar las palabras directamente, ahora son filtradas y transmitidas por el instrumento humano que ha llegado al mayor nivel de profecĂa que existe. Son palabras del Eterno por medio de MoshĂŠ, como estĂĄ escrito en 1:3: âMoshĂŠ hablĂł a los hijos de Israel conforme a todo lo que HaShem les habĂa ordenado.â (LBLA revisada) Sin embargo, como no son palabras dictadas directamente por HaShem, la base para las palabras del quinto libro de MoshĂŠ ya estĂĄ establecida en los cuatro primeros libros. Recordemos que el fundamento de una casa es el que sostiene toda la casa. De la misma manera los cuatro primeros libros de la TorĂĄ fueron dictados letra por letra al profeta MoshĂŠ y escritos con exactitud para asĂ ser es el fundamento para el quinto libro de MoshĂŠ. Estos cinco libros, llamados la TorĂĄ de MoshĂŠ, son, a su vez, el fundamento para el resto de las Escrituras. Los libros profĂŠticos que luego fueron aĂąadidos, empezando con el libro de YehoshĂşa (JosuĂŠ) no cambian nada del fundamento, ni aĂąaden al fundamento, como estĂĄ escrito en Deuteronomio 4:2:
âNo aĂąadirĂŠis nada a la palabra que yo os mando, ni quitarĂŠis nada de ella, para que guardĂŠis los mandamientos de HaShem vuestro Dios que yo os mando.â (LBLA revisada)
En Deuteronomio 12:32 estĂĄ escrito:
âCuidarĂĄs de hacer todo lo que te mando; nada le aĂąadirĂĄs ni le quitarĂĄs.â (LBLA revisada)
Los libros de los Profetas anteriores (JosuĂŠ â 2 Reyes) y los Profetas posteriores (IsaĂas â MalaquĂas), los Escritos anteriores (Salmos â 2 CrĂłnicas) y los Escritos MesiĂĄnicos (Mateo â RevelaciĂłn), no pueden aĂąadir nada a las palabras de la TorĂĄ que HaShem dio a MoshĂŠ rabenu, ni quitar de ellas. El fundamento de la revelaciĂłn Escrita ha sido puesto una vez por todas y los demĂĄs libros no pueden formar parte del fundamento ni quitar del fundamento. Los demĂĄs libros inspirados divinamente van explicando y dando mĂĄs luz sobre lo que ya estĂĄ escrito en el fundamento, cf. Efesios 3:5. Aunque ellos tambiĂŠn son libros inspirados por el EspĂritu de HaShem, no tienen el mismo nivel de autoridad que la TorĂĄ de MoshĂŠ. Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con nuevos conceptos que son deducidos de alguna de las otras Escrituras que no se encuentran en la TorĂĄ de MoshĂŠ, puesto que toda revelaciĂłn que viene despuĂŠs de MoshĂŠ tiene que estar fundada en sus Escritos, como estĂĄ escrito en Juan 5:46:
âPorque si creyerais a MoshĂŠ, me creerĂais a mĂ, porque de mĂ escribiĂł ĂŠl.â (LBLA revisada)
En Romanos 3:21 estĂĄ escrito:
âPero ahora, aparte de la TorĂĄÂ (escrita), la justicia de Dios ha sido manifestada (en la TorĂĄ viviente), atestiguada por la TorĂĄ y los Profetasâ (LBLA revisada)
En Hechos 26:22 estĂĄ escrito:
âAsĂ que habiendo recibido ayuda de Dios, continĂşo hasta este dĂa testificando tanto a pequeĂąos como a grandes, no declarando mĂĄs que lo que los profetas y MoshĂŠ dijeron que sucederĂaâ (LBLA revisada)
El libro de Devarim se divide en tres partes, que corresponden a los tres libros Ăxodo, LevĂtico y NĂşmeros, y es por eso que tambiĂŠn es llamado MishnĂŠÂ TorĂĄ, ârepeticiĂłn de la TorĂĄâ, sacado de Deuteronomio 17:18. El nombre Deuteronomio viene de âDeuteronomiumâ, que es la forma latina de âDeuteronomionâ, que aparece en la Septuaginta, y significa âla segunda leyâ
Las tres partes son las siguientes:
  1:1 â 5:5        Moral y amonestaciĂłn
  5:6 â 27:8      Leyes diversas
27:9 â 34:12Â Â Â Â BendiciĂłn y maldiciĂłn
Al comparar el libro de Devarim con los antiguos documentos de pacto, que han sido encontrados por los arqueĂłlogos, de los heteos y otros pueblos orientales del periodo 1500 â 1300 a.E.C., que, entre otras cosas, regulaban la relaciĂłn entre los reyes y sus sĂşbditos, se ve una estructura muy similar, con introducciĂłn, recuento histĂłrico, condiciones del pacto, el propio documento del pacto, bendiciones, maldiciones, conclusiĂłn y duraciĂłn del documento.
SegĂşn la tradiciĂłn, el capĂtulo 34, que habla de la muerte de MoshĂŠ, fue escrito por YehoshĂşa (JosuĂŠ).
1:1    âEstas son las palabras que MoshĂŠ hablĂł a todo Israel al otro lado del YardĂŠn, en el desierto, en el ArabĂĄ, frente a Suf, entre ParĂĄn, Tofel, LavĂĄn, Jatserot y Di-Zahav.â (LBLA revisada) â SegĂşn RashĂ, al usar la palabra devarim, se trata de amonestaciones, porque es una manera mĂĄs severa de expresarse comparado con la manera como estĂĄ escrito el resto de la TorĂĄ. En los libros de JeremĂas y EclesiastĂŠs, que tambiĂŠn son libros de amonestaciĂłn, se encuera la misma palabra en la introducciĂłn: divrei, âpalabras de…â
Los lugares que son mencionados aquĂ son lugares donde los hijos de Israel riĂąeron con el Eterno durante su viaje. RashĂ dice: âPuesto que se trata de palabras de amonestaciĂłn y que enumeran todos los lugares donde habĂan provocado la ira del Omnipresente, se han disimulado los hechos recordĂĄndolos en tĂŠrminos generales por consideraciĂłn a Israelâ.
El TargĂşm de OnkelĂłs tradujo este versĂculo de esta manera: âMoshĂŠ os ha amonestado por haber pecado en el desierto y por haber atraĂdo la ira divina en el valle de Moav y (desde entonces) frente al Mar de CaĂąas (Suf); por haber murmurado contra Dios en ParĂĄn y por haber hablado en tĂŠrminos desaprobatorios (TĂłfel) sobre el manĂĄ (LavĂĄn); por haber pronunciado en Jatserot crĂticas sobre el alimento y haber erigido antes el âbecerro de oroâ (Di-Zahav).â
Los hijos de Israel habĂan pecado âen el desiertoâ, segĂşn Ăxodo 16:3; âen el ArabĂĄâ, segĂşn NĂşmeros 25:1-3; âfrente a Sufâ, segĂşn Ăxodo 14:11 y Salmo 106:7; âen ParĂĄnâ, segĂşn NĂşmeros 12:6 y capĂtulo 13; denigraron lo blanco en Ăxodo 31:16; se rebelaron en Jatserot, segĂşn NĂşmeros 11:35; y levantaron el becerro de oro, segĂşn Ăxodo 32, cf. Oseas 2:8. La palabra âDi-Zahavâ se entiende como âbastante oroâ.
1:2Â Â Â Â âHay once dĂas desde Jorev, por el camino del monte de Seir, hasta Kadesh-Barnea.â (LBLA revisada) â RashĂ muestra las evidencias de que los hijos de Israel hicieron ese viaje en tres dĂas. AsĂ se ve que HaShem tenĂa mucho interĂŠs en introducirles en la Tierra. Normalmente tardaban once dĂas entre Jorev y Kadesh. Sin embargo, este dato contrasta con el siguiente versĂculo que habla de 40 aĂąos que los hijos de Israel habĂan estado dando vueltas por el desierto. Jorev es donde la TorĂĄ fue entregada y Kadesh-Barnea estĂĄ cerca de la frontera sur de la tierra prometida. Si los hijos de Israel hubieran creĂdo en el Eterno hubieran entrado en la tierra mucho antes.
1:3Â Â Â Â âY sucediĂł que en el aĂąo cuarenta, el mes undĂŠcimo, el primer dĂa del mes, MoshĂŠ hablĂł a los hijos de Israel conforme a todo lo que HaShem les habĂa ordenadoâ (LBLA revisada) â MoshĂŠ hablĂł sus tres discursos, que constituyen todo este libro, durante 36 dĂas para luego morir y ser sepultado el dĂa sĂŠptimo del duodĂŠcimo mes, llamado Adar. Este texto nos enseĂąa que MoshĂŠ no hablĂł estas palabras sacĂĄndolas de su propia mente, sino todo lo que dice estĂĄ bien fundamentado en la revelaciĂłn que el Eterno ya habĂa dicho a los hijos de Israel. MoshĂŠ es un buen ejemplo a seguir para todos los que exponen la enseĂąanza de la TorĂĄ, como estĂĄ escrito en 1 Pedro 4:11a:
âEl que habla, que hable conforme a las palabras de Dios.â (LBLA)
1:4Â Â Â Â âdespuĂŠs de haber derrotado a SijĂłn, rey de los amorreos, que habitaba en JeshbĂłn, y a Og, rey de BashĂĄn, que habitaba en Ashtarot y en Edreiâ (LBLA revisada) â SegĂşn RashĂ, Ashtarot era la ciudad y Edrei el reino.
1:5    âAl otro lado del YardĂŠn, en la tierra de Moav, MoshĂŠ comenzĂł a explicar esta ley, diciendoâ (LBLA revisada) â La palabra hebrea que ha sido traducida como âdeclararâ (RV60), âproclamarâ (RV95), âexplicarâ (LBLA) es baar[2] que significa: âexplicarâ, âaclararâ, âesclarecerâ; âcomentarâ, âexponerâ; âinculcarâ; âinscribirâ, âgrabarâ. Esto nos enseĂąa que la TorĂĄ ya habĂa sido dada y que lo que ahora viene es una explicaciĂłn de ella. Por lo tanto, de manera estricta podemos decir que la TorĂĄ son los cuatro primeros libros de MoshĂŠ y lo que viene despuĂŠs son explicaciones, aplicaciones y comentarios de lo que ya fue dado del cielo. Como hemos dicho antes, la base de toda revelaciĂłn divina escrita estĂĄ en los primeros cuatro libros de MoshĂŠ, que son el fundamento, junto con el toque final del fundamento, que es el libro de Devarim, que contiene 200 de los 613 mandamientos.
ÂżEntonces quĂŠ quiere decir YeshĂşa cuando habla de un mandamiento nuevo, en Juan 13:34 donde estĂĄ escrito: âUn mandamiento nuevo os doy: que os amĂŠis los unos a los otros; que como yo os he amado, asĂ tambiĂŠn os amĂŠis los unos a los otros.â? (LBLA)
El no aĂąade un nuevo mandamiento para que sean 614, porque ya fue dicho: âamarĂĄs a tu prĂłjimo como a ti mismoâ, sino habla de un mandamiento renovado. Uno de los mandamientos es renovado para que sea como nuevo. Lo nuevo que es introducido por el MesĂas es la aplicaciĂłn del mandamiento: âcomo yo os he amadoâ. Ăl estĂĄ dando nueva vida a un mandamiento antiguo, y estĂĄ dando la aplicaciĂłn perfecta a ese mandamiento de una nueva manera. El mismo principio se encuentra en 1 Juan 2:7-8 donde estĂĄ escrito:
âHermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habĂŠis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra (TorĂĄ) que habĂŠis tenido desde el principio. Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en ĂŠl y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.â (LBLA)
No se trata de una nueva TorĂĄ o un nuevo mandamiento, sino el que los hijos de Israel han tenido desde SinĂĄi y que han oĂdo desde el principio, desde Bereshit, GĂŠnesis.
Cuando el shalĂaj ShaĂşl habla de una revelaciĂłn que no habĂa sido dada en tiempos pasados, no significa que esa verdad no se pueda encontrar en la TorĂĄ, sino que otros no lo habĂan visto con claridad. Esta verdad eterna se encuentra en la TorĂĄ de MoshĂŠ, pero no habĂa sido revelada antes a los profetas con la misma claridad como ahora, como estĂĄ escrito en Efesios 3:4-6:
âEn vista de lo cual, leyendo, podrĂŠis comprender mi discernimiento del proyecto secreto del MesĂas, que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, en la misma medida que ahora ha sido revelado a sus santos emisarios y profetas por el EspĂritu; a saber, que los gentiles (convertidos por medio del MesĂas) son coherederos (con los judĂos) y miembros del mismo cuerpo (del Israel celestial), participando igualmente de la promesa (porque ahora se encuentran) en el MesĂas YeshĂşa mediante (la recepciĂłn de) las buenas nuevas.â (LBLA revisada)
En Colosenses 1:26-27 estĂĄ escrito:
âel misterio que ha estado oculto desde los siglos y generaciones pasadas, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer cuĂĄles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles (convertidos por medio del MesĂas), que es el MesĂas en vosotros, la esperanza de la gloria.â (LBLA revisada)
La base de estos dos textos se puede encontrar, entre otros lugares, en GĂŠnesis 12:2-3 donde estĂĄ escrito:
âHarĂŠ de ti una naciĂłn grande, y te bendecirĂŠ, y engrandecerĂŠ tu nombre, y serĂĄs bendiciĂłn. BendecirĂŠ a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldecirĂŠ. Y en ti serĂĄn benditas todas las familias de la tierra.â (LBLA revisada)
Como hemos dicho antes, la palabra âbenditasâ, tambiĂŠn puede significar âinjertadasâ.
La TorĂĄ se puede comparar a una habitaciĂłn oscura que contiene varios muebles. No es posible ver lo que hay en esa habitaciĂłn hasta que alguien encienda una luz. Y cuanta mĂĄs luz haya, mĂĄs detalles se verĂĄn en la habitaciĂłn. La revelaciĂłn se asemeja a la luz. Las cosas estaban allĂ todo el tiempo pero no se vieron sin que hubiera una revelaciĂłn. Lo mismo sucede con una pelĂcula de cĂĄmara antĂgua. Antes de ser revelada, no se ven las fotos que estaban allĂ todo el tiempo desde que fueron tomadas. De la misma manera es con todo el consejo del Eterno, estĂĄ escondido en la TorĂĄ de MoshĂŠ, y las revelaciones posteriores sĂłlo han sacado a la luz lo que ya fue depositado allĂ. Estas revelaciones sĂłlo pueden ser dadas por el EspĂritu del Eterno.
AsĂ que la TorĂĄ de MoshĂŠ tiene el nivel de mayor autoridad de las Escrituras inspiradas. Ni siquiera el mismo MesĂas YeshĂşa vino a cambiar o aĂąadir algo de lo que MoshĂŠ escribiĂł. Sus palabras no cambiaron nada de lo que fue dado por el Eterno mediante MoshĂŠ. YeshĂşa no vino para abrogar, sino dar el verdadero significado y la explicaciĂłn final a lo que su Padre celestial tenĂa en Su corazĂłn al entregarnos los mandamientos mediante MoshĂŠ, como estĂĄ escrito en Mateo 5:17-19:
âNo pensĂŠis que he venido para abolir la TorĂĄÂ (de MoshĂŠ)Â o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderĂĄ ni la letra mĂĄs pequeĂąa ni una tilde de la TorĂĄ hasta que toda se cumpla. Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los mĂĄs pequeĂąos, y asĂ lo enseĂąe a otros, serĂĄ llamado muy pequeĂąo en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseĂąe, ĂŠste serĂĄ llamado grande en el reino de los cielos.â (LBLA revisada)
Cuando YeshĂşa fue confrontado por hasatĂĄn en persona, no le contestĂł con palabras propias, sino con las palabras de la TorĂĄ, y especĂficamente de Devarim, (ver Mateo 4:1-11). Si YeshĂşa, como MashĂaj, tenĂa mĂĄs autoridad que las palabras transmitidas por MoshĂŠ Âżpor quĂŠ no le dijo a satĂĄn: âVete satanĂĄs porquĂŠ YO te lo digoâ? ÂżPor quĂŠ nuestro AdĂłn, que es mayor que MoshĂŠ, no usĂł sus propias palabras, sino las de MoshĂŠ al enfrentarse con el adversario? Esto nos enseĂąa que la TorĂĄ en ningĂşn momento fue desacreditada, descalificada o puesta en un nivel de autoridad inferior a la revelaciĂłn posterior de las Escrituras por nuestro SeĂąor y Salvador YeshĂşa. Si el mismo YeshĂşa HaMashĂaj contestĂł a satĂĄn con Deuteronomio y venciĂł sobre ĂŠl, ÂĄtĂş tambiĂŠn puedes hacer lo mismo!
AsĂ que, el que pone lo que se llama âel Nuevo Testamentoâ como superior a las palabras de la TorĂĄ dadas por MoshĂŠ o considera que tiene mayor autoridad que el Pentateuco, estĂĄ dando vuelta al edificio poniendo el techo como fundamento, creando asĂ un desorden mental y una confusiĂłn teolĂłgica.
1:6    âHaShem nuestro Dios nos hablĂł en Jorev, diciendo: Bastante habĂŠis permanecido en este monte.â (LBLA revisada) â Lo primero que MoshĂŠ menciona, al tener la oportunidad para hablar profĂŠticamente a todo el pueblo antes de su muerte, es el Nombre Sagrado. MoshĂŠ estaba enamorado de HaShem y es lo primero que sale de su boca en este momento tan crucial en la historia de Israel. La Ăşltima palabra del libro de Devarim es la palabra âIsraelâ. Esto nos enseĂąa que todo empieza con HaShem y termina con Israel. Si has empezado tu vida espiritual con el Eterno, nunca va a llegar a su perfecciĂłn si no te unes con Israel. Israel es el gran final de todo el consejo de HaShem. El que no sale de Babilonia y de Roma para ir a Yerushalayim nunca llegarĂĄ a la perfecciĂłn de su fe. Querido cristiano, si has nacido de nuevo del EspĂritu del MesĂas, no perteneces al Cristianismo, sino al Israel celestial. ÂĄSal de Babilonia que se encuentra en Roma y vuelve a casa! Por aquellas raĂces pagans que hay en el Cristianismo allĂ no hay futuro. ÂĄEscĂĄpate cuanto antes para que no seas partĂcipe de sus plagas!
En este texto encontramos cuatro pilares fundamentales:
HaShem.
El pueblo de Israel, expresado en las palabras: ânuestro Diosâ.
La TorĂĄ, expresado en las palabras: ânos hablĂłâ.
La Tierra prometida, expresado en las palabras: âBastante habĂŠis permanecido en este monte… Volveos; partid e id…Â he puesto la tierra delante de vosotrosâ, versĂculos 6-8.
Si se elimina alguno de estos cuatro pilares, se cae todo el plan del Eterno.
HaShem no puede cumplir sus planes sin el pueblo de Israel, sin establecer la TorĂĄ para el mundo y sin entregar la Tierra de KenĂĄan a Israel.
El pueblo de Israel no puede existir sin HaShem, sin la TorĂĄ y sin la Tierra prometida.
La TorĂĄ no puede existir sin HaShem, sin Israel y sin la Tierra.
La Tierra de Israel no puede florecer sin HaShem, sin el pueblo escogido y sin la TorĂĄ.
Sobre estos cuatro pilares se fundamenta todo el consejo del Eterno para toda la historia. El Todopoderoso tiene su plan y lo cumplirĂĄ, como estĂĄ escrito en IsaĂas 14:24:
âHa jurado HaShem de los ejĂŠrcitos, diciendo: Ciertamente, tal como lo habĂa pensado, asĂ ha sucedido; tal como lo habĂa planeado, asĂ se cumplirĂĄâ
En IsaĂas 46:11b estĂĄ escrito:
âEn verdad he hablado, ciertamente harĂŠ que suceda; lo he planeado, asĂ lo harĂŠ.â (LBLA)
MashĂaj YeshĂşa es la expresiĂłn de estos cuatro pilares. Ăl es la manifestaciĂłn plena que HaShem puede dar de sĂ mismo a travĂŠs de un hombre en el mundo creado, como estĂĄ escrito en Colosenses 1:15a, 19:
âĂl es la imagen del Dios invisible… Porque agradĂł al Padre que en ĂŠl habitara toda la plenitudâ (LBLA)
En Hebreos 1:3a estĂĄ escrito:
âĂl es el resplandor de su gloria y la expresiĂłn exacta de su naturalezaâ (LBLA)
YeshĂşa el MesĂas es tambiĂŠn la encarnaciĂłn del pueblo de Israel, como estĂĄ escrito en Ăxodo 4:22:
âEntonces dirĂĄs a FaraĂłn: “AsĂ dice HaShem: ‘Israel es mi hijo, mi primogĂŠnito.â (LBLA revisada)
Y en Oseas 11:1 estĂĄ escrito:
âCuando Israel era niĂąo, yo lo amĂŠ, y de Egipto llamĂŠ a mi hijo.â (LBLA)
En Mateo 2:14-15 estĂĄ escrito:
âY ĂŠl, levantĂĄndose, tomĂł de noche al NiĂąo y a su madre, y se trasladĂł a Egipto; y estuvo allĂĄ hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el SeĂąor hablĂł por medio del profeta, diciendo: DE EGIPTO LLAMĂ A MI HIJO.â (LBLA)
YeshĂşa es tambiĂŠn la TorĂĄ viviente, como estĂĄ escrito en Juan 1:1, 14:
âEn el principio existĂa la palabra, y la palabra estaba con Dios, y la palabra era Dios… Y la palabra se hizo carne, y habitĂł entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigĂŠnito del Padre, lleno de gracia y de verdad.â (LBLA revisada)
En 1 Juan 1:1-2 estĂĄ escrito:
âLo que existĂa desde el principio, lo que hemos oĂdo, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca de la palabra de vida, pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba en el Padre y se nos manifestĂł.â (LBLA)
YeshĂşa estĂĄ unido con la tierra de Israel de varias maneras. El hombre fue formado del polvo de la tierra de Israel. Por lo tanto todos los descendientes de Adam y JavĂĄ estĂĄn sacados fĂsicamente de esa tierra. De ese modo el cuerpo de YeshĂşa, como hijo de Adam, estĂĄ conectado con el suelo de Israel. En segundo lugar, YeshĂşa nunca saliĂł de la tierra de Israel durante los tres aĂąos y medio de su ministerio. La regiĂłn de Tiro tambiĂŠn pertenece a la tierra de Israel, cf. Mateo 15:21; JosuĂŠ 19:28-29. En tercer lugar, YeshĂşa volverĂĄ a la tierra de Israel para gobernar desde allĂ sobre el resto del mundo.
1:10 âHaShem vuestro Dios os ha multiplicado y he aquĂ que hoy sois como las estrellas del cielo en multitud.â (LBLA revisada)Â â Se cumpliĂł la promesa a Avraham, en GĂŠnesis 15:5. El polvo representa los hijos naturales, fĂsicos, de Avraham y las estrellas representan sus hijos celestiales
1:11Â Â âQue HaShem, el Dios de vuestros padres, os multiplique mil veces mĂĄs de lo que sois y os bendiga, tal como os ha prometido.â (LBLA revisada)Â â En ese momento habĂa unos 600,000 varones de guerra, lo cual corresponde a una poblaciĂłn de mĂĄs de dos millones. Mil veces mĂĄs serĂan mĂĄs de dos mil millones, es decir mĂĄs que la cuarta parte de la poblaciĂłn mundial actual. ÂżCuĂĄndo se va a cumplir esta profecĂa, que las estrellas, hijos celestiales de Avraham sean tantos? AHORA es ese tiempo. ÂĄNo somos una minorĂa, sino el principio de la mayorĂa!
Hay otros textos que pueden ser entendidas de manera que la mayorĂa de la poblaciĂłn mundial serĂĄ salva y entrarĂĄ en Israel como estrellas, hijos de Avraham, cf. Ăxodo 1:9; IsaĂas 9:3; 45:22; 49:6; 52:10; 53:11; 60:22; Salmo 22:25, 29; 35:18; 40:3, 9, 10; 98:1-3; Juan 12:24; 15:5, 8, 16; GĂĄlatas 4:27; RevelaciĂłn 7:9.
Segunda aliyĂĄ, 1:12-21
1:13Â Â âEscoged de entre vuestras tribus hombres sabios, entendidos y conocidos entre sus tribus, y yo los nombrarĂŠ como vuestros jefes.â (LBLA revisada)Â â MoshĂŠ exige cuatro requisitos para poder ser juez, los cuatro son:
Tiene que ser hombre, en hebreo ish.[3] La halajĂĄÂ judĂa[4] no permite que una mujer actĂşe como juez. Devorah fue una excepciĂłn por no haber hombres, Jueces 5:7.
Tiene que ser sabio, en hebreo jajam.[5] La sabidurĂa que, segĂşn el rabino Hirsch[6], estĂĄ relacionada con la palabra agam[7] â una acumulaciĂłn de aguas, es la capacidad intelectual para captar, entender y retener verdades y entender la naturaleza y el propĂłsito de cada cosa. En este caso se refiere a personas conocedoras de la TorĂĄ. JojmĂĄ â sabidurĂa â es conocimiento acumulado.
Tiene que ser entendido, de la palabra hebrea bein,[8] âentreâ. El entendimiento es la capacidad de discernir y separar entre una idea y otra y sacar nuevas conclusiones. En este caso tienen que saber sacar conclusiones correctas de los hechos que estĂĄn delante de ellos. BinĂĄÂ â entendimiento â es conocimiento teorĂŠtico.
Tiene que ser conocido, en hebreo yadĂĄ,[9] por su tribu. El concepto hebreo de conocer tiene mĂĄs que ver con una relaciĂłn y experiencia que con acumulaciĂłn de pensamientos. El conocimiento se obtiene por medio de un acto de preocupaciĂłn, dedicaciĂłn, simpatĂa o afecto por alguien. Daat â conocimiento â es conocimiento prĂĄctico.
AquĂ vemos como los jueces fueron escogidos por el pueblo y luego instalados por el liderazgo. Este es el proceso correcto a la hora de instalar un liderazgo. El pueblo ve y sabe por experiencia quienes estĂĄn capacitados para ser lĂderes. Los lĂderes principales dan luego su aprobaciĂłn a la elecciĂłn del pueblo, como tambiĂŠn vemos en Hechos 6:1-7:
âPor aquellos dĂas, al multiplicarse el nĂşmero de los discĂpulos, surgiĂł una queja de parte de los (judĂos) helenistas en contra de los judĂos (nativos), porque sus viudas eran desatendidas en la distribuciĂłn diaria (de dinero). Entonces los doce convocaron a la congregaciĂłn de los discĂpulos, y dijeron: No es conveniente que nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir (dinero) en las mesas. Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputaciĂłn, llenos del EspĂritu y de sabidurĂa, a quienes podamos encargar esta tarea. Y nosotros nos entregaremos a la oraciĂłn y al ministerio de la palabra. Lo propuesto tuvo la aprobaciĂłn de toda la congregaciĂłn, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del EspĂritu de santidad, y a Felipe, a PrĂłcoro, a Nicanor, a TimĂłn, a Parmenas y a NicolĂĄs, un prosĂŠlito de AntioquĂa; a los cuales presentaron ante los emisarios, y despuĂŠs de orar, pusieron sus manos sobre ellos. Y la palabra de Dios crecĂa, y el nĂşmero de los discĂpulos se multiplicaba en gran manera en Yerushalayim, y muchos de los sacerdotes obedecĂan a la fe.â (LBLA revisada)
En esta ocasiĂłn habĂa una necesidad similar a la que hubo en el desierto. Los mismos requisitos son listados para los que iban a trabajar con la distribuciĂłn econĂłmica entre los pobres de la comunidad:
El suegro de MoshĂŠ, YitrĂł, propuso otras cuatro cualidades, segĂşn Ăxodo 18:21, donde estĂĄ escrito:
âAdemĂĄs, escogerĂĄs de entre todo el pueblo hombres capaces (1), temerosos de Dios (2), hombres veraces (3) que aborrezcan las ganancias deshonestas (4), y los pondrĂĄs sobre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez.â (LBLA revisada)
1:15 âEntonces tomĂŠ a los principales de vuestras tribus, hombres sabios y conocidos, y los nombrĂŠ como dirigentes vuestros, jefes de mil, de cien, de cincuenta, y de diez, y oficiales para vuestras tribus.â (LBLA) â La palabra hebrea que ha sido traducida como ânombrĂŠâ es natĂĄn,[10] que significa âdarâ. Esto nos enseĂąa que los jueces son dados como regalos al pueblo. El liderazgo es un regalo del cielo al pueblo. Este texto omite la palabra âentendidosâ (bein). Esto nos enseĂąa que los jueces que fueron escogidos tenĂan deficiencia para pensar por sĂ mismos y discernir entre una idea y otra. A pesar de que no tenĂan las cuatro cualidades mencionadas fueron aceptados, porque no habĂa hombres totalmente capaces entre el pueblo para esta tarea.
1:16  âY en aquella ocasiĂłn mandĂŠ a vuestros jueces, diciendo: “Sed oyentes entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre un hombre y su hermano o el forastero que estĂĄ con ĂŠl.â (LBLA revisada) â Lo primero que tiene que hacer un juez es oĂr. El verbo oĂr, en hebreo shamoa, estĂĄ conjugado de forma makor, lo cual significa una acciĂłn continua, parecido al gerundio espaĂąol, âoyendoâ. Para que un juez pueda evaluar una situaciĂłn correctamente tiene que oĂr, percibir, discernir y entender todo el tiempo que dure el juicio.
La segunda cosa que tiene que hacer es juzgar justamente, es decir, segĂşn la verdad y la justicia de la TorĂĄ. Si un juez se presta a la mentira y la perversiĂłn de la justicia, no estĂĄ cumpliendo su funciĂłn y profana el Nombre del Juez celestial.
La tercera cosa que un juez tiene que hacer es oĂr todas las versiones que se presentan. Si un juez dicta sentencia sin haber oĂdo la versiĂłn del acusado, pervierte la justicia, como estĂĄ escrito en Juan 7:51:
âÂżAcaso juzga nuestra TorĂĄ a un hombre a menos que le oiga primero y sepa lo que hace?â (LBLA revisada)
1:17Â Â âNo mostrarĂŠis parcialidad en el juicio; lo mismo oirĂŠis al pequeĂąo que al grande. No tendrĂŠis temor del hombre, porque el juicio es de Dios. Y el caso que sea muy difĂcil para vosotros, me lo traerĂŠis a mĂ, y yo lo oirĂŠ.â (LBLA)Â â La cuarta cosa que tiene que hacer un juez es no ser parcial, no haciendo diferencia entre personas, no tener simpatĂa por uno u otro, ni tener en cuenta el estatus social de los litigantes, sino saber que un juicio justo no viene de los hombres sino de Dios y Ăl respalda a un juez que actĂşa con justicia. Cada persona mayor de edad es igual ante la ley. Un juez que teme a los hombres a la hora de dictar sentencia, no es apto para su cargo.
En Proverbios 17:15 estĂĄ escrito:
âEl que justifica al impĂo, y el que condena al justo, ambos son igualmente abominaciĂłn a HaShem.â (LBLA revisada)
En 2 CrĂłnicas 19:5-7 estĂĄ escrito:
âPuso jueces en el paĂs en todas las ciudades fortificadas de YehudĂĄ, ciudad por ciudad, y dijo a los jueces: Mirad lo que hacĂŠis, pues no juzgĂĄis en lugar de los hombres, sino en lugar de HaShem que estĂĄ con vosotros cuando hacĂŠis justicia. Ahora pues, que el temor de HaShem estĂŠ sobre vosotros; tened cuidado en lo que hacĂŠis, porque con HaShem nuestro Dios no hay injusticia ni acepciĂłn de personas ni soborno.â (LBLA revisada)
En Deuteronomio 16:19-20 estĂĄ escrito:
âNo torcerĂĄs la justicia; no harĂĄs acepciĂłn de personas, ni tomarĂĄs soborno, porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte las palabras del justo. La justicia, la justicia buscarĂĄs, para que vivas y poseas la tierra que HaShem tu Dios te da.â (LBLA revisada)
Hay cinco maneras de pervertir la justicia:[11]
1:8, 21 âMirad, he puesto la tierra delante de vosotros; entrad y tomad posesiĂłn de la tierra que HaShem jurĂł dar a vuestros padres Avraham, Yitsjak y Yaakov, a ellos y a su descendencia despuĂŠs de ellos… Mira, HaShem tu Dios ha puesto la tierra delante de ti; sube, toma posesiĂłn de ella, como HaShem, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni te acobardes.â (LBLA revisada) â La palabra hebrea que ha sido traducida como âpuestoâ es natĂĄn,9 que significa âdarâ. La fe habla de las cosas que no son como si fuesen. HaShem ya habĂa dado la tierra a los hijos de Israel, pero hacĂa falta una respuesta a este hecho espiritual por parte de ellos.
El camino a los milagros casi siempre tiene una participaciĂłn de un esfuerzo humano. HaShem da una promesa y el hombre tiene que pagar un precio para ver esa promesa cumplida. La gran mayorĂa de las promesas de HaShem necesitan la participaciĂłn humana para su cumplimiento.
Tercera aliyĂĄ, 1:22-38
1:26Â Â âSin embargo, no quisisteis subir, y os rebelasteis contra el mandato de HaShem vuestro Dios.â (LBLA revisada)Â â En esta parashĂĄ MoshĂŠ destaca de una manera muy especial la importancia de la confianza en HaShem. Al mismo tiempo vemos como reprocha al pueblo por no haber puesto su confianza en el Eterno a pesar de todas las muestras de amor y bondad que habĂan recibido. Este texto muestra que el pueblo no quiso subir a tomar posesiĂłn de la tierra por fe. De eso aprendemos que la fe es un asunto de elecciĂłn. Cuando viene la revelaciĂłn del Eterno tenemos la libertad para escoger entre confiar en ĂŠl, creyendo en sus palabras, o rechazarle, al no confiar en sus palabras.
1:27 ây murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque HaShem nos aborrece, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en manos del amorreo para destruirnos.â (LBLA revisada) â ÂżHasta dĂłnde puede llegar la blasfemia? La razĂłn por la que los hijos de Israel no confiaron en el Eterno fue porque habĂan creado una imagen mental pervertida de Ăl. Su concepto de HaShem no coincidĂa con la revelaciĂłn que les habĂa dado al sacarlos de Egipto como un padre que ama a su hijo y le saca de la esclavitud para llevarle a otro lugar mejor, como estĂĄ escrito en 1:31:
ây en el desierto, donde has visto cĂłmo HaShem tu Dios te llevĂł, como un hombre lleva a su hijo, por todo el camino que habĂŠis andado hasta llegar a este lugar.â (LBLA revisada)
La imagen que tenemos de HaShem determina nuestras decisiones, y ante todo nuestra fe en Ăl. La vida eterna consiste en conocer a HaShem, de manera experimental, y a su Hijo YeshĂşa HaMashĂaj, como estĂĄ escrito en Juan 17:3:
âY esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el Ăşnico Dios verdadero, y a YeshĂşa el MesĂas, a quien has enviado.â (LBLA revisada)
Estos hijos de Israel tenĂan una imagen totalmente equivocada del Eterno, creada por ellos mismos, por no tomar en serio la revelaciĂłn que Ăl les habĂa dado de SĂ mismo. Por eso no podĂan creerle. Por otro lado es posible que habĂa una provocaciĂłn detrĂĄs de esas palabras. Aunque en el fondo sabĂan que HaShem los amaba, porque asĂ lo habĂa mostrado desde el principio, les gustaba discutir, provocar y hablar mal. AsĂ son muchas personas. Aunque conocen la verdad, chismorrean con rumores, mentiras y malos entendidos para divertirse y entretenerse con eso. Ese comportamiento no corresponde a los justos, como estĂĄ escrito en Ăxodo 23:7:
âAlĂŠjate de acusaciĂłn falsa, y no mates al inocente ni al justo, porque yo no absolverĂŠ al culpable.â (LBLA)
En Proverbios 30:8a estĂĄ escrito:
âAleja de mĂ la mentira y las palabras engaĂąosasâ (LBLA)
1:32 âPero con todo esto, no confiasteis en HaShem vuestro Diosâ (LBLA revisada) â A pesar de haber recibido palabras de ĂĄnimo y experiencias reveladoras de quiĂŠn es HaShem, el pueblo de Israel escogiĂł la incredulidad. La incredulidad es lo mismo que la desconfianza. El concepto de fe en el mundo hebreo es muy diferente al concepto de fe en el mundo griego. La palabra hebrea que ha sido traducida como âconfiasteisâ es heemin, que significa âcreerâ, âconfiarâ, âesperarâ. La raĂz de esa palabra es amĂĄn[12] que significa âsostenerâ, âapoyarâ, âcriarâ, âafirmarâ, âestablecerâ.
La palabra hebrea para fe, emunĂĄ,[13] significa ârectitudâ, âveracidadâ, âsinceridadâ, âverdadâ, âfidelidadâ, âlealtadâ, âhonradezâ, âfirmezaâ, âconstanciaâ, âconfianzaâ.
El concepto de fe griego tiene que ver con una actividad intelectual, cuando la persona piensa algo especĂfico. La fe para un hebreo es poner su confianza y ajustar su vida de acuerdo a la persona en la cual es depositada su confianza. La fe griega se basa en unos puntos doctrinales, dogmas, frases aprendidas de memoria, que no necesariamente afectan el estilo de vida de la persona. La fe para un hebreo es algo que hay que vivir y experimentar cada dĂa, es un estilo de vida en obediencia a los mandamientos y comunicaciĂłn constante con el Creador. La fe hebrea es relacional. La fe griega es racional.
1:34Â Â âEntonces oyĂł HaShem la voz de vuestras palabras, y se enojĂł y jurĂł, diciendoâ (LBLA revisada) â La voz de las palabras del hombre tiene poder para darle un futuro de prosperidad o de derrota. El hombre normalmente no entiende el poder de sus palabras. Tu vida y tu muerte depende de tus palabras, como estĂĄ escrito en Proverbios 18:21:
âMuerte y vida estĂĄn en poder de la lengua, y los que la aman comerĂĄn su fruto.â (LBLA)
En Mateo 12:37 estĂĄ escri
âPorque por tus palabras serĂĄs justificado, y por tus palabras serĂĄs condenado.â (LBLA)
1:35  âNinguno de estos hombres, esta generaciĂłn malvada, verĂĄ la buena tierra que jurĂŠ dar a vuestros padresâ (LBLA) â ÂżQuĂŠ fue lo que hizo que HaShem considerara esa generaciĂłn como malvada? En el versĂculo 32 estĂĄ la respuesta, allĂ estĂĄ escrito:
âPero con todo esto, no confiasteis en HaShem vuestro Diosâ (LBLA revisada)
No confiaron en Ăl. AsĂ que la falta de confianza en HaShem es una maldad, como tambiĂŠn vemos en Mateo 17:14-21 donde estĂĄ escrito:
âCuando llegaron a la multitud, se le acercĂł un hombre, que arrodillĂĄndose delante de ĂŠl, dijo: SeĂąor, ten misericordia de mi hijo, porque es epilĂŠptico y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. Y lo traje a tus discĂpulos y ellos no pudieron curarlo. Respondiendo YeshĂşa, dijo: ÂĄOh generaciĂłn incrĂŠdula y perversa! ÂżHasta cuĂĄndo estarĂŠ con vosotros? ÂżHasta cuĂĄndo os tendrĂŠ que soportar? TraĂŠdmelo acĂĄ. Y YeshĂşa lo reprendiĂł y el demonio saliĂł de ĂŠl, y el muchacho quedĂł curado desde aquel momento. Entonces los discĂpulos, llegĂĄndose a YeshĂşa en privado, dijeron: ÂżPor quĂŠ nosotros no pudimos expulsarlo? Y ĂŠl les dice: Por vuestra poca confianza; porque en verdad os digo que si tenĂŠis confianza como un grano de mostaza, dirĂŠis a este monte: “PĂĄsate de aquĂ allĂĄ”, y se pasarĂĄ; y nada os serĂĄ imposible. Pero esta clase no sale sino con oraciĂłn y ayuno.â (LBLA revisada)
1:36 âexcepto Kalev, hijo de YefunĂŠ; ĂŠl la verĂĄ, y a ĂŠl y a sus hijos darĂŠ la tierra que ha pisado, pues ĂŠl ha seguido a HaShem completamente.â (LBLA revisada)Â â Kalev fue puesto como un ejemplo de fidelidad en contraste con el resto de los hijos de Israel. Ăl siguiĂł a HaShem plenamente. Esto nos enseĂąa que es posible seguir a HaShem completamente. ÂżCĂłmo? Confiando en Ăl y en lo que Ăl ha dicho. La razĂłn por la que la gran mayorĂa no entrĂł en la tierra fue la falta de confianza, como estĂĄ escrito en Hebreos 3:19:
âVemos, pues, que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.â (LBLA)
Cuarta aliyĂĄ, 1:39 â 2:1
1:41-42 âEntonces respondisteis y me dijisteis: “Hemos pecado contra HaShem; nosotros subiremos y pelearemos tal como HaShem nuestro Dios nos ha mandado.â Y cada uno de vosotros se ciùó sus armas de guerra, y pensasteis que era fĂĄcil subir a la regiĂłn montaĂąosa. Pero HaShem me dijo: “Diles: ‘No subĂĄis, ni peleĂŠis, pues yo no estoy entre vosotros; para que no seĂĄis derrotados por vuestros enemigos.’â (LBLA revisada) â Este texto nos enseĂąa la importancia de hacer caso a los profetas. A pesar de que la voluntad de HaShem era que el pueblo de Israel heredara la Tierra, no era el tiempo para ello, por una situaciĂłn de pecado. Hay cosas que estĂĄn prometidas en las Escrituras que no podemos aplicar en todo momento. Por esto es importante escuchar la voz de los profetas. Los profetas pueden dar mensajes que aparentemente van en contra de las Escrituras en ciertos momentos. Este es uno de esos casos. MoshĂŠ dio la orden de no subir a tomar la tierra, cuando antes habĂa dicho que lo podĂan hacer. CuĂĄn importante es depender del espĂritu de profecĂa y escuchar a los profetas, como estĂĄ escrito en 2 CrĂłnicas 20:20b:
âOĂdme, YehudĂĄ y habitantes de Yerushalayim, confiad en HaShem vuestro Dios, y estarĂŠis seguros. Confiad en sus profetas y triunfarĂŠis.â (LBLA revisada)
Quinta aliyĂĄ, 2:2-2:30
2:5, 9, 19 âno los provoquĂŠis, porque nada de su tierra os darĂŠ, ni siquiera el derecho de poner un pie, porque a Esav he dado el monte Seir por posesiĂłn…Â Entonces HaShem me dijo: “No molestes a Moav, ni los provoques a la guerra, porque no te darĂŠ nada de su tierra por posesiĂłn, pues he dado Ar a los hijos de Lot por posesiĂłn… Y cuando llegues frente a los hijos de AmĂłn, no los molestes ni los provoques, porque no te darĂŠ nada de la tierra de los hijos de AmĂłn en posesiĂłn, pues se la he dado a los hijos de Lot por heredad.â (LBLA revisada)Â â SegĂşn GĂŠnesis 15:19-21 HaShem prometiĂł dar el territorio de 10 pueblos a los hijos de Avraham como estĂĄ escrito:
âAl keneo (ceneo), al kenizeo (cenezeo), y al kadmoneo, y al jiteo (hitita), y al perizeo (ferezeo), y a los refaĂtas. Y al emoreo (amorreo), y al kenaaneo (cananeo), y al guirgasheo (gergeseo) y al yevuseo (jebuseo).â (LBLA revisada)
SegĂşn RashĂ, los kadmoneos fueron conquistados por los hijos de Esav, que son los edomitas, los kenizeos fueron conquistados por los hijos de Moav y los keneos fueron conquistados por los hijos de AmĂłn. Por lo tanto, como los hijos de Israel no recibieron ninguna orden para conquistar estos tres pueblos, Edom, Moav y AmĂłn, sĂłlo podĂan obtener el terreno de siete de las diez naciones prometidas a Avraham. AdemĂĄs, HaShem dijo claramente que habĂa dado esos terrenos a estos tres pueblos. SegĂşn RashĂ, por ser Esav descendiente de Avraham pudo heredar parte de la herencia prometida. Sin embargo aunque Lot no era descendiente de Avraham, su descendencia pudo heredar la tierra de dos de estas naciones como recompensa porque Lot habĂa guardado silencio en Egipto cuando Avraham dijo que SarĂĄ era su hermana. Por este mĂŠrito fue hecho como hijo de Avraham.
Ahora bien, en el texto hebreo del versĂculo 2:5 se encuentra la palabra ad, que ha sido traducida como âni siquieraâ. Pero el significado principal de esa palabra es âhastaâ. De allĂ RashĂ menciona acerca de un Midrash agĂĄdico que dice que Dios no permite a los hijos de Israel obtener ese territorio hasta (ad) que HaShem ponga su pie en el Monte de los Olivos, como estĂĄ escrito en ZacarĂas 14:4:
âSus pies se posarĂĄn aquel dĂa en el monte de los Olivos, que estĂĄ frente a Yerushalayim, al oriente; y el monte de los Olivos se hendirĂĄ por el medio, de oriente a occidente, formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartarĂĄ hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.â (LBLA revisada)Â
En IsaĂas 11:12-14 estĂĄ escrito:
âAlzarĂĄ un estandarte ante las naciones, reunirĂĄ a los desterrados de Israel, y juntarĂĄ a los dispersos de YehudĂĄ de los cuatro confines de la tierra. Entonces se disiparĂĄ la envidia de Efrayim, y los que hostigan a YehudĂĄ serĂĄn exterminados; Efrayim no envidiarĂĄ a YehudĂĄ, y YehudĂĄ no hostigarĂĄ a Efrayim. Y ellos se lanzarĂĄn sobre el costado de los filisteos al occidente, juntos despojarĂĄn a los hijos del oriente; Edom y Moav estarĂĄn bajo su dominio, y los hijos de AmĂłn les estarĂĄn sujetos.â (LBLA revisada)
AquĂ vemos que las diez tribus, junto con los judĂos, despuĂŠs de la unificaciĂłn de las dos casas, van a conquistar esos tres territorios en los Ăşltimos tiempos. Personalmente creo que serĂĄ antes de la segunda venida del MesĂas. Esos tres territorios corresponden hoy a Jordania.
En ZacarĂas 10:6-10 estĂĄ escrito:
âFortalecerĂŠ la casa de YehudĂĄ y la casa de Yosef salvarĂŠ, y los harĂŠ volver porque me he compadecido de ellos; y serĂĄn como si no los hubiera rechazado, porque yo soy HaShem su Dios, y les responderĂŠ. Efrayim serĂĄ como un valiente, y se alegrarĂĄ su corazĂłn como por el vino; sus hijos lo verĂĄn y se alegrarĂĄn, y se regocijarĂĄ su corazĂłn en HaShem. Y les silbarĂŠ para reunirlos, porque los he redimido; y serĂĄn tan numerosos como eran. Cuando yo los esparza entre los pueblos, aun en lejanas tierras se acordarĂĄn de mĂ, y vivirĂĄn con sus hijos, y volverĂĄn. Los harĂŠ volver de la tierra de Egipto, y de Asiria los recogerĂŠ; los traerĂŠ a la tierra de Guilad y del LevanĂłn, hasta que no haya sitio para ellos.â (LBLA revisada)
La tierra de Guilad estĂĄ en lo que hoy se llama Jordania y LevanĂłn es LĂbano. He aquĂ otra profecĂa que dice que los hijos de Israel tendrĂĄn el territorio de las tierras al este del rĂo YardĂŠn en los Ăşltimos tiempos.
2:24 âLevantaos; partid y pasad por el valle del ArnĂłn. Mira, he entregado en tu mano a SijĂłn amorreo, rey de JeshbĂłn, y a su tierra; comienza a tomar posesiĂłn y entra en batalla con ĂŠl.â (LBLA revisada)Â â Primero dice: âhe entregadoâ y luego âcomienza a tomar posesiĂłnâ. La fe habla de las cosas que no son como si fuesen, cf. Romanos 4:17. Las cosas que estĂĄn en el mundo celestial son vistas, confesadas y recibidas por una persona que cree, para que con el tiempo sean manifestadas en el mundo fĂsico. La fe es la convicciĂłn de que algo que estĂĄ en el mundo celestial se va a materializar, tarde o temprano, aunque no se vea en estos momentos con los ojos fĂsicos, como estĂĄ escrito en Hebreos 11:1:
âAhora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicciĂłn de lo que no se ve.â (LBLA)
Sexta aliyĂĄ, 2:31 â 3:14
2:31  âY HaShem me dijo: “Mira, he comenzado a entregar a SijĂłn y su tierra en tus manos. Comienza a ocuparla  para que poseas la tierra.â (LBLA revisada)â â La entrega ya era un hecho en el mundo espiritual. El secreto para tener ĂŠxito en el mundo visible es colaborar con lo que HaShem estĂĄ haciendo en el mundo invisible. Todo lo que sucede en el mundo material es un resultado de lo que primero ha sucedido en el mundo espiritual. Para cambiar el mundo material es necesario cambiar el mundo espiritual primero. Esto se hace a travĂŠs de la oraciĂłn.
2:34  âEn aquel tiempo tomamos todas sus ciudades, y exterminamos a hombres, mujeres y niĂąos de cada ciudad. No dejamos ningĂşn sobreviviente.â (LBLA) â La palabra hebrea que ha sido traducida como ây exterminamos a hombresâ es metim[14] que significa âmuertosâ. AsĂ que la palabra âmuertosâ hace referencia a estos hombres que todavĂa estaban vivos pero condenados a muerte. La misma palabra se encuentra con el mismo significado en Job 11:3 donde estĂĄ escrito:
âÂżHarĂĄn tus jactancias callar a los hombres (metim)? ÂżHarĂĄs escarnio sin que nadie te reprenda?â
AsĂ que los âmuertosâ pueden referirse a hombres que viven fĂsicamente, como estĂĄ escrito en Efesios 2:1
âY a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecadosâ
En Colosenses 2:13 estĂĄ escrito:
âY cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisiĂłn de vuestra carne, os dio vida juntamente con ĂŠl, habiĂŠndonos perdonado todos los delitosâ (LBLA)
3:2Â Â Â Â âPero HaShem me dijo: “No le tengas miedo, porque en tu mano yo lo he entregado a ĂŠl, y a todo su pueblo y su tierra; y harĂĄs con ĂŠl tal como hiciste con SijĂłn, rey de los amorreos, que habitaba en JeshbĂłn.â (LBLA revisada)Â â HaShem dio una palabra de ĂĄnimo para que MoshĂŠ no temiera al gigante Og rey de BashĂĄn. El Eterno estĂĄ muy interesado en que su pueblo no tema, porque el temor bloquea el fluir del EspĂritu. El temor es lo contrario de la fe, pero actĂşa de la misma manera. Lo que uno teme mucho tiempo, al final le viene, y lo que uno cree, basado en la promesa del Eterno, al final le viene. El temor y la fe no pueden estar juntos. Por eso dice YeshĂşa âno temas, cree solamenteâ.
En 1 Juan 4:18-19 estĂĄ escrito:
âEn el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sĂ castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a ĂŠl, porque ĂŠl nos amĂł primero.â (LBLA revisada)
Confiar en el amor de Dios es lo Ăşnico que puede eliminar plenamente el temor del corazĂłn. Ăl ha mostrado tanto de su amor que no tenemos excusa para no confiar en ĂŠl.
SĂŠptima aliyĂĄ, 3:15-22
3:21-22 âY ordenĂŠ a YehoshĂşa en aquel tiempo, diciendo: “Tus ojos han visto todo lo que HaShem vuestro Dios ha hecho a estos dos reyes; asĂ harĂĄ HaShem a todos los reinos por los cuales vas a pasar. No les temĂĄis, porque HaShem vuestro Dios es el que pelea por vosotros.ââ (LBLA revisada) â MoshĂŠ dio palabras de ĂĄnimo a YehoshĂşa para que no tuviera temor sino creyera. En este caso vemos como la fe se puede basar en una experiencia juntamente con una promesa, âtus ojos han visto⌠asĂ harĂĄ HaShem…â.
En Romanos 10:17 estĂĄ escrito:
âAsĂ que la fe es por el oĂr, y el oĂr, por la palabra de Dios.â (LBLA revisada)
La base de la fe es la revelaciĂłn de HaShem. La fe es algo que la persona puede obtener al hacer caso a lo HaShem estĂĄ comunicando. No hay excusa para no creer, porque hay suficiente revelaciĂłn de nuestro Padre celestial en todo los que nos rodea para confiar en Ăl. El incrĂŠdulo no tiene excusa porque ha optado por cerrar sus ojos, su oĂdo y su corazĂłn a la revelaciĂłn que HaShem estĂĄ dando a travĂŠs de lo que le rodea, como estĂĄ escrito en Romanos 1:18-20:
âPorque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad; porque lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente. Porque desde la creaciĂłn del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.â (LBLA)
MashĂaj en esta parashĂĄ
1:38 âYehoshĂşa hijo de Nun, que estĂĄ delante de ti, ĂŠl entrarĂĄ allĂĄ; fortalĂŠcele, porque ĂŠl harĂĄ que Israel la posea.â (LBLA revisada)
YehoshĂşa es el nombre dado por MoshĂŠ a este varĂłn que originalmente se llamaba Hoshea. YehoshĂşa es la forma larga del nombre YeshĂşa. AsĂ que YehoshĂşa representa al MesĂas YeshĂşa. De esta manera, podemos destacar siete verdades acerca del MesĂas segĂşn la revelaciĂłn profĂŠtica que nos da este versĂculo.
El MesĂas tenĂa que ser llamado YehoshĂşa y YeshĂşa.
El MesĂas estĂĄ delante de HaShem, representado por MoshĂŠ.
El MesĂas permanecerĂĄ, en hebreo omed, eternamente delante del Eterno.
MoshĂŠ, como figura del MesĂas, morirĂĄ pero luego resucitarĂĄ simbĂłlicamente, por medio del sucesor YehoshĂşa, para entrar en la tierra prometida.
El MesĂas fue fortalecido por el Eterno en la resurrecciĂłn de modo que recibiĂł toda la autoridad en el cielo y en la tierra.
El MesĂas harĂĄ que finalmente todas las doce tribus de Israel vuelvan a la tierra de Israel.
El MesĂas harĂĄ que Israel herede no solamente la tierra fĂsica sino tambiĂŠn el Maljut HaShamayim, el Reino de los Cielos, que vendrĂĄ a la tierra.
ÂĄQue el MesĂas YeshĂşa venga pronto y en nuestros dĂas!
AmĂŠn veamĂŠn.
En esta parashĂĄÂ se encuentran los mandamientos nĂşmero 414 â 415 de los 613:
ProhibiciĂłn de nombrar un juez que no sea experto en TorĂĄ, aunque conozca otras ciencias, Deuteronomio 1:17.
ProhibiciĂłn de que un juez tenga miedo de un hombre malvado en un juicio, Deuteronomio 1:17.
[1]       Strong H1667daĚbaĚr, daw-bawr’, From H1696; a word; by implication a matter (as spoken of) of thing; adverbially a cause: – act, advice, affair, answer, X any such (thing), + because of, book, business, care, case, cause, certain rate, + chronicles, commandment, X commune (-ication), + concern [-ing], + confer, counsel, + dearth, decree, deed, X disease, due, duty, effect, + eloquent, errand, [evil favoured-] ness, + glory, + harm, hurt, + iniquity, + judgment, language, + lying, manner, matter, message, [no] thing, oracle, X ought, X parts, + pertaining, + please, portion, + power, promise, provision, purpose, question, rate, reason, report, request, X (as hast) said, sake, saying, sentence, + sign, + so, some [uncleanness], somewhat to say, + song, speech, X spoken, talk, task, + that, X there done, thing (concerning), thought, + thus, tidings, what [-soever], + wherewith, which, word, work.
[2]      Strong H874 baĚ’ar,  baw-ar’, A primitive root; to dig; by analogy to engrave; figuratively to explain: – declare, (make) plain (-ly).
[3]       Strong H376 ‘iĚysh, eesh, Contracted for H582 (or perhaps rather from an unused root meaning to be extant); a man as an individual or a male person; often used as an adjunct to a more definite term (and in such cases frequently not expressed in translation.) : – also, another, any (man), a certain, + champion, consent, each, every (one), fellow, [foot-, husband-] man, (good-, great, mighty) man, he, high (degree), him (that is), husband, man [-kind], + none, one, people, person, + steward, what (man) soever, whoso (-ever), worthy. Compare H802.
[4]Â Â Â Â Â Â Â SegĂşn ShuljĂĄn Aruj, JoshĂŠn Mishpat 7:4
[5]       Strong H2450 chaĚkaĚm, khaw-kawm’, From H2449; wise, (that is, intelligent, skilful or artful): – cunning (man), subtil, ([un-]), wise ([hearted], man).
[6]Â Â Â Â Â Â Â The Hirsch Chumash, Bereshis, page 759.
[7]       Strong H98 ‘aĚgam ag-am’ From an unused root (meaning to collect as water); a marsh; hence a rush (as growing in swamps); hence a stockade of reeds: – pond, pool, standing [water].
[8]       Strong H995 biĚyn, bene, A primitive root; to separate mentally (or distinguish), that is, (generally) understand: – attend, consider, be cunning, diligently, direct, discern, eloquent, feel, inform, instruct, have intelligence, know, look well to, mark, perceive, be prudent, regard, (can) skill (-ful), teach, think, (cause, make to, get, give, have) understand (-ing), view, (deal) wise (-ly, man).
[9]       Strong H3045 yaĚdaâ, yaw-dah’, A primitive root; to know (properly to ascertain by seeing); used in a great variety of senses, figuratively, literally, euphemistically and inferentially (including observation, care, recognition; and causatively instruction, designation, punishment, etc.): – acknowledge, acquaintance (-ted with), advise, answer, appoint, assuredly, be aware, [un-] awares, can [-not], certainly, for a certainty, comprehend, consider, X could they, cunning, declare, be diligent, (can, cause to) discern, discover, endued with, familiar friend, famous, feel, can have, be [ig-] norant, instruct, kinsfolk, kinsman, (cause to, let, make) know, (come to give, have, take) knowledge, have [knowledge], (be, make, make to be, make self) known, + be learned, + lie by man, mark, perceive, privy to, X prognosticator, regard, have respect, skilful, shew, can (man of) skill, be sure, of a surety, teach, (can) tell, understand, have [understanding], X will be, wist, wit, wot.
[10]     Strong H5414 naĚthan, naw-than’, A primitive root; to give, used with great latitude of application (put, make, etc.): – add, apply, appoint, ascribe, assign, X avenge, X be ([healed]), bestow, bring (forth, hither), cast, cause, charge, come, commit consider, count, + cry, deliver (up), direct, distribute do, X doubtless, X without fail, fasten, frame, X get, give (forth, over, up), grant, hang (up), X have, X indeed, lay (unto charge, up), (give) leave, lend, let (out), + lie, lift up, make, + O that, occupy, offer, ordain, pay, perform, place, pour, print, X pull, put (forth), recompense, render, requite, restore, send (out), set (forth), shew, shoot forth (up). + sing, + slander, strike, [sub-] mit, suffer, X surely, X take, thrust, trade, turn, utter, + weep, X willingly, + withdraw, + would (to) God, yield.
[11]Â Â Â Â Â RashĂ y Toldot Yitshar.
[12]     Strong H539 ‘aĚman, aw-man’, A primitive root; properly to build up or support; to foster as a parent or nurse; figuratively to render (or be) firm or faithful, to trust or believe, to be permanent or quiet; morally to be true or certain; once (in Isa 30:21; by interchange for H541) to go to the right hand: – hence assurance, believe, bring up, establish, + fail, be faithful (of long continuance, stedfast, sure, surely, trusty, verified), nurse, (-ing father), (put), trust, turn to the right.
[13]     Strong H530 ‘eĚmuĚnaĚh  ‘eĚmuĚnaĚh, em-oo-naw’, em-oo-naw’, Feminine of H529; literally firmness; figuratively security; moral fidelity: – faith (-ful, -ly, -ness, [man]), set office, stability, steady, truly, truth, verily.
[14]     Strong H4962 math, math, From the same as H4970; properly an adult (as of full length); by implication a man (only in the plural): –  + few, X friends, men, persons, X small.
Shema Israel Communities, is a network of Communities (synagogues) of messianic conviction, established in several in some States of the USA, and in some cities of some countries such as USA, Mexico, Guatemala, Costa Rica, Colombia , Brazil, and in Spain, in the city of Malaga; The Shema Israel Synagogues are established with a vision to house the Bney Anusim and those who identify with Israel and the Jewish People. Each community is deeply identified with the Jewish Messiah Yeshua haMashiach and the Apostolic Writings; A network of congregations observing the Torah, the Feasts of the Eternal and of course the Shabath and the Kasherut.