Shema Israel Communities, is a network of Communities (synagogues) of messianic conviction, established in several in some States of the USA, and in some cities of some countries such as USA, Mexico, Guatemala, Costa Rica, Colombia , Brazil, and in Spain, in the city of Malaga; The Shema Israel Synagogues are established with a vision to house the Bney Anusim and those who identify with Israel and the Jewish People. Each community is deeply identified with the Jewish Messiah Yeshua haMashiach and the Apostolic Writings; A network of congregations observing the Torah, the Feasts of the Eternal and of course the Shabath and the Kasherut.
ParashĂĄ 48 Shoftim
Deuteronomio 16:18 â 21:9
Por Dr. K. Blad Š
Segunda edicion 2013-14 (5774
Prohibida toda reproduccion lucrativa Â
AliyĂĄs de la TorĂĄ:
16:18 â 17:13
17:14-20
18:1-5
18:6-13
18:14 â 19:13
19:14 â 20:9
20:10 â 21:9
Maftir: 21:7-9
HaftarĂĄ:Â IsaĂas 51:12 â 52:12
Shoftim
Significa jueces.
Comentarios
Primera aliyĂĄ, 16:18 â 17:1
16:18 âNombrarĂĄs para ti jueces y oficiales en todas las ciudades que HaShem tu Dios te da, segĂşn tus tribus, y ellos juzgarĂĄn al pueblo con justo juicio.â (LBLA revisada) â Un  juez es una persona que ha recibido autoridad para pronunciar sentencias de acuerdo a la TorĂĄ y la halajĂĄ, sobre las obras o palabras de otras personas. El juez tiene que condenar al culpable y absolver al inocente. Los oficiales son los que ejecutan las Ăłrdenes del juez. El juez no hace mucho sin un cuerpo policial que le apoye para que sus Ăłrdenes se cumplan. La policĂa no funciona bien sin los jueces porque tienen que saber quĂŠ Ăłrdenes ejecutar. AsĂ que estos dos tipos de funcionarios tienen que trabajar paralelamente para que la sociedad se beneficie de ellos.
âen todas las ciudadesâ â HabĂa tres tipos de tribunales en Israel, con 3 jueces, 23 jueces y 71 jueces. Las ciudades con menos de 120 habitantes tenĂan un tribunal, un beit din, de tres jueces. Las ciudades con mĂĄs de 120 habitantes tenĂan un beit din de 23 jueces, llamado âpequeĂąo sanedrĂnâ. Las cortes de tres jueces sĂłlo podĂan dictar sentencias sobre asuntos monetarios. Para dar una sentencia de vida o muerte hacĂa falta un tribunal de 23 jueces. En Yerushalayim habĂa tres tribunales, dos de 23 jueces y uno de 71, en el cual el sumo sacerdote era el lĂder principal. Este Ăşltimo fue llamado el âgran sanedrĂnâ. Los hombres del gran sanedrĂn se reunĂan en un lugar designado para ellos en el templo.
16:19 âNo torcerĂĄs el juicio; no harĂĄs acepciĂłn de personas, ni tomarĂĄs soborno, porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte las palabras del justo.â (LBLA) â La palabra hebrea que ha sido traducida como âjusticiaâ o âjuicioâ, es mishpat.[1] Para no torcer un veredicto no se puede seguir la justicia que le parezca bien al hombre, sino la que HaShem manda en su TorĂĄ.
En Romanos 2:20b; 7:7, 12 estĂĄ escrito:
âTienes en la TorĂĄ la expresiĂłn misma del conocimiento y de la verdad… ÂżQuĂŠ diremos entonces? ÂżEs pecado la TorĂĄ? ÂĄDe ningĂşn modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la TorĂĄ; porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la TorĂĄ no hubiera dicho: NO CODICIARAS… AsĂ que la TorĂĄ es santa, y el mandamiento es santo, justo y buenoâ
En Mateo 23:23b estĂĄ escrito:
âlo mĂĄs importante de la TorĂĄ: la justicia, la misericordia y la fidelidad (o fe)â
En la TorĂĄ estĂĄ expresada la justicia del Eterno que es la base para un veredicto correcto. No se puede torcer la TorĂĄ ni para juzgar ni para legislar. La TorĂĄ tienen que ser la base para que el sistema judicial de cualquier paĂs sea justo, no los criterios humanistas ni lo que piensa la mayorĂa de la poblaciĂłn. El hecho de que la mayorĂa de un pueblo tenga cierto comportamiento, no significa que sea un comportamiento justo. No es lo mismo lo comĂşn que lo normal. Un comportamiento comĂşn no necesariamente tiene que ser normal, segĂşn las normas establecidas para el hombre. Hay una sola justicia verdadera y esa justicia ha sido revelada de dos maneras, en la TorĂĄ de MoshĂŠ y en YeshĂşa HaMashĂaj, como estĂĄ escrito en Romanos 3:21:
âPero ahora, aparte de la TorĂĄ, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la TorĂĄ y los profetas.â (LBLA revisada)
No dice âal contrario de la TorĂĄâ, sino âaparte de la TorĂĄâ, queriendo decir que la TorĂĄÂ manifiesta la justicia del Eterno y, ademĂĄs, YeshĂşa HaMashĂaj revela la misma justicia de una forma diferente, pero no es otra justicia. El MesĂas YeshĂşa es la justicia de HaShem, como estĂĄ escrito en 1 Corintios 1:30:
âMas por obra suya estĂĄis vosotros en el MesĂas YeshĂşa, el cual se hizo para nosotros sabidurĂa de Dios, y justificaciĂłn, y santificaciĂłn, y redenciĂłnâ
La palabra griega que fue traducida como âjustificaciĂłnâ es dikayosĂşne,[2] que significa tanto âjusticiaâ como âjustificaciĂłnâ.
SegĂşn entiendo, la expresiĂłn âaparte de la TorĂĄâ, en Romanos 3:21, no significa que sea otra justicia diferente a la de la TorĂĄ, sino que la justicia del Eterno se ha manifestado de otra manera que no sea solamente a travĂŠs de las Escrituras. Son dos revelaciones de Su justicia, la TorĂĄ y el MesĂas, pero es la misma justicia revelada de dos maneras. Aparte de la TorĂĄ podrĂa entenderse como âademĂĄs de la TorĂĄâ, âparalelamente con la TorĂĄâ, siempre en armonĂa con la TorĂĄ, pero de forma diferente. Una cosa no contradice la otra.
16:20 âLa justicia, la justicia buscarĂĄs, para que vivas y poseas la tierra que HaShem tu Dios te da.â (LBLA revisada)Â â ÂżPor quĂŠ se repite la palabra justicia dos veces en este texto? Por un lado se puede entenderlo de manera que para HaShem es muy importante que se emplee la justicia en la naciĂłn, y por eso repite la palabra dos veces. La justicia es uno de los pilares fundamentales para la sociedad.
Por otro lado estĂĄ hablando de dos manifestaciones de la justicia que hay que buscar (en hebreo dice âperseguirâ). Como hemos visto antes, la primera estĂĄ en la TorĂĄ Escrita. Hay que perseguir esa justicia para obtener una vida larga en la tierra, con shalom, paz y prosperidad. Pero la otra justicia, que ha sido revelada aparte de la TorĂĄ, es YeshĂşa HaMashĂaj, la TorĂĄ Viviente. Hay que perseguir esa justicia de Dios, dada por medio de YeshĂşa el MesĂas, para obtener la vida eterna, como estĂĄ escrito en Romanos 3:22-24:
âes decir, la justicia de Dios por medio de la fe en YeshĂşa el MesĂas, para todos los que creen; porque no hay distinciĂłn, por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redenciĂłn que es en el MesĂas YeshĂşa.â (LBLA revisada)
Estas dos manifestaciones de la justicia de HaShem se encuentran en RevelaciĂłn 14:12 donde estĂĄ escrito:
âAquĂ estĂĄ la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de YeshĂşa.â (LBLA revisada)
SegĂşn este texto, ÂżquiĂŠnes son los santos? Los que buscan estas dos manifestaciones de justicia, la TorĂĄ de MoshĂŠ y la fe de YeshĂşa.
16:21 âNo plantarĂĄs para ti un ĂĄrbol de culto, o cualquier clase de ĂĄrbol junto al altar de HaShem tu Dios que hagas para ti.â (LBLA revisada) â Antiguamente habĂa una costumbre de plantar ĂĄrboles en las entradas de los templos paganos, cf. Jueces 6:30. EstĂĄ prohibido plantar ĂĄrboles en el monte del templo. Como se habla de cualquier ĂĄrbol, o madera, se deduce que no estĂĄ permitido hacer construcciones de madera junto al templo. Este mandamiento tambiĂŠn ha dado lugar a la costumbre de no colocar flores en las sinagogas, por lo menos no cerca del arĂłn kodesh, el arca sagrada, donde se guardan los rollos de la TorĂĄ.
16:22 âNi levantarĂĄs para ti pilar, lo cual aborrece HaShem tu Dios.â (LBLA revisada) â La palabra hebrea que ha sido traducida como âpilarâ, es matsevĂĄ,[3] que tiene que ver con una sola piedra grande que sirve como altar. En el tiempo de los patriarcas HaShem lo aceptĂł, pero por causa de las prĂĄcticas idolĂĄtricas de los cananeos, que usaban ese tipo de piedras, se volviĂł una abominaciĂłn para el Eterno, cf. GĂŠnesis 28:18, 22; 31:13, 45; 35:14, 20; Ăxodo 23:24; 24:4; 34:13; LevĂtico 26:1; Deuteronomio 12:3; Oseas 10:1-2. Los israelitas sĂłlo podĂan hacer altares construidos con piedras o de tierra.
17:1 âNo sacrificarĂĄs a HaShem tu Dios buey o cordero que tenga defecto o alguna imperfecciĂłn, porque es cosa abominable a HaShem tu Dios.â (LBLA revisada)Â â Yitsjak no podrĂa haber sido un sacrificio al Eterno, porque no era perfecto del todo. Sin embargo YeshĂşa sĂ, pudo ser ese sacrificio perfecto porque no tenĂa pecado.
17:3 ây que haya ido y servido a otros dioses, adorĂĄndolos, o adorando al sol, a la luna o a cualquiera de las huestes celestiales, lo cual yo no he mandadoâ (LBLA) â La TorĂĄ prohĂbe la astrologĂa. ÂĄNo leas los horĂłscopos!
17:8  âSi un caso es demasiado difĂcil para que puedas juzgar, como entre sangre y sangre, entre veredicto y veredicto, o entre afecciĂłn y afecciĂłn, siendo casos de litigio en tus puertas, te levantarĂĄs y subirĂĄs al lugar que HaShem tu Dios escojaâ (LBLA revisada) â SegĂşn RashĂ, âentre sangre y sangreâ tiene que ver con dificultad para determinar si la sangre que sale de una mujer es impura o pura, cf. LevĂtico 15:19. âEntre veredicto y veredictoâ tiene que ver con las leyes que regulan los daĂąos civiles y las transacciones econĂłmicas entre los individuos, las leyes que regulan las faltas que incurren en castigo corporal y las leyes que regulan en quĂŠ casos se aplica la pena capital. âEntre afecciĂłn y afecciĂłnâ tiene que ver con definiciones para saber si una afecciĂłn es de carĂĄcter impura o pura, cf. LevĂtico 13.
âSi un caso es demasiado difĂcil para ti para que puedas juzgarâŚâ â AquĂ se estĂĄ hablando a los jueces de las diferentes ciudades de Israel. La TorĂĄ fue escrita en primer lugar a los jueces en Israel. En casos de conflicto, cuando los jueces menores no podĂan resolverlo, tendrĂan que recurrir a instancias mĂĄs altas, a las autoridades en Yerushalayim que son los sacerdotes levitas y un juez principal.
17:9 âal juez que haya en esos dĂasâ (LBLA) â AquĂ habla de un solo juez para cada generaciĂłn. Era el juez principal. MĂĄs adelante, en 19:17, se habla de âlos jueces que haya en esos dĂasâ. Esto nos enseĂąa que entre los jueces que hay, hay un principal.
17:11 âSegĂşn los tĂŠrminos de la TorĂĄ que ellos te enseĂąen, y segĂşn la sentencia que te declaren, asĂ harĂĄs; no te apartarĂĄs a la derecha ni a la izquierda de la palabra que ellos te declaren.â (LBLA revisada)Â â Esto nos enseĂąa que parte de la observancia de la TorĂĄ es obedecer los decretos de los sabios. No obstante, la sentencia que dicten las autoridades tiene que ser de acuerdo a la TorĂĄ del Eterno. SegĂşn RashĂ, hay que obedecerles aunque digan que la derecha es izquierda o la izquierda derecha. Pero el Talmud de Yerushalayim[4]Â Â dice todo lo contrario:
âSe podĂa pensar que incluso si te dicen que la derecha es la izquierda o que la izquierda es la derecha, aun asĂ debes obedecerlos. (Para mostrar que no es asĂ) el versĂculo declara: âni a la derecha ni a la izquierdaâ (Deuteronomio 5:32; 28:14), (lo cual implica hasta) que te digan que la derecha es derecha y la izquierda es izquierda.â
Compara con Hechos 4:18-20; 5:29b donde estĂĄ escrito:
âCuando los llamaron, les ordenaron no hablar ni enseĂąar en el nombre de YeshĂşa. Mas respondiendo Kefa y JojanĂĄn, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oĂdo… Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.â (LBLA revisada)
17:12 âY el hombre que proceda con presunciĂłn, no escuchando al sacerdote que estĂĄ allĂ para servir a HaShem tu Dios, ni al juez, ese hombre morirĂĄ; asĂ quitarĂĄs el mal de en medio de Israel.â (LBLA revisada)Â â Es sumamente grande la autoridad delegada al SanedrĂn en Yerushalayim, con pena de muerte al que resiste la sentencia de esa corte suprema. La corte suprema estĂĄ puesto en lugar de Dios, y el que resiste la autoridad puesta por Ăl le resiste a Ăl mismo, lo cual es un grave delito.
17:13 âEntonces todo el pueblo escucharĂĄ y temerĂĄ, y no volverĂĄ a proceder con presunciĂłn.â (LBLA revisada)Â â La sentencia de muerte sobre un rebelde sirve, no sĂłlo para quitar el mal de en medio de Israel, sino para producir respeto y temor reverente al Eterno y a las autoridades puestas por Ăl.
 Segunda aliyå, 17:14-20
Â
17:14 âCuando entres en la tierra que HaShem tu Dios te da, y la poseas y habites en ella, y digas: “PondrĂŠ un rey sobre mĂ, como todas las naciones que me rodean”â (LBLA revisada) â La TorĂĄ prevĂŠ que el pueblo iba a pedir un rey. La iniciativa de tener un rey no vino de HaShem. Esta palabra se cumpliĂł en 1 Samuel 8:5, donde dice que el pueblo pidiĂł un rey. El propĂłsito con esta peticiĂłn no fue para cumplir la TorĂĄ, sino ser semejantes a todos los demĂĄs pueblos en la tierra. Esto fue lo que al Eterno se manifestara como triste. HaShem tambiĂŠn habĂa dicho a Avraham en GĂŠnesis 17:6 que: âreyes saldrĂĄn de tiâ, lo cual constituye tambiĂŠn una base para que hubiera reyes en Israel.
17:15 âciertamente pondrĂĄs sobre ti al rey que HaShem tu Dios escoja, a uno de entre tus hermanos pondrĂĄs por rey sobre ti; no pondrĂĄs sobre ti a un extranjero que no sea hermano tuyo.â (LBLA revisada)Â â Esto nos enseĂąa varias cosas importantes en cuanto al reinado en Israel:
El rey tiene que ser escogido por HaShem â por medio de sus profetas.
El rey estĂĄ colocado en una posiciĂłn sobre Israel.
El rey es puesto por el pueblo. La forma de gobierno que el Eterno establece entre los hombres es tanto teocrĂĄtico como democrĂĄtico. Tienen que haber una colaboraciĂłn en el momento de la instalaciĂłn de una autoridad, entre el Eterno y el pueblo que va a ser dirigido por esa autoridad.
El rey tiene que ser israelita de nacimiento, no puede ser extranjero.
17:16-17 âAdemĂĄs, no aumentarĂĄ para sĂ muchos caballos, ni harĂĄ que el pueblo vuelva a Egipto para tener muchos caballos, pues HaShem te ha dicho: “JamĂĄs volverĂŠis por ese camino.â Tampoco aumentarĂĄ para sĂ muchas mujeres, no sea que su corazĂłn se desvĂe; tampoco aumentarĂĄ para sĂ grandes cantidades de plata u oro.â (LBLA revisada)Â â El rey ShelomĂł pecĂł en estas tres ĂĄreas:
Tuvo muchos caballos e hizo que el pueblo volviera a Egipto, para comprar caballos, cf. 1 Reyes 4:26. El Talmud[5]Â dice que sĂłlo puede poseer los suficientes para sus carros, cf. 2 Samuel 8:4.
Tuvo muchas mujeres que desviaron su corazĂłn, cf. 1 Reyes 11:3-4. SegĂşn el Talmud,[6]Â sĂłlo podĂa tener 18 mujeres, basado en el texto de 2 Samuel 12:8 donde HaShem habla de aĂąadir dos veces mĂĄs a lo que el rey David ya tenĂa. Entonces tenĂa seis esposas.
Tuvo mucha plata y oro, cf. 1 Rey 10:21, 27. El Talmud[7]Â dice que sĂłlo puede poseer lo suficiente para adjudicar para su corte.
Por pecar en estas tres ĂĄreas, HaShem le levantĂł tres enemigos, cf. 1 Reyes 11:14, 23, 26. Si el rey ShelomĂł hubiera hecho caso a la TorĂĄ, no hubiera caĂdo en pecado. Todas las caĂdas de los hombres desde Adam hasta el Ăşltimo hombre, han sido, son y serĂĄn la consecuencia de no haber hecho caso a los mandamientos del Eterno escritos en la TorĂĄ.
Un Midrash[8] cuenta que la yud de la palabra yarbĂŠ, âaumentarĂĄâ, se molestĂł con el rey ShelomĂł cuando transgrediĂł estas prohibiciones de la TorĂĄ, y volĂł ante el trono celestial y se quejĂł: âShelomĂł me desarraigĂł por transgredir las prohibiciones de acumular esposas, caballos y riquezas. Ahora ha anulado estas mitsvot, eventualmente descarte toda la TorĂĄ.â HaShem respondiĂł a la yud: âNo temas. ShelomĂł y miles como ĂŠl morirĂĄn, pero hasta tĂş, la mĂĄs pequeĂąa de las letras, jamĂĄs serĂĄs desarraigadaâ.
Es muy posible que este Midrash haya estado en la mente de nuestro Maestro cuando pronunciĂł estas palabras ante el pueblo, como estĂĄn escritas en Mateo 5:18:
âPorque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderĂĄ ni la letra mĂĄs pequeĂąa ni una tilde de la TorĂĄ hasta que toda se cumpla.â (LBLA revisada)
17:18-19 âY sucederĂĄ que cuando ĂŠl se siente sobre el trono de su reino, escribirĂĄ para sĂ dos copias de esta TorĂĄ en un libro, en presencia de los sacerdotes levitas. La tendrĂĄ consigo y la leerĂĄ todos los dĂas de su vida, para que aprenda a temer a HaShem su Dios, observando cuidadosamente todas las palabras de esta TorĂĄ y estos estatutosâ (LBLA revisada) â La TorĂĄ tenĂa que ser la base del reino. Por esto el rey tenĂa que escribir un Sefer TorĂĄÂ para sĂ y leerlo todos los dĂas. SegĂşn RashĂ, la expresiĂłn mishnĂŠ TorĂĄ, que aparece en este versĂculo, significa que el rey tenĂa que escribir dos rollos de la TorĂĄ, y tener uno en su cĂĄmara de tesoro y otro que entra y sale con ĂŠl. Los reyes judĂos solĂan tener un Sefer TorĂĄÂ en miniatura que colocaban sobre su brazo derecho, para que los acompaĂąara constantemente. De este mandamiento se ha legislado que todo varĂłn judĂo debe escribir un Sefer TorĂĄ, o bien pagar para que un escriba lo haga.
17:20 âpara que no se eleve su corazĂłn sobre sus hermanos y no se desvĂe del mandamiento ni a la derecha ni a la izquierda, a fin de que prolongue sus dĂas en su reino, ĂŠl y sus hijos, en medio de Israel.â (LBLA revisada)Â â Una lectura diaria de la TorĂĄ produce temor de HaShem y humildad de corazĂłn para la observancia correcta de los mandamientos. ÂżCuĂĄl es el antĂdoto para la falta de temor de HaShem que tenemos en la sociedad en la que vivimos? La lectura de la TorĂĄ todos los dĂas de la vida.
Tercera aliyĂĄ, 18:1-5
18:4 âLe darĂĄs las primicias de tu grano, de tu mosto, de tu aceite y del primer esquileo de tus ovejas.â (LBLA revisada) â La palabra hebrea que ha sido traducida como âprimiciasâ es reshĂt,[9] que tambiĂŠn es la primera palabra de la TorĂĄ, cf. GĂŠnesis 1:1.
Cuarta aliyĂĄ, 18:6-13
18:5 âPorque HaShem tu Dios le ha escogido a ĂŠl y a sus hijos de entre todas tus tribus, para que estĂŠ de pie y sirva en el nombre de HaShem, para siempre.â (LBLA revisada)Â â Este texto nos enseĂąa que el servicio sagrado se hace de pie.
18:6 âY si un levita sale de alguna de tus ciudades, de cualquier parte de Israel en que resida, y llega con todo el deseo de su alma al lugar que HaShem escojaâ (LBLA revisada) â Esta es la actitud que hay que tener para servir al Eterno correctamente. El que no tiene esa actitud no puede hacerle un servicio agradable. Ese deseo es como un fuego dentro del alma del siervo del Eterno. El fuego en los sacrificios produce un olor fragante delante del Eterno. Si no hay fuego en nuestras almas a la hora de servir al Eterno, no somos agradables.
18:7 âĂŠl ministrarĂĄ en el nombre de HaShem su Dios, como todos sus hermanos levitas que estĂĄn allĂ delante de HaShem.â (LBLA revisada) â Servir en el Nombre significa tener autorizaciĂłn para hacerlo. El levita tiene autoridad para servir delante del Eterno, lo mismo que el profeta, cf. 18:19.
18:10-11 âNo sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinaciĂłn, un pronosticador, un augur, o hechicero, o encantador, o mĂŠdium, o espiritista, ni quien consulte a los muertosâ (LBLA revisada) â SegĂşn RashĂ, adivinar es coger su vara y hacer una pregunta como: âÂżDebo ir o no ir?â, cf. Oseas 4:12. SegĂşn los sabios, un pronosticador se refiere a uno que hace trucos de magia. El texto hebreo dice: âque toma los ojosâ, que tiene el mismo significado que âque toma el peloâ, es decir uno que engaĂąa al pĂşblico con trucos y artes mĂĄgicos. SegĂşn RashĂ, un augur es uno que actĂşa a base de que el pan cayĂł de su boca o un venado cruzĂł su camino. Es un supersticioso. Un hechicero es uno que practica la magia negra. Un encantador es uno que agrupa reptiles en un lugar para practicar hechicerĂa o adivinaciĂłn. Un mĂŠdium es uno que piensa que el espĂritu de un muerto habla por su axila, mediante nigromancia, o uno que mete un hueso de un animal en la boca y el hueso habla. Un espiritista es uno que consulta una calavera o una persona muerta, o va a los cementerios para comunicarse son los espĂritus de los muertos. Todos estos ritos son hechos con espĂritus inmundos. (Las palabras espaĂąolas que son utilizadas en la traducciĂłn no coinciden necesariamente con la explicaciĂłn que se da aquĂ. Estas explicaciones estĂĄn hechas a base de las palabras hebreas, no las espaĂąolas.)
18:12 âPorque cualquiera que hace estas cosas es abominable a HaShem; y por causa de estas abominaciones HaShem tu Dios expulsarĂĄ a esas naciones de delante de ti.â (LBLA revisada)Â â Cualquiera que practique el ocultismo se contamina espiritualmente y luego sicolĂłgicamente y fĂsicamente. El que practica el ocultismo es abominable para el Eterno. La prĂĄctica del ocultismo fue la principal razĂłn por la que las siete naciones fueron destruidas y expulsadas de la tierra de KenĂĄan.
Debemos tener cierto conocimiento de las prĂĄcticas ocultas para:
18:13 âSerĂĄs intachable delante de HaShem tu Dios.â (LBLA revisada)Â â Esto nos enseĂąa que el que practica alguna de estas cosas nunca podrĂĄ llegar a la perfecciĂłn espiritual.
Quinta aliyĂĄ, 18:14 â 19:13
18:14 âPorque esas naciones que vas a desalojar escuchan a los que practican hechicerĂa y a los adivinos, pero a ti HaShem tu Dios no te lo ha permitido.â (LBLA revisada)Â â El profeta como MoshĂŠ es presentado en contraste con los adivinos y hechiceros de las naciones gentiles. Por un lado hay algo semejante entre estas prĂĄcticas ocultas y el ministerio del Profeta. Pero por otro lado es algo totalmente diferente. Se parecen en que estĂĄn operando desde una dimensiĂłn sobrenatural, espiritual. Y se diferencian en que las fuentes de esos poderes o revelaciones son opuestas. Los adivinos estĂĄn bajo la influencia de satanĂĄs y los malos espĂritus. Los profetas estĂĄn bajo la influencia del EspĂritu del Eterno. Los falsos profetas se parecen a los verdaderos, pero su fuente de inspiraciĂłn no es HaShem.
18:15 âUn profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantarĂĄ HaShem tu Dios; a ĂŠl oirĂŠis.â (LBLA revisada) â El tĂŠrmino espaĂąol âprofetaâ, viene del latĂn profeta, (de origen griego).â Pro-fethes significa âhablar en vez deâ, âser portavoz deâ; âhablar ante alguienâ, âhablar en voz altaâ; (en gr. tambiĂŠn significa âpredecirâ). En el griego clĂĄsico significa âpredicadorâ. El tĂŠrmino hebreo es navĂ,[10] posiblemente de la raĂz acadia nb, que significa âllamarâ, âconvocarâ. La forma hebrea es pasiva y significa âllamadoâ, âconvocadoâ. AquĂ presentamos unos puntos que nos muestran cĂłmo es el llamado y el mensaje de los diferentes profetas que el Eterno levanta:
su origen
no humano, cf. AmĂłs 7:15; 2 Pedro 1:20-21
divino, cf. AmĂłs 2:11; JeremĂas 23:21-22
del EspĂritu, cf. NĂşmeros 11:29
su autoridad
 sobre el sacerdote, por ejemplo MoshÊ
sobre el rey, ej. Shemuel, cf. AmĂłs 7:9
sobre el pueblo, cf. IsaĂas 6:9,10
sobre las naciones, cf. JeremĂas 1:10
su misiĂłn
prĂĄctica
oral, es la âbocaâ, cf.  Ăxodo 4:16; 7:1; JeremĂas 1:9
escritural
el origen del mensaje â una llama divina
luz â revelaciĂłn
calor â inspiraciĂłn
la forma del mensaje
verbal, cf. JeremĂas 23:18b
visual, cf. NĂşmeros 12:6; JeremĂas 23:18a, ej. ZejariyĂĄ
el tiempo del mensaje
pasado
presente
futuro
18:18-19 âUn profeta como tĂş levantarĂŠ de entre sus hermanos, y pondrĂŠ mis palabras en su boca, y ĂŠl les hablarĂĄ todo lo que yo le mande. Y sucederĂĄ que a cualquiera que no oiga las palabras que ĂŠl ha de hablar en mi nombre, yo mismo le pedirĂŠ cuenta.â (LBLA revisada) â Los muchos profetas que han surgido en Israel han cumplido funciones importantes. Todos ellos han cumplido parte de esta profecĂa, pero ninguno ha estado a la par de MoshĂŠ. Por lo tanto tiene que haber uno que se asemeja a MoshĂŠ en muchas ĂĄreas de su vida, para que haya un cumplimiento pleno de esta escritura. Hay mucha similitud entre YeshĂşa y MoshĂŠ, desde su nacimiento hasta su muerte. La vida y ministerio de MoshĂŠ constituye una sombra profĂŠtica del mismo MesĂas. El MesĂas serĂa como MoshĂŠ. Vamos a ver algunas cosas de la vida de MoshĂŠ que se asemejan a la del MesĂas YeshĂşa:
1) MoshĂŠ naciĂł en una situaciĂłn de peligro y tenĂa que ser escondido.
En Ăxodo 1:22; 2:3b estĂĄ escrito:
âEntonces FaraĂłn ordenĂł a todo su pueblo, diciendo: Todo hijo que nazca lo echarĂŠis al rĂo… Entontes puso al niĂąo en ella, y la colocĂł entre los juncos a la orilla del rĂo.â (LBLA revisada)
Cuando naciĂł el niĂąo, que mĂĄs adelante llevarĂa el nombre de âMoshĂŠâ, habĂa una amenaza de muerte sobre ĂŠl. El FaraĂłn, rey de Egipto, habĂa ordenado que todos los niĂąos varones de Israel fueran brutalmente asesinados, con el fin de que el pueblo hebreo no se multiplicara mĂĄs sobre la tierra y para que los egipcios pudieran dominarlos. Por lo tanto, los padres de este niĂąo hermoso tenĂan que mantenerle escondido durante varios meses para salvar su vida.
De la misma manera, cuando el MesĂas YeshĂşa naciĂł, hubo una amenaza de muerte sobre ĂŠl, cf. Mateo 2. El rey Herodes temĂa que el nuevo rey de los judĂos, que habĂa nacido, llegara a quitarle de su puesto. Por eso mandĂł matar a todos los niĂąos de Bet-Lejem. YeshĂşa, al igual que MoshĂŠ, se salvĂł âpor los pelosâ. Por la mano de Dios tanto MoshĂŠ como YeshĂşa fueron salvados como niĂąos de la mano de los reyes que querĂan matarlos.
2) El nombre MoshĂŠ es una profecĂa mesiĂĄnica.
En Ăxodo 2:10b estĂĄ escrito:
âY le puso por nombre MoshĂŠ, diciendo: Pues lo he sacado de las aguas.â (LBLA revisada)
La hija de FaraĂłn puso el nombre âMoshĂŠâ[11] sobre el niĂąo. Ese nombre viene de la palabra mashĂĄ,[12] que significa: âsacar (del agua)â, âhacer salirâ, âextraerâ, âsalvarâ. MoshĂŠ fue sacado de una muerte segura en el rĂo, cf. Hechos 7:21, y por eso llegĂł a ser un cuadro profĂŠtico del MesĂas. Como MoshĂŠ fue sacado de la muerte en el rĂo, el MesĂas fue sacado de la muerte, cf. Salmos 18; 69; 88; ZacarĂas 3:2.
3) MoshĂŠ no se aferrĂł a su gloria sino se uniĂł a un pueblo esclavizado.
En Ăxodo 2:11a estĂĄ escrito:
âY aconteciĂł en aquellos dĂas, crecido ya MoshĂŠ, saliĂł a sus hermanos…â (LBLA revisada)
SegĂşn he entendido, es posible que MoshĂŠ fuera el siguiente rey de Egipto, puesto que eran los hijos de las hijas de los faraones que llegaron a ser los sucesores del trono. A pesar de esta posiciĂłn de gloria y riqueza mundial, MoshĂŠ valorĂł su identidad hebrea mĂĄs que todos los privilegios de Egipto.
En Hebreos 11:24-27 estĂĄ escrito:
âPor la fe MoshĂŠ, cuando era ya grande, rehusĂł ser llamado hijo de la hija de FaraĂłn, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio del MesĂas que los tesoros de Egipto; porque tenĂa su mirada puesta en la recompensa. Por la fe saliĂł de Egipto sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible.â (LBLA revisada)
De la misma manera como MoshĂŠ, YeshĂşa cuando fue enviado al pueblo judĂo, no reclamĂł la gloria que HaShem habĂa le habĂa dado desde antes de que el mundo existiera, cf. Juan 17:5. Cuando habĂa crecido, en lugar de aferrarse a la posiciĂłn de gloria que le pertenecĂa y la semejanza de Dios que tenĂa, cf. Mateo 17:2, se vaciĂł de sĂ mismo y se presentĂł al mundo como cualquier hombre, cf. Filipenses 2:6-7.
4) MoshĂŠ fue rechazado por su propio pueblo cuando vino la primera vez.
En Ăxodo 2:14a estĂĄ escrito:
âÂżQuiĂŠn te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?â (LBLA)
Esta fue la primera vez que MoshĂŠ intentĂł llegar al corazĂłn de sus hermanos. Pero no le reconocieron. En esto encontramos un evento profĂŠtico que habla de lo que iba a pasar con el MesĂas en su primera venida a su pueblo, Juan 1:11.
Es cierto que miles y miles le recibieron cuando vino. Es cierto que tres mil le recibieron en el dĂa de shavuot (PentecostĂŠs), cuando cayĂł la Ruaj Ha-KĂłdesh (EspĂritu de Santidad). Es cierto que mĂĄs adelante la Escritura dice que cinco mil le habĂan recibido en Yerushalayim. Es cierto lo que dice Hechos 21:20 que hasta mĂĄs de 30,000 en Yerushalayim le habĂan recibido como el MesĂas. Es cierto que los primeros 100,000 creyentes mesiĂĄnicos eran solamente judĂos y es cierto que se calcula que cerca del aĂąo 100 de la Era comĂşn, alrededor de 1,000,000 le habĂan recibido como el MesĂas prometido, el MesĂas ben Yosef. Pero tristemente la mayorĂa del pueblo de Israel no le recibiĂł cuando vino, y ĂŠl fue rechazado por los lĂderes y jueces de la naciĂłn judĂa, que eran los suyos. Por esto ĂŠl les fue quitado durante mucho tiempo para luego ser presentado otra vez con poder, igual que MoshĂŠ, como dice tambiĂŠn el Midrash:[13]
âEl redentor futuro serĂĄ como el primer redentor (MoshĂŠ). Al igual que el primer redentor se revelĂł y luego se escondiĂł de ellos⌠asĂ redentor futuro se revelarĂĄ a ellos, y luego se esconderĂĄ de ellos.”
5) MoshĂŠ volviĂł a Israel despuĂŠs de mucho tiempo.
En Ăxodo 2:23a estĂĄ escrito:
âY aconteciĂł que pasado mucho tiempo…â (LBLA)
Aunque MoshĂŠ estuvo lejos de su pueblo durante mucho tiempo, su corazĂłn estaba con ellos. Y a pesar de que pudo tener una familia propia, nunca se sentĂa integrado en el pueblo y la cultura de su suegro YitrĂł. El primer hijo que tuvo con su esposa TsiporĂĄ fue llamado Guer-shom, que significa âextranjero allĂâ. MoshĂŠ nunca se sentĂa como en casa con su suegro. Su corazĂłn estaba con los israelitas en Egipto. DespuĂŠs de cuarenta aĂąos MoshĂŠ fue enviado de vuelta a Egipto para enfrentar al FaraĂłn y sacar a los hijos de Israel de su poder.
De la misma manera el MesĂas va a volver, despuĂŠs de mucho tiempo, a Israel con la autoridad de HaShem para liberar definitivamente a los hijos de Israel de la opresiĂłn del sistema del Nuevo Orden Mundial.
6) MoshĂŠ fue enviado para enfrentarse directamente con el FaraĂłn y destruir su poder mĂĄgico.Â
En Ăxodo 3:10a estĂĄ escrito:
âAhora pues, ven y te enviarĂŠ al FaraĂłn…â (LBLA)
El poder mĂĄgico de Egipto tenĂa el pueblo hebreo bajo esclavitud. La Ăşnica forma de liberar al pueblo era desafiar a los poderes de los dioses falsos de Egipto. TambiĂŠn el FaraĂłn era adorado como un dios. Los dioses egipcios habĂan sido creados con el fin de manipular al pueblo por medio de ellos. Los magos que habĂa en Egipto conocĂan los poderes mĂĄgicos de los demonios. MoshĂŠ fue enviado para desafiar todo ese poder demonĂaco que estaba dominando el sistema mundial polĂtico de aquel entonces.
De la misma manera el MesĂas vino al mundo para deshacer las obras de satanĂĄs, como estĂĄ escrito en 1 Juan 3:8b:
âEl Hijo de Dios se manifestĂł con este propĂłsito: para destruir las obras de satanĂĄs.â (LBLA revisada)
Cuando YeshĂşa muriĂł, en la misma noche que el cordero pascual fue comido por el pueblo de Israel, el poder de satanĂĄs fue destruido para siempre, como estĂĄ escrito en Hebreos 2:14-17a:
âAsĂ que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participĂł tambiĂŠn de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenĂa el poder de la muerte, es decir, satanĂĄs; y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida. Porque ciertamente no toma a los ĂĄngeles, sino que toma a la descendencia de Avraham. Por tanto, tenĂa que ser semejante a sus hermanos en todo…â (LBLA revisada)
7) MoshĂŠ fue enviado para liberar al pueblo de la esclavitud bajo el FaraĂłn en Egipto.
En Ăxodo 3:10b estĂĄ escrito:
âPara que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.â (LBLA revisada)
El FaraĂłn simboliza a satanĂĄs. Egipto simboliza el mundo, y la esclavitud de nuestros padres simboliza la esclavitud de los seres humanos bajo el poder del pecado que mora en ellos.
Como MoshĂŠ fue enviado para liberar al pueblo de Israel del poder del FaraĂłn, asĂ el MesĂas vino para liberarnos del poder de satanĂĄs.
Como MoshĂŠ fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la tierra de Egipto, asĂ el MesĂas vino para liberar a los hijos de Avraham del sistema de este mundo.
Como MoshĂŠ fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud, asĂ el MesĂas vino para liberarnos de la esclavitud del pecado, como estĂĄ escrito en la carta a los Romanos 6:5-7:Â Â
âPorque si hemos sido unidos a ĂŠl en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos tambiĂŠn en la semejanza de su resurrecciĂłn, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue colgado en un madero con ĂŠl, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado.â (LBLA revisada)
8) MoshĂŠ revelĂł el Nombre santo al pueblo.
En Ăxodo 3:16a estĂĄ escrito:
âVe y reĂşne a los ancianos de Israel, y diles: HaShemâ (LBLA revisada)
Cuando MoshĂŠ recibiĂł el llamado de ir al pueblo de sus padres, quiso saber el Nombre de su Dios. Los hijos de Israel conocĂan el Nombre del Santo, bendito es, y al venir MoshĂŠ pronunciando su Nombre delante de ellos, reconocieron que verdaderamente habĂa conocido el Dios de Avraham, Yitsjak y Yaakov. MoshĂŠ fue encomendado pronunciar el Nombre delante del pueblo, segĂşn estĂĄ escrito en Shemot 3:15:
âDijo ademĂĄs Dios a MoshĂŠ: AsĂ dirĂĄs a los hijos de Israel: “HaShem, el Dios de vuestros padres, el Dios de Avraham, el Dios de Yitsjak y el Dios de Yaakov, me ha enviado a vosotros.â  Este es mi nombre para siempre, y con ĂŠl se harĂĄ memoria de mĂ de generaciĂłn en generaciĂłn.â (LBLA revisada)
MoshĂŠ fue ordenado pronunciar el Nombre delante de los hijos de Israel. Fue enviado para que ellos conocieran verdaderamente el significado de ese nombre, un significado maravilloso de liberaciĂłn de la esclavitud, de redenciĂłn y de salvaciĂłn.
De la misma manera vino YeshĂşa en el Nombre de HaShem, como estĂĄ escrito en Juan 12:13 (cf. Salmo 118:25-26):
âÂĄHoshiana! (sĂĄlvanos por favor) Bendito el que viene en el NOMBRE de HaShem, el Rey de Israel.â (LBLA revisada)
Si YeshĂşa hubiera sido HaShem, estarĂa escrito: âBendito HaShem, que vieneâ. Pero no lo dice. No es lo mismo ser el Eterno que venir en el Nombre del Eterno. YeshĂşa no vino en su propio nombre, sino en el Nombre de su Padre, cf. Juan 5:43. Vino para dar a conocer el Nombre, como estĂĄ escrito en Juan 17:6a, 26:
âHe manifestado tu Nombre a los hombres que del mundo me diste… Yo les he dado a conocer tu Nombre, y lo darĂŠ a conocer, para que el amor con que me amaste estĂŠ en ellos y yo en ellos.â (LBLA)
Como MoshĂŠ vino a dar a conocer el Nombre de Dios a Israel, asĂ el MesĂas YeshĂşa vino para dar a conocer el nombre de Su Padre a Israel.
9) MoshĂŠ hizo milagros extraordinarios.
En Ăxodo 4:5a estĂĄ escrito:
âPor esto creerĂĄn que se te ha aparecido HaShem…â (LBLA revisada)
MoshĂŠ fue enviado para hacer milagros extraordinarios. No hemos visto ningĂşn hombre en la tierra, hasta venir el MesĂas YeshĂşa, que haya podido hacer milagros tan grandes como los que hizo MoshĂŠ. Hay rabinos que dicen que Yirmeyahu (JeremĂas) es el profeta prometido, que fue levantado como MoshĂŠ, porque como a MoshĂŠ, el Eterno tambiĂŠn le dijo a Yirmeyahu que Sus palabras fueron puestas en su boca, cf. JeremĂas 1:9. Es cierto que Yirmeyahu hablaba la Palabra del Eterno, pero no hizo los milagros que hizo MoshĂŠ. Por lo tanto ĂŠl no podĂa haber sido el profeta que el Eterno levantarĂa como MoshĂŠ.
No cabe duda de que los milagros hechos por el MesĂas YeshĂşa, documentados en los cuatro libros llamados Evangelios, constituyen una evidencia de que ĂŠl es el cumplimiento de la promesa de un profeta como MoshĂŠ, con la autoridad del Padre para hacer toda clase de milagros extraordinarios, entre ellos abrir los ojos de los ciegos, limpiar a los leprosos, restaurar a los paralĂticos, expulsar a los demonios y levantar a los muertos.
En Juan 15:24 estĂĄ escrito:
âSi yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningĂşn otro ha hecho, no tendrĂan pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mĂ y tambiĂŠn a mi Padre.â (LBLA)
Como MoshĂŠ fue enviado a hacer milagros extraordinarios para enfrentar al maligno y liberar al pueblo, asĂ el MesĂas YeshĂşa vino con todo el poder del cielo para destruir las obras de satanĂĄs y liberar al pueblo de Israel y al mundo entero, de las consecuencias de la esclavitud del pecado.   Â
10) MoshĂŠ hablĂł las palabras de HaShem.
En Ăxodo 4:12b estĂĄ escrito:
âYo estarĂŠ con tu boca, y te enseĂąarĂŠ lo que has de hablarâ
MoshĂŠ fue el profeta nĂşmero uno de Israel. No hay ninguno que haya escrito tantas palabras de HaShem como ĂŠl. Mediante su ministerio nos ha llegado la revelaciĂłn de la TorĂĄ de una forma maravillosa. Y por medio de su vida el MesĂas nos dio la mĂĄxima revelaciĂłn de la TorĂĄ de Dios, como estĂĄ escrito en Mateo 5:17-18
âNo pensĂŠis que he venido para abolir la TorĂĄ o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderĂĄ ni la letra mĂĄs pequeĂąa ni una tilde de la TorĂĄ, hasta que toda se cumpla.â (LBLA revisada)
La palabra âTorĂĄâ se refiere en este contexto a los cinco libros de MoshĂŠ. El MesĂas no vino para anular nada de los escritos de MoshĂŠ, sino al contrario, confirmarlos y vivirlos de una manera perfecta. La palabra âcumplirâ en este contexto se refiere a un tĂŠrmino rabĂnico que tiene que ver con una aplicaciĂłn correcta de los mandamientos. Cumplir no significa de ninguna manera terminar o acabar, sino llevar a su mĂĄxima aplicaciĂłn prĂĄctica en la vida diaria.
Como MoshĂŠ vino como profeta para darnos la TorĂĄ, asĂ vino el Hijo de Dios como el profeta prometido para hablarnos definitivamente lo que habĂa en el corazĂłn del Padre cuando la TorĂĄ fue dada, como estĂĄ escrito en Hebreos 1:1-2:
âDios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos Ăşltimos dĂas nos ha hablado por su Hijo, a quiĂŠn constituyĂł heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo tambiĂŠn el universo.â (LBLA revisada)
11) MoshĂŠ es llamado Dios
En Ăxodo 4:16b estĂĄ escrito:
âTĂş serĂĄs Dios para ĂŠlâ (TraducciĂłn propia)
MoshĂŠ es llamado Elohim en las Escrituras. Es exactamente la misma palabra que es usada para el Creador en GĂŠnesis 1:1. Elohim es la palabra mĂĄs frecuente en las Escrituras para âDiosâ y es usada principalmente para el Creador, pero tambiĂŠn para los ĂĄngeles. En un par de ocasiones es usada para hombres, en Ăxodo 4:16; 7:1 (MoshĂŠ), y en Ăxodo 22:8-9, donde ha sido traducida como “jueces”, refiriĂŠndose a los jueces de Israel. El tĂtulo Dios tiene que ver con poder, autoridad y juicio, y en este caso vemos que el Padre delega su autoridad tanto a los ĂĄngeles como a los hombres. De esta manera MoshĂŠ es llamado âDiosâ, por la autoridad delegada que recibiĂł.
En Ăxodo 7:1 estĂĄ escrito:
âYo te he hecho Dios (Elohim) para FaraĂłnâ
Como MoshĂŠ ha recibido la autoridad delegada de funcionar en lugar de Dios en la tierra, asĂ el YeshĂşa ha recibido el derecho de ser llamado Dios como estĂĄ escrito en Juan 1:1:
âY el Verbo era Dios (juez supremo)â
En Filipenses 2:9 estĂĄ escrito:
âDios tambiĂŠn le exaltĂł hasta lo sumo, y le confiriĂł el Nombre que es sobre todo nombre” (LBLA)
YeshĂşa ha recibido un nombre que es sobre todo nombre. Esto significa, obviamente, que ĂŠl no lo tenĂa antes, y que no lo tiene en sĂ mismo.
En Hebreos 1:8a estĂĄ escrito:
âPero del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos…â (LBLA)Â
Hay muchas mĂĄs ĂĄreas de la vida de MoshĂŠ que podrĂamos sacar como sombras del MesĂas, pero vamos a parar aquĂ recordando las palabras de YeshĂşa en Juan 5:39, 46 donde dice:
âExaminĂĄis las Escrituras, porque vosotros pensĂĄis que en ellas tenĂŠis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mĂ… Porque si creyerais a MoshĂŠ, me creerĂais a mĂ, porque de mĂ escribiĂł ĂŠl.â (LBLA revisada)
18:20 âPero el profeta que hable con presunciĂłn en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en el nombre de otros dioses, ese profeta morirĂĄ.â (LBLA)Â â Si una persona pretende profetizar y, en ese afĂĄn o arrebato emocional, diga una sola palabra que el Eterno no haya dicho, es reo de muerte. La gravedad de este pecado es comparable a un asesinato, idolatrĂa, adulterio y blasfemia. La profecĂa no es para jugar, ni para manipular ni para crear un ambiente espiritual en las reuniones. Es fĂĄcil mezclar emocionalismo con inspiraciĂłn divina. Necesitamos el don de discernimiento de espĂritus para saber de dĂłnde viene la inspiraciĂłn de las profecĂas que se pronuncian.
Los sabios de Israel no han podido establecer un criterio sĂłlido por medio del cual se pueda evaluar una profecĂa en el momento que es pronunciada, si es verdadera o falsa. La falsa profecĂa puede sonar igual que la verdadera. A veces sĂłlo puede ser evaluada por la intuiciĂłn de otro profeta.
RashĂ menciona tres tipos de personas que deben ser ejecutados por manos de los hombres: el que profetiza lo que no escuchĂł de Dios, el que profetiza lo que no fue dicho a ĂŠl, sino a su colega y el que profetiza en nombre de Ădolos. Pero el que suprime su profecĂa, el que viola las palabras de un profeta o el que viola sus propias palabras profĂŠticas, morirĂĄ por mano del Cielo, como se declara: âYo mismo lo reclamarĂŠ de ĂŠl.â, cf. v. 19.
18:21-22 âY si dices en tu corazĂłn: “ÂżCĂłmo conoceremos la palabra que HaShem no ha hablado?” Cuando un profeta hable en el nombre de HaShem, si la cosa no acontece ni se cumple, ĂŠsa es palabra que HaShem no ha hablado; con arrogancia la ha hablado el profeta; no tendrĂĄs temor de ĂŠl.â (LBLA revisada) â La TorĂĄ advierte que si las palabras profĂŠticas no se cumplen, son falsas. Esto es vĂĄlido sĂłlo para palabras que hablen del futuro o pretenden revelar secretos. El tiempo mostrarĂĄ si esas palabras fueron falsas o verdaderas, cf. JeremĂas 28. Las falsas profecĂas, por muy bonitas que sean, producen que el pueblo confĂe en la mentira y se revele contra el plan de HaShem. Son contaminadas por un espĂritu de mentira. AdemĂĄs, hay profecĂas dadas por espĂritus malignos que dicen la verdad, pero son transmitidas con otro espĂritu. Tenemos un ejemplo en Hechos 16:16ss.
19:8-9 âY si HaShem tu Dios ensancha tu territorio⌠entonces te aĂąadirĂĄs tres ciudades mĂĄs, ademĂĄs de estas tres.â (LBLA revisada) â SegĂşn RashĂ, aquĂ se refiere a los territorios del keneo, kenizeo y el kadmoneo, cf. GĂŠnesis 15:19, que luego fueron AmĂłn, Edom y Moav. Por lo tanto, cuando esta palabra se cumpla, habrĂĄ en total nueve ciudades de refugio.
Sexta aliyĂĄ, 19:14 â 20:9
19:14 âNo moverĂĄs los linderos de tu prĂłjimo, fijados por los antepasados, en la herencia que recibirĂĄs en la tierra que HaShem tu Dios te da en posesiĂłn.â (LBLA revisada)Â â Esto se refiere a los linderos que fueron puestos en la tierra de Israel durante su reparto entre las diferentes tribus y familias, despuĂŠs de la conquista. TodavĂa hoy en dĂa se puede ver esos linderos en las montaĂąas de YehudĂĄ en las afueras de Yerushalayim. Esas piedras, que forman fronteras entre las herencias repartidas por YehoshĂşa, han estado allĂ mĂĄs de 3000 aĂąos.
19:18-20 âY los jueces investigarĂĄn minuciosamente; y si el testigo es un testigo falso y ha acusado a su hermano falsamente, entonces le harĂŠis a ĂŠl lo que ĂŠl intentaba hacer a su hermano. AsĂ quitarĂĄs el mal de en medio de ti. Los demĂĄs oirĂĄn y temerĂĄn, y nunca mĂĄs volverĂĄn a hacer una maldad semejante en medio de ti.â (LBLA revisada)Â â Vemos aquĂ la gravedad del falso testimonio y la mentira. La intenciĂłn de la persona que testifica falsamente es vista en el cielo como un crimen y tienen que ser juzgada para que el pueblo tema y no vuelvan a hacer una maldad semejante.
20:2 âY sucederĂĄ que cuando os acerquĂŠis a la batalla, el sacerdote se llegarĂĄ y hablarĂĄ al puebloâ (LBLA) â Las guerras en Israel son de carĂĄcter espiritual. Si hay falta de confianza en el Eterno entre los soldados del ejĂŠrcito, no podrĂĄn hacer frente a sus enemigos. Por eso el sacerdote tiene un papel importante para animar y edificar la fe de los soldados.
20:5 âY los oficiales hablarĂĄn al pueblo, diciendo: “ÂżQuiĂŠn es el hombre que ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro la estrene.â (LBLA revisada) â Los oficiales tienen aquĂ la funciĂłn de tratar casos de carĂĄcter social. Las tres cosas mencionadas, una casa, una viĂąa y una esposa, representan los momentos mĂĄs felices de la vida natural del hombre. Para que un soldado israelita no pierda la oportunidad de disfrutar de estos momentos, no podrĂĄ hacer cierto servicio militar mientras estĂŠ involucrado en uno de ellos.
Estas tres cosas aparecen aquĂ en el orden natural. Primero el hombre debe tener casa y trabajo, y luego es apto para casarse. Cuando el hombre fue creado, HaShem le dio primero una casa, el huerto, luego un trabajo, la jardinerĂa y despuĂŠs una mujer. Si vienen maldiciones sobre una persona, primero es tocada la relaciĂłn con la mujer, luego la casa y finalmente la vida laboral, cf. Deuteronomio 28:30. MaimĂłnides dice en su libro MishnĂŠ TorĂĄ:
âEs costumbre de personas sensatas que el hombre asegure primero un trabajo que lo alimente, luego construya una casa y finalmente despose a una mujer, como estĂĄ dicho: âhaber plantado una viĂąa, construido una casa y luego desposado a una mujerâ.
La novia es presentada en las Escrituras con estos tres tĂŠrminos, casa, viĂąa y mujer.
20:8 âEntonces los oficiales hablarĂĄn otra vez al pueblo, y dirĂĄn: “ÂżQuiĂŠn es hombre medroso y de corazĂłn apocado? Que salga y regrese a su casa para que no haga desfallecer el corazĂłn de sus hermanos como el corazĂłn suyo.ââ (LBLA revisada) â Las guerras de Israel son guerras de fe en el Eterno, y la fe no cabe en una persona que tiene miedo. El temor es lo contrario a la confianza. Por eso los miedosos no podĂan ser parte del ejĂŠrcito de Israel para que su incredulidad no daĂąara la fe de sus compaĂąeros.
20:9 âY sucederĂĄ que cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, nombrarĂĄn capitanes de tropas a la cabeza del pueblo.â (LBLA revisada) â Los capitanes son los dirigentes de la guerra. El sacerdote, v. 2, representa la vida religiosa, los oficiales, v. 5, representan la vida social, y los capitanes representan la defensa.
Hay tres tipos de guerras en Israel:[14]
La Ăşltima tenĂa que tener el consentimiento del Gran SanedrĂn, mientras que las primeras dos podĂan ser iniciadas por el rey.
SĂŠptima aliyĂĄ 20:10 â 21:9
20:18 âpara que ellos no os enseĂąen a imitar todas las abominaciones que ellos han hecho con sus dioses y no pequĂŠis contra HaShem vuestro Diosâ (LBLA revisada) â Esta es razĂłn por la que habĂa que destruir las siete naciones de la tierra. Su idolatrĂa habĂa llegado a tal nivel de contaminaciĂłn que era necesario tomar estas medidas tan radicales para erradicarlas de entre los hombres. La razĂłn de estas guerras no es el odio, ni el racismo ni el celo religioso, sino la misma supervivencia del pueblo de Israel y las demĂĄs naciones.
21:1Â Â âSi en la tierra que HaShem tu Dios te da para que la poseas, fuera encontrado alguien asesinado, tendido en el campo, y no se sabe quiĂŠn lo matĂłâ (LBLA revisada) â AquĂ vemos la importancia que HaShem da al derramamiento de sangre inocente. Un asesinato es algo muy grave. La noticia de la muerte de una sola persona, de forma violenta, debe estremecer nuestras almas. El proceso judicial para este tipo de caso, es ordenado para que esa sangre no traiga maldiciĂłn sobre la tierra y el pueblo. Si hay algo que trae maldiciĂłn sobre un pueblo y sobre una tierra, es el derramamiento de sangre inocente. Para HaShem es muy grave, y por lo tanto, tambiĂŠn lo es para nosotros.
21:2Â Â âentonces tus ancianos y tus jueces irĂĄn y medirĂĄn la distancia a las ciudades que estĂĄn alrededor del muerto.â (LBLA)Â â SegĂşn RashĂ, aquĂ la expresiĂłn âtus ancianosâ se refiere al Gran SanedrĂn en Yerushalayim.
21:8 â”Perdona a tu pueblo Israel, al cual has redimido, oh HaShem, y no imputes la sangre inocente a tu pueblo Israel.â Y la culpa de la sangre les serĂĄ perdonada.â (LBLA revisada) â Esto nos enseĂąa que existe una culpa colectiva. AquĂ se estĂĄ pidiendo perdĂłn por el pecado colectivo del pueblo cuando una persona ha cometido este crimen terrible. Los ancianos y los levitas representan al pueblo entero y, como tal, pueden pedir perdĂłn por este pecado en nombre del pueblo, para que no vengan las consecuencias de este pecado sobre todos. La culpa es perdonada, cuando no se sabe quiĂŠn es el causante de la muerte, al hacer una declaraciĂłn de reconocimiento del crimen y de inocencia de los lĂderes, junto con el sacrificio de una novilla joven que es matada en un lugar que no ha sido sembrado o trabajado por el hombre. El animal inocente tiene que morir en lugar del culpable para que HaShem no derrame la ira sobre la naciĂłn.
En GĂŠnesis 9:5 estĂĄ escrito:
âY ciertamente pedirĂŠ cuenta de la sangre de vuestras vidas; de todo animal la demandarĂŠ. Y de todo hombre, del hermano de todo hombre demandarĂŠ la vida del hombre.â (LBLA)
Los animales pueden representar a los hombres y morir en lugar de ellos para que haya perdĂłn. Pero estos animales no pueden sustituir verdaderamente a los hombres, son sĂłlo sombras del âhermano de todo hombreâ que tenĂa que morir en lugar de nosotros para que hubiera eterno perdĂłn de los pecados.
ÂĄBendito sea el Eterno por ese hermano!
En esta parashĂĄÂ se encuentran los mandamientos 491 â 531 de los 613:
Precepto de nombrar jueces y oficiales en cada comunidad judĂa, Deuteronomio 16:18.
Precepto de obedecer siempre al SanedrĂn, Deuteronomio 17:10.
Precepto de designar un rey sobre Israel, Deuteronomio 17:15.
Precepto para el rey de escribir un Rollo de la TorĂĄÂ (SĂŠfer TorĂĄ)Â para sĂ mismo, mĂĄs que otros judĂos, Deuteronomio 17:18.
Precepto de dar al cohÊn la ante pierna, la quijada y el estómago de una ofrenda, Deuteronomio 18:3.
Precepto de separar la terumå guedolå, Deuteronomio 18:4.
Precepto de dar al cohÊn lo primero de la lana, Deuteronomio 18:4.
Precepto para los cohanim de oficiar en el Santuario por turnos, y juntos durante las festividades, Deuteronomio 18:6-8.
Precepto de escuchar a cualquier profeta que no cambie los preceptos de la TorĂĄ, Deuteronomio 18:15.
Precepto de designar seis ciudades de refugio, Deuteronomio 19:3.
Precepto de hacer a los testigos conspiradores (edim zomemim) conforme habĂan conspirado hacer contra otra persona, Deuteronomio 19:19.
Precepto de ungir a un cohÊn para la guerra, Deuteronomio 20:5-7.
Precepto de actuar en una guerra opcional conforme la TorĂĄ estipula, Deuteronomio 20:10.
Precepto de desnucar a una becerra en un valle escabroso, Deuteronomio 21:4.
ProhibiciĂłn de plantar ĂĄrboles en el Santuario, Deuteronomio 16:21.
ProhibiciĂłn de erigir un pilar para idolatrĂa, Deuteronomio 16:22.
ProhibiciĂłn de ofrecer un animal con un defecto temporal, Deuteronomio 17:1.
ProhibiciĂłn de desobedecer al SanedrĂn, Deuteronomio 17:11.
ProhibiciĂłn de designar un rey que no sea judĂo, Deuteronomio 17:15.
ProhibiciĂłn para el rey de adquirir demasiados caballos, Deuteronomio 17:16.
ProhibiciĂłn de habitar jamĂĄs en Egipto, Deuteronomio 17:16.
ProhibiciĂłn para el rey de tener demasiadas esposas, Deuteronomio 17:17.
ProhibiciĂłn para el rey de amasar demasiado oro y plata, sino sĂłlo lo que necesita, Deuteronomio 17:17.
ProhibiciĂłn para los leviĂm de tener patrimonio territorial en la Tierra de Israel, Deuteronomio 18:1.
ProhibiciĂłn para la tribu de LevĂ de tomar del botĂn cuando se conquista la Tierra de Israel, Deuteronomio 18:1.
ProhibiciĂłn de practicar adivinaciĂłn, Deuteronomio 18:10.
ProhibiciĂłn de practicar hechicerĂa, Deuteronomio 18:10.
ProhibiciĂłn de contratar hechiceros, Deuteronomio 18:10-11.
ProhibiciĂłn de consulta a un espiritista de Ov, Deuteronomio 18:10-11.
ProhibiciĂłn de consulta a un espiritista de YidonĂ, Deuteronomio 18:10-11.
ProhibiciĂłn de consultar a un muerto, Deuteronomio 18:10-11.
ProhibiciĂłn de profetizar en falso, Deuteronomio 18:20.
ProhibiciĂłn de profetizar en nombre de un Ădolo, Deuteronomio 18:20.
ProhibiciĂłn de abstenerse de matar a un falso profeta y tenerle miedo, Deuteronomio 18:22.
ProhibiciĂłn de alterar los lindes entre nuestra propiedad y la ajena, Deuteronomio 19:14.
ProhibiciĂłn de juzgar con un solo testigo, Deuteronomio 19:15.
ProhibiciĂłn de apiadarse de una persona que causa daĂąos monetarios, Deuteronomio 19:21.
ProhibiciĂłn de temer al enemigo en la batalla, Deuteronomio 20:1.
ProhibiciĂłn de dejar vivos a los habitantes de KenĂĄan, Deuteronomio 20:16.
ProhibiciĂłn de cortar los ĂĄrboles de una ciudad cuando se le hace la guerra, Deuteronomio 20:19.
ProhibiciĂłn de arar o plantar en el valle escabroso donde la becerra fue desnucada, Deuteronomio 21:4.
[1]       Strong H4941 mishpaĚtò, mish-pawt’, From H8199; properly a verdict (favorable or unfavorable) pronounced judicially, especially a sentence or formal decree (human or (particularly) divine law, individual or collectively), including the act, the place, the suit, the crime, and the penalty; abstractly justice, including a particular right, or privilege (statutory or customary), or even a style: –  + adversary, ceremony, charge, X crime, custom, desert, determination, discretion, disposing, due, fashion, form, to be judged, judgment, just (-ice, -ly), (manner of) law (-ful), manner, measure, (due) order, ordinance, right, sentence, usest, X worthy, + wrong.
[2]       Strong G1343 δΚκιΚοĎĎ ĂŹÎ˝Îˇ, dikaiosuneĚ, dik-ah-yos-oo’-nay, From G1342; equity (of character or act); specificallyâŚÂ justification: – righteousness.
[3]       Strong H4676 matstseĚbaĚh, mats-tsay-baw’, Feminine (causative) participle of H5324; something stationed, that is, a column or (memorial stone); by analogy an idol: – garrison, (standing) image, pillar.
[4]Â Â Â Â Â Â Â Horayot 1:1.
[5]Â Â Â Â Â Â Â SanedrĂn 21b.
[6]Â Â Â Â Â Â Â SanedrĂn 21a.
[7]Â Â Â Â Â Â Â SanedrĂn 21b.
[8]Â Â Â Â Â Â Â Shemot RabĂĄ 6:5.
[9]       Strong H7225 reĚ’shiĚyth, ray-sheeth’, From the same as H7218; the first, in place, time, order or rank (specifically a firstfruit): – beginning, chief (-est), first (-fruits, part, time), principal thing.
[10]     Strong H5030 naĚbiĚy’, naw-bee’, From H5012; a prophet or (generally) inspired man: – prophecy, that prophesy, prophet.
[11]     Strong H4872 moĚsheh, mo-sheh’, From H4871; drawing out (of the water), that is, rescued; MoshĂŠ, the Israelitish lawgiver: – Moses.
[12]     Strong H4871 maĚshaĚh, maw-shaw’, A primitive root; to pull out (literally or figuratively): – draw (out).
[13]Â Â Â Â Â Rut RabĂĄ 5:6.
[14]Â Â Â Â Â MishnĂĄ SotĂĄ 8:7.
Shema Israel Communities, is a network of Communities (synagogues) of messianic conviction, established in several in some States of the USA, and in some cities of some countries such as USA, Mexico, Guatemala, Costa Rica, Colombia , Brazil, and in Spain, in the city of Malaga; The Shema Israel Synagogues are established with a vision to house the Bney Anusim and those who identify with Israel and the Jewish People. Each community is deeply identified with the Jewish Messiah Yeshua haMashiach and the Apostolic Writings; A network of congregations observing the Torah, the Feasts of the Eternal and of course the Shabath and the Kasherut.