20 Heshvan 5785
21st November 2024
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Shema Israel Communities, is a network of Communities (synagogues) of messianic conviction, established in several in some States of the USA, and in some cities of some countries such as USA, Mexico, Guatemala, Costa Rica, Colombia , Brazil, and in Spain, in the city of Malaga; The Shema Israel Synagogues are established with a vision to house the Bney Anusim and those who identify with Israel and the Jewish People. Each community is deeply identified with the Jewish Messiah Yeshua haMashiach and the Apostolic Writings; A network of congregations observing the Torah, the Feasts of the Eternal and of course the Shabath and the Kasherut.

2016
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ParashĂĄ 32 BeHar

Levítico 25:1 – 26:2

Por Dr. K. Blad Š

Segunda ediciĂłn 2013-14 (5774)

Prohibida toda reproducciĂłn lucrativa

Aliyås de la Torå (cuando BeHar es leída por separado):

25:1-13

25:14-18

25:19-24

25:25-28

25:29-38

25:39-46

25:47 – 26:2

Maftir: 25:55 – 26:2

Aliyås de la Torå (cuando BeHar es leída junto con BeJukotai):

25:1-18

25:19-28

25:29-38

25:39 – 26:9

26:10-46

27:1-15

27:16-31

Maftir: 27:32-34

Haftarå: Jeremías 32:6-27

BeHar

Significa “en la montaña”.

Comentarios

Primera aliyå, 25:1-13

25:2  “Habla a los hijos de Israel, y diles: “Cuando entrĂŠis a la tierra que yo os darĂŠ, la tierra guardarĂĄ shabat para HaShem.” (LBLA revisada)” – Ahora la TorĂĄ introduce un nuevo concepto, el del aĂąo sabĂĄtico. Como hay semanas de dĂ­as, asĂ­ tambiĂŠn hay semanas de aĂąos. Y como el sĂŠptimo dĂ­a de la semana es un dĂ­a de cese, asĂ­ tambiĂŠn HaShem ha establecido que cada sĂŠptimo aĂąo sea de cese y descanso para la tierra de Israel. Este mandamiento sĂłlo se aplica en la tierra de Israel, no fuera de ella.

Rambam[1] dice que el pueblo de Israel celebró el primer aùo sabåtico, llamado shemitå el aùo 21 despuÊs del inicio de la conquista y la distribución de la tierra bajo el general Yehoshúa. La conquista y la distribución de la tierra duró 14 aùos. El aùo 15 fue el primer aùo del ciclo septo-anual y el aùo 21 fue el sÊptimo. Según un cómputo,[2] hubo 836 aùos desde el aùo 15 despuÊs de la entrada en la tierra hasta la deportación a Babilonia. Entre estos, los aùos sabåticos y de jubileo sólo fueron observados 400 aùos y durante los 436 aùos restantes no fueron respetados. Durante 436 aùos hay 62 aùos sabåticos y 8 aùos de jubileo, los cuales suman 70 en total (62 + 8 = 70). El cautiverio babilónico vino cuando el pueblo de Israel había dejado de guardar 70 aùos sabåticos, como estå escrito en Levítico 26:35:

“Durante todos los días de su desolación la tierra guardará el descanso que no guardó en vuestros shabats mientras habitabais en ella.” (LBLA revisada)

El cautiverio babilĂłnico durĂł 70 aĂąos, como estĂĄ escrito en JeremĂ­as 29:10:

“Pues asĂ­ dice HaShem: “Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta aĂąos, yo os visitarĂŠ y cumplirĂŠ mi buena palabra de haceros volver a este lugar.” (LBLA revisada)”

25:3  “Seis años sembrarás la tierra, seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos.” (LBLA) – Esto incluye toda labor agrícola y de jardinería.

25:4 “pero el séptimo año habrá un cese total (shabat shabatón) para la tierra, un shabat para HaShem; no sembrarás tu campo ni podarás tu viña.” (LBLA revisada) – Aquí encontramos otra vez la expresión shabat shabatón y ahora en referencia al año de shemitá. Como hemos visto antes, la misma expresión se encuentra en referencia al shabat semanal y a yom kipur. Esto nos enseña la importancia que HaShem da a este descanso de la tierra de Israel cada séptimo año. Si se quebranta este mandamiento hay graves consecuencias al igual que cuando se quebranta el mandamiento de descansar en el shabat semanal y en yom kipur, como está escrito en 2 Crónicas 36:20-21:

“Y a los que habían escapado de la espada los llevó a Babilonia; y fueron siervos de él y de sus hijos hasta el dominio del reino de Persia, para que se cumpliera la palabra de HaShem por boca de Yirmeyahu, hasta que la tierra hubiera gozado de sus shabats. Todos los días de su desolación reposó hasta que se cumplieron los setenta años.” (LBLA revisada)

Este cese para la tierra en el aĂąo sabĂĄtico no significa que no se puede trabajar la tierra sin el propĂłsito de sembrar o plantar, por ejemplo para construir casas. La prohibiciĂłn solamente tiene que ver con todo trabajo de agricultura y jardinerĂ­a. SĂłlo estĂĄ permitido regar las plantas para que no se mueran. Durante ese aĂąo todos los productos que crecen en la tierra se quedan sin dueĂąo, de modo que todos podrĂĄn comer de ellos libremente y llevar a su casa todo lo que necesiten para un dĂ­a de comida.

Antiguamente el Sanedrín estaba encargado de declarar el aùo de shemitå, sabåtico, y el aùo yovel, de jubileo. El aùo judío 5775 serå el próximo aùo de shemitå, que en el anuario gregoriano corresponde al tiempo desde la puesta del sol el 24 de septiembre de 2014 hasta la puesta del sol el 13 de septiembre de 2015.

25:6  “Y el cese de la tierra os servirá de alimento: a ti, a tus siervos, a tus siervas, a tu jornalero y al extranjero, a los que residen contigo.” (LBLA revisada) – En este año todos, israelitas y gentiles residentes, tendrán el mismo derecho para alimentarse de lo que crece en los campos.

Todos los vegetales y los frutos que crecen en el aùo de shemitå son santos. Por eso hay que tratarlos de una manera digna. Los rabinos dictaron una halajå que prohíbe tirar las sobras de esos productos en la basura junto con otro tipo de basura. TambiÊn prohibieron vender los productos de shemitå tanto dentro de la tierra como fuera de ella.

Hay tiene un triple propĂłsito con el aĂąo sabĂĄtico:

  1. Recordar a los hijos de Israel que la tierra no pertenece a ellos sino a HaShem, cf. v. 23; Salmo 24:1.
  2. Obligar al agricultor a ejercer su fe y confiar en la providencia divina para su sustento.
  3. Dar tiempo al campesino a dedicarse al estudio de la TorĂĄ de una manera especial.

25:8  “Contarás también siete shabats de años para ti, siete veces siete años, para que tengas el tiempo de siete shabats de años, cuarenta y nueve años.” (LBLA revisada) – Las Escrituras hablan de la importancia del séptimo día y del séptimo año. También habla de un conteo de siete semanas, que corresponde a 49 días, entre pesaj y shavuot. De la misma manera hay un conteo de siete semanas de años, es decir 49 años entre un año de jubileo y otro. El conteo del omer, entre pesaj y shavuot es para cada individuo de Israel, mientras que el conteo de los 49 años entre un año de jubileo a otro es para el Sanedrín.

25:9  “Entonces tocarás fuertemente el cuerno de carnero el décimo día del séptimo mes; en el día de la expiación tocaréis el cuerno por toda la tierra.” (LBLA) – El séptimo mes es un mes especial para HaShem. En ese mes hay que anunciar el año de jubileo. ¿Por qué hay que sonar el shofar en el décimo día del séptimo mes y no en el día cuando empieza el nuevo año?

25:10 “Y consagraréis el quincuagésimo año y proclamaréis libertad en la tierra para todos sus habitantes. Será de jubileo para vosotros, y cada uno de vosotros volverá a su posesión, y cada uno de vosotros volverá a su familia.” (LBLA) – Según el Talmud,[3] el año de jubileo tenía que ser consagrado verbalmente por el beit din en el primer día de tishrí.

ÂżPor quĂŠ hay que anunciar el aĂąo de jubileo el dĂ­a 10 del sĂŠptimo mes y no en el primer dĂ­a del aĂąo, independientemente si el aĂąo empieza en el primer dĂ­a del sĂŠptimo mes o en el primer dĂ­a del primer mes? ÂżQuĂŠ tiene que ver el dĂ­a 10 del sĂŠptimo mes con un nuevo aĂąo?

La respuesta es: porque el Mesías volverå a poner sus pies en la tierra en yom kipur. Con su regreso se proclamarå la libertad para todos los habitantes del mundo. Esto nos enseùa tambiÊn que la base para la eterna libertad es la muerte del Mesías, simbolizado en los sacrificios de yom kipur, y el perdón y eliminación de los pecados que es un resultado directo de esa muerte.

Al igual que YeshĂşa empezĂł su ministerio pĂşblico medio aĂąo antes del nuevo aĂąo de los meses, asĂ­ volverĂĄ a aparecer en pĂşblico medio aĂąo antes del siguiente nuevo aĂąo de los meses. El Libertador volverĂĄ en el sĂŠptimo mes. En el dĂ­a primero del mes aparecerĂĄ en las nubes del cielo y, segĂşn entiendo, se quedarĂĄ en el aire durante diez dĂ­as. Luego, en el dĂŠcimo dĂ­a del mismo mes, bajarĂĄ a la tierra con la proclamaciĂłn de libertad para todos los habitantes del mundo y entonces se iniciarĂĄ su reinado sobre las naciones con vara de hierro para que haya justicia en la tierra.

El sĂŠptimo mes es tambiĂŠn un sĂ­mbolo del sĂŠptimo milenio desde la creaciĂłn de Adam y JavĂĄ.

25:11 “Tendréis el quincuagésimo año como año de jubileo: no sembraréis, ni segaréis lo que nazca espontáneamente, ni vendimiaréis sus viñas sin podar.” (LBLA) – La palabra hebrea que ha sido traducida como “jubileo” es yovel[4] y significa “corno de carnero”, cf. Éxodo 19:13; Josué 6:6. Las palabras españolas “júbilo” y “jubilación” derivan de la palabra hebrea yovel. Según Shemuel P. Gelbarer,[5] se le da ese nombre porque en la antigüedad se utilizaba un corno de carnero para “conducir”, en hebreo lehovil, los rebaños.

Las mismas leyes que aplican sobre el aùo shemitå, tambiÊn aplican sobre el aùo yovel.

La TorĂĄ nos enseĂąa que hay siete cosas que deben suceder en el aĂąo de jubileo:

HabrĂĄ libertad para todos los habitantes de la tierra, v. 10.

SerĂĄ un aĂąo de jubileo, con toques del shofar, v. 10.

Cada uno volverĂĄ a la posesiĂłn original de la tierra, segĂşn el reparto que se hizo en el tiempo de YehoshĂşa, v. 10.

Cada uno volverá a su familia, v. 10. Se refiere al siervo hebreo que tiene la oreja perforada o uno cuyos seis años de servicio no hayan terminado desde que fue vendido como siervo. Así que la expresión “para siempre” en Éxodo 21:6 está limitada con el año de jubileo. El año de jubileo es por tanto también una señal del siglo venidero.

No se puede sembrar, v. 11.

No se puede cosechar, v. 11.

El aĂąo serĂĄ santo, v. 12.

Segunda aliyĂĄ, 25:14-18

25:14 “Asimismo, si vendéis algo a vuestro prójimo, o compráis algo de la mano de vuestro prójimo, no os hagáis mal uno a otro.” (LBLA) – El no hacer mal uno a otro se refiere aquí a asuntos monetarios. Si un vendedor pide un precio muy alto de un producto a un comprador que no conoce el valor del producto, está engañándole. Si cobra de más con intención, transgrede este mandamiento de no hacer mal uno a otro. De la misma manera, si un comprador intenta adquirir un producto valioso por un precio bajo si el vendedor no conoce su verdadero valor, también transgrede este mandamiento.

25:15 “Conforme al número de años después del jubileo, comprarás de tu prójimo, y él te venderá conforme al número de años de cosecha.” (LBLA) – La tierra no se vende, sólo las cosechas, porque la tierra de Israel es de HaShem, como está escrito en Jeremías 2:7:

“Yo os traje a una tierra fértil, para que comierais de su fruto y de sus delicias; pero vinisteis y contaminasteis mi tierra, y de mi heredad hicisteis abominación.” (LBLA revisada)

25:17 “Así que no os hagáis mal uno a otro, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy HaShem vuestro Dios.” (LBLA revisada) – Según Rashí, el no hacer mal uno a otro se refiere, en este caso, a asuntos verbales.

El temor a Dios evita que uno haga mal a otro por dos razones. Primero, el que teme a Dios sabe que cada hombre ha sido creado a Su imagen y semejanza y merece ser respetado por ello, no importa como sea su conducta. Por el simple hecho de ser un ser humano, merece respeto y no estĂĄ permitido engaĂąar a nadie econĂłmicamente ni hostigarle verbalmente. El que engaĂąa u hostiga a un ser humano estĂĄ haciendo daĂąo a la imagen de Dios. AsĂ­ que el temor de Dios hace que tratemos al prĂłjimo con respeto y amor.

Segundo, el temor a Dios hace que una persona no pueda engañar a otra persona en asuntos económicos o de palabras, porque sabe que HaShem lo ve todo. Él conoce los motivos y los pensamientos de nuestros corazones y si engañamos a otros tendremos que dar cuenta delante de Él que todo lo ve, como está escrito en Hebreos 4:13:

“Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (LBLA)

DaĂąos verbales pueden ser:

Dar la impresiĂłn al vendedor de querer comprar un producto cuando no hay una intenciĂłn de hacerlo.

Recordar a una persona sus pecados del pasado o los de sus padres.

 Decir al que estå sufriendo que lo estå haciendo por causa de sus pecados.

Contestar a una pregunta de manera grosera, falsa o engaĂąosa.

Usar apodos ofensivos.

25:18 “Cumpliréis, pues, mis estatutos y guardaréis mis leyes, para ejecutarlos, para que habitéis seguros en la tierra.” (LBLA) – Si se cumplen los mandamientos en la tierra de Israel, habrá seguridad. La inseguridad ciudadana y las amenazas de los pueblos extraños dependen del pecado del pueblo. Así que la mejor forma de combatir contra el terrorismo y los ataques de ejércitos extranjeros es cumplir los mandamientos de la Torá. El problema en Israel hoy en día no es el odio de los vecinos, sino la falta de obediencia a la Torá entre los judíos, como está escrito en el Salmo 81:13-16:

“¡Oh, si mi pueblo me oyera, si Israel anduviera en mis caminos! En un momento yo subyugaría a sus enemigos y volvería mi mano contra sus adversarios. Los que aborrecen a HaShem le fingirían obediencia, y el tiempo de su castigo sería para siempre. Pero yo te alimentaría con lo mejor del trigo, y con miel de la peña te saciaría.” (LBLA revisada)

Tercera aliyĂĄ, 25:19-24

25:19 “Entonces la tierra dará su fruto, comeréis hasta que os saciéis y habitaréis en ella con seguridad.” (LBLA) – En este versículo vemos que hay dos resultados de la obediencia a los mandamientos: satisfacción material y protección sobrenatural. Cuando el pueblo de Israel no guardó los mandamientos acerca de los años de shemitá y de yovel, vino la invasión y la deportación babilónica.

25:20 “Pero si decĂ­s: ‘ÂżQuĂŠ vamos a comer el sĂŠptimo aĂąo si no sembramos ni recogemos nuestras cosechas?’” (LBLA) – Esta es la pregunta que surge no de una mente espiritual sino natural. ÂżQuĂŠ vamos a comer? SegĂşn las circunstancias naturales habrĂĄ escasez. HaShem ha ordenado no sembrar ni guardar las cosechas en casa durante el sĂŠptimo aĂąo para que el pueblo aprenda a poner su confianza en Él y no en los recursos naturales. El MesĂ­as YeshĂşa estĂĄ dando una enseĂąanza sobre este mismo tema en Mateo 6:19-34 donde estĂĄ escrito:

“No os acumulĂŠis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde estĂŠ tu tesoro, allĂ­ estarĂĄ tambiĂŠn tu corazĂłn. La lĂĄmpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo es bueno (para ser generoso), todo tu cuerpo estarĂĄ lleno de luz. Pero si tu ojo es malo (para ser mezquino), todo tu cuerpo estarĂĄ lleno de oscuridad. AsĂ­ que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ÂĄcuĂĄn grande serĂĄ la oscuridad! Nadie puede servir a dos seĂąores; porque o aborrecerĂĄ a uno y amarĂĄ al otro, o se apegarĂĄ a uno y despreciarĂĄ al otro. No podĂŠis servir a Dios y a las riquezas. Por eso os digo, no os preocupĂŠis por vuestra vida, quĂŠ comerĂŠis o quĂŠ beberĂŠis; ni por vuestro cuerpo, quĂŠ vestirĂŠis. ÂżNo es la vida mĂĄs que el alimento y el cuerpo mĂĄs que la ropa? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ÂżNo sois vosotros de mucho mĂĄs valor que ellas? ÂżY quiĂŠn de vosotros, por ansioso que estĂŠ, puede aĂąadir una hora al curso de su vida? Y por la ropa, Âżpor quĂŠ os preocupĂĄis? Observad cĂłmo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan; pero os digo que ni ShelomĂł en toda su gloria se vistiĂł como uno de ĂŠstos. Y si Dios viste asĂ­ la hierba del campo, que hoy es y maĂąana es echada al horno, Âżno harĂĄ mucho mĂĄs por vosotros, hombres de poca fe? Por tanto, no os preocupĂŠis, diciendo: “ÂżQuĂŠ comeremos?” o “ÂżquĂŠ beberemos?” o “Âżcon quĂŠ nos vestiremos?” Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitĂĄis de todas estas cosas. Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serĂĄn aĂąadidas. Por tanto, no os preocupĂŠis por el dĂ­a de maĂąana; porque el dĂ­a de maĂąana se cuidarĂĄ de sĂ­ mismo. BĂĄstele a cada dĂ­a sus propios problemas.” (LBLA revisada)

El que pone su confianza en su Padre celestial no hace la pregunta “¿Qué comeremos?” porque sabe que si HaShem ha ordenado algo, Él se hará responsable para cuidar de sus hijos que le obedecen.

25:21 “yo entonces os enviaré mi bendición en el sexto año, de modo que producirá fruto para tres años.” (LBLA) – Cuando el agricultor toma la decisión por fe de no trabajar en el año shemitá, HaShem enviará la bendición de antemano, en el sexto año, para que dure durante tres años. Si el agricultor tiene en su mente trabajar durante el séptimo año, HaShem no enviará la bendición en el sexto año. Vemos aquí que el milagro del sexto año depende de la actitud del agricultor, de sus pensamientos, de su fe. El no trabajar el séptimo año es un asunto de fe y confianza en la providencia divina. Este mandamiento es una prueba para los hijos de Israel para ver si confían en HaShem o no para su sostenimiento económico.

Por causa de las diferentes interpretaciones que hay entre los rabinos talmúdicos,[6] no sabemos bien:

si el aùo de jubileo cae en el aùo siguiente al shemitå cada 49 aùos, de modo que el ciclo del aùo de jubileo sea de 49 aùos.

 si hay una ruptura en el cómputo de las semanas de aùos, despuÊs de 49 aùos, para que al aùo de jubileo venga como un parÊntesis en el aùo 50. El aùo 51 sería entonces el primer aùo de la siguiente semana de aùos, de manera que el ciclo del aùo de jubileo sea de 50 aùos.

SegĂşn el libro de Daniel parece que no hay una ruptura en las semanas de aĂąos para dejar lugar a un supuesto aĂąo de jubileo, jfr. Daniel 9:24-27.

No hay ninguna evidencia en las Escrituras de que se haya celebrado el año yovel alguna vez en la historia de Israel. Sin embargo, hay una referencia en el Talmud[7] que dice que “Israel contaba 17 jubileos desde el tiempo cuando entraron en la tierra hasta el tiempo cuando salieron”. No obstante, contar no es lo mismo que celebrar. ¿Cuántos de esos 17 jubileos fueron verdaderamente guardados? Si las 12 tribus no están en la tierra no se puede celebrar el año de jubileo, porque está escrito que “todos los habitantes de la tierra” y “cada uno de vosotros” tendrá que volver a su posesión, cf. vv. 10, 13. Así que, desde el tiempo de la deportación de las dos tribus y media, ha sido imposible cumplir este mandamiento. Cuando venga Mashíaj, él hará que se cumpla este mandamiento correctamente con la restauración de las 12 tribus de Israel en su tierra.

En Lucas 4:16-21 estĂĄ escrito:

“Llegó a Natseret, donde se había criado, y según su costumbre, entró en la sinagoga el shabat, y se levantó a leer. Le dieron el libro del profeta Yeshayahu, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito: EL ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTÁ SOBRE MÍ, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR LAS BUENAS NUEVAS A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS, Y LA RECUPERACIÓN DE LA VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS; PARA PROCLAMAR EL AÑO FAVORABLE DEL SEÑOR. Cerrando el libro, lo devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura que habéis oído.” (LBLA revisada)

En el tiempo del segundo templo se seguía una lectura trianual de la Torå de MoshÊ en las sinagogas en la tierra de Israel. Es decir durante tres aùos, de shabat en shabat, pasaron por la lectura de toda la Torå de MoshÊ. DespuÊs de la lectura de la porción semanal de la Torå, tambiÊn leían de los Profetas, la haftarå, cf. Hechos 13:15. La lectura de los Profetas fue introducida en las sinagogas durante los tiempos de persecución cuando estaba prohibido leer de la Torå de MoshÊ. Por eso, el texto de la haftarå se asemeja al tema que se encuentra en la lectura semanal de la Torå. De esa manera, durante el tiempo de la prohibición de la Torå, podían leer de los Profetas en las sinagogas y tratar el mismo tema que la Torå hubiera tratado durante esa semana, sin tener que leer de la misma Torå. Luego, cuando ya no estaba prohibida la lectura de la Torå, se mantenía la costumbre de la lectura de los Profetas que se colocaba despuÊs de la lectura semanal de la Torå.

Cuando Yeshúa estaba participando del servicio de Torå en su sinagoga, le llamaron para leer la haftarå correspondiente a esa semana. Antes había habido varias lecturas del texto semanal de la Torå de MoshÊ y ahora le tocaba terminar con la última lectura del día, del profeta Yeshayahu. Conforme a la costumbre del ciclo trianual, Yeshúa leyó el texto de la haftarå que correspondía a esa semana. El texto de Isaías 61:1-2 fue leído en el tercer aùo de lecturas, en el último shabat del mes de jeshvån, el octavo mes, alrededor de noviembre según el anuario romano.

La expresión “el año favorable de HaShem” puede ser una referencia al año de shemitá o de yovel. Antes de la lectura de Isaías, aquel shabat, se había leído el texto de la Torá desde Deuteronomio 15:7 – 16:17, según el ciclo trianual. En ese texto se habla de la ayuda a los pobres, del año shemitá y de las tres fiestas anuales.

La pregunta surge si Yeshúa estaba ministrando en público en relación con un aùo de shemitå. Su ministerio consistía en traer de vuelta las ovejas perdidas de la casa de Israel y esto estå relacionado con los aùos de shemitå y de yovel, cf. Mateo 15:24.

25:22 “Cuando estéis sembrando en el octavo año, todavía podréis comer cosas de la cosecha anterior, comiendo de ellas hasta el noveno año cuando venga la cosecha.” (LBLA) – Este texto puede ser interpretado de dos maneras. Parece que está diciendo que la siembra que se hace en un año, en este caso el octavo, es luego cosechada en el año siguiente, el noveno. Esto no puede ser si el año nuevo cae en el día uno de tishrí, el séptimo mes, porque la siembra no se hace antes de tishrí, porque entonces es el tiempo de la recolección de los frutos de los árboles. La época normal de siembra duraba desde tishrí hasta tevet, el mes séptimo hasta el mes décimo. A veces también se sembraba en el decimoprimer mes, llamado shevat. Por lo tanto, si este texto dice que la siembra que se hace en un año es cosechada en el año siguiente ¿cómo cuadraría si el año empieza el primer día de tishrí? En Nisán tiene que estar lista la primera cosecha del año, la de la cebada y esa cosecha depende de la siembra que se hizo durante el final del año anterior.

La otra interpretaciĂłn es que no se estĂĄ hablando de la cosecha en el noveno aĂąo de lo que se sembrĂł en el octavo aĂąo, sino simplemente de la cosecha que va a venir en el noveno aĂąo como resultado de la siembra que anteriormente se habĂ­a hecho en el noveno aĂąo agrĂ­cola. Lo que estĂĄ diciendo es que la bendiciĂłn del sexto aĂąo durarĂĄ incluso hasta el tiempo de la cosecha del noveno aĂąo.

25:23 “Además, la tierra no se venderá en forma permanente, pues la tierra es mía; porque vosotros sois forasteros y peregrinos conmigo.” (LBLA) – La tierra de Israel no pertenece a los hombres, sino a HaShem. Él ha decidido arrendar su tierra a los hijos de Israel, y en cada año sabático y en cada año de jubileo hay un reconocimiento de este hecho. Israel tiene el derecho de la tierra mientras cumple los mandamientos. Pero si practica la idolatría perderá el derecho de vivir en la tierra del Santo, como está escrito en 2 Crónicas 7:19-20:

“Pero si vosotros os apartáis y abandonáis mis estatutos y mis mandamientos que he puesto delante de vosotros, y vais y servís a otros dioses y los adoráis, yo os arrancaré de mi tierra que os he dado, y echaré de mi presencia esta casa que he consagrado a mi nombre, y la convertiré en refrán y escarnio entre todos los pueblos.” (LBLA)

Esta palabra ya se cumpliĂł.

En Ezequiel 36:1-15 estĂĄ escrito:

“Y tĂş, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: “Montes de Israel, oĂ­d la palabra de HaShem. “AsĂ­ dice el SeĂąor HaShem: ‘Por cuanto el enemigo ha dicho contra vosotros: “ÂĄAjĂĄ!” y: “Las alturas eternas han pasado a ser posesiĂłn nuestra,” por tanto, profetiza y di: “AsĂ­ dice el SeĂąor HaShem: ‘Porque os han asolado y aplastado por todos lados, para que fuerais posesiĂłn de las demĂĄs naciones, os han hecho el blanco de la habladurĂ­a y de la calumnia del pueblo.'”‘ “Por tanto, montes de Israel, oĂ­d la palabra del SeĂąor HaShem. AsĂ­ dice el SeĂąor HaShem a los montes y a los collados, a las barrancas y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas, que han venido a ser presa y escarnio de las demĂĄs naciones alrededor; por eso, asĂ­ dice el SeĂąor HaShem: ‘Ciertamente en el fuego de mi celo he hablado contra las demĂĄs naciones y contra todo Edom, que se han apropiado para sĂ­ de mi tierra como posesiĂłn, con alegrĂ­a, de todo corazĂłn y con desprecio de alma, para dejarla como presa.’ “Por tanto, profetiza acerca de la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, a las barrancas y a los valles: ‘AsĂ­ dice el SeĂąor HaShem: “He aquĂ­, yo he hablado en mi celo y en mi furor porque habĂŠis soportado los insultos de las naciones.” (LBLA revisada) ‘Por lo cual, asĂ­ dice el SeĂąor HaShem: “Yo he jurado que las naciones que os rodean, ellas mismas soportarĂĄn sus insultos. “Pero vosotros, montes de Israel, echarĂŠis vuestras ramas y producirĂŠis vuestro fruto para mi pueblo Israel; porque pronto vendrĂĄn. “Pues, he aquĂ­, estoy por vosotros y me volverĂŠ a vosotros, y serĂŠis labrados y sembrados. “MultiplicarĂŠ hombres en vosotros, toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serĂĄn habitadas, y las ruinas reedificadas. “MultiplicarĂŠ en vosotros hombres y animales, y se multiplicarĂĄn y serĂĄn fecundos. HarĂŠ que seĂĄis habitados como lo fuisteis anteriormente y os tratarĂŠ mejor que al principio; y sabrĂŠis que yo soy HaShem. “SĂ­, harĂŠ andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel. Ellos tomarĂĄn posesiĂłn de ti, y serĂĄs su heredad, y nunca mĂĄs les privarĂĄs de sus hijos.” (LBLA revisada) ‘AsĂ­ dice el SeĂąor HaShem: “Porque os dicen: ‘Eres devoradora de hombres y has privado de hijos a tu naciĂłn’, por tanto, ya no devorarĂĄs hombres y ya no privarĂĄs de hijos a tu naciĂłn”–declara el SeĂąor HaShem. ‘Y nunca mĂĄs te harĂŠ oĂ­r el ultraje de las naciones, ni soportarĂĄs mĂĄs los insultos de los pueblos, ni harĂĄs que tu naciĂłn tropiece mĂĄs’–declara el SeĂąor HaShem.”” (LBLA revisada)

Esta profecĂ­a se estĂĄ cumpliendo ante nuestros ojos con la vuelta de los judĂ­os de todo el mundo y la reconstrucciĂłn del paĂ­s. Pero una parte de esta profecĂ­a no se ha cumplido todavĂ­a porque todavĂ­a se oyen muchos insultos de los gentiles.

NingĂşn hombre es el verdadero dueĂąo de la tierra de Israel y nadie tiene el derecho de entregarla a otras naciones, ni dividirla entre judĂ­os y ĂĄrabes-palestinos. Por haber dividido la tierra de Israel vendrĂĄ el juicio de HaShem sobre las naciones como estĂĄ escrito en Joel 3:1-2:

“Porque he aquí que en aquellos días y en aquel tiempo, cuando yo restaure el bienestar de Yehudá y Yerushalayim, reuniré a todas las naciones, y las haré bajar al valle de Yehoshafat. Y allí entraré en juicio con ellas a favor de mi pueblo y mi heredad, Israel, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra.” (LBLA revisada)

En el Salmo 10:16 estĂĄ escrito:

“HaShem es Rey eternamente y para siempre; las naciones han perecido de su tierra.” (LBLA revisada)

Cuarta aliyĂĄ, 25:25-28

25:25 “Si uno de tus hermanos llega a ser tan pobre que tiene que vender parte de su posesión, su pariente más cercano vendrá y redimirá lo que su hermano haya vendido.” (LBLA) – Esto nos enseña que la pobreza es la única razón válida para poder vender parte del patrimonio en la tierra de Israel, heredado de los padres. Antiguamente un terreno pudo ser redimido, recuperado, por el dueño original o por alguno de sus familiares cercanos sin que el comprador pudiera oponerse. Este es el caso de la familia de Naomí cuya historia es narrada en el libro de Rut, cf. Rut 2:20; 3:12-13; 4:1-6.

Quinta aliyĂĄ, 25:29-38

25:29 “Si un hombre vende una casa de vivienda en una ciudad amurallada, su derecho a redimirla es válido hasta que se cumpla un año de su venta; su derecho de redención dura todo un año.” (LBLA) – Aquí se refiere a una ciudad que estaba amurallada en el tiempo de la conquista bajo Yehoshúa, no a una ciudad que fue amurallada después. Esta aliyá habla de la venta de diferentes tipos de propiedad y su derecho de redención.

Tipo de propiedad vendida

Tiempo mĂ­nimo para recuperarla

Tiempo mĂĄximo para recuperarla

Devolución al dueùo original en el aùo yovel

Casa en una ciudad amurallada

Inmediatamente

Un aĂąo despuĂŠs de la venta

No

Casa en una ciudad abierta

Inmediatamente

Indefinido

SĂ­

Campo

Dos aĂąos productivos despuĂŠs de la venta

Indefinido

SĂ­

Casa o campo en una ciudad de levitas

Inmediatamente

Indefinido

SĂ­

25:35 “En caso de que un hermano tuyo empobrezca y sus medios para contigo decaigan, tú lo sustentarás ya sea un forastero o peregrino, para que viva contigo.” (LBLA) – En este versículo encontramos tres palabras diferentes: “hermano”, en hebreo aj, “forastero”, en hebreo guer[8] y “peregrino”, en hebreo toshav[9]. En este caso el guer se refiere a un prosélito, un converso completo, un gentil convertido a la fe de Israel y, por lo tanto, es considerado como un judío plenamente, con todas las obligaciones y derechos implicados. El toshav es un gentil que vive en la tierra de Israel y que no ha hecho la conversión. El judío tiene la obligación de ayudar con préstamos o donativos tanto a su hermano judío como el converso como al que reside en su tierra, si están en necesidad de apoyo económico para no quebrar.

Hay ocho niveles de caridad, en hebreo tsedakå:

Cuando se da con mala gana. Este es el nivel mĂĄs bajo.

Cuando se da menos de lo que se puede, pero con alegrĂ­a.

Cuando se da directamente al pobre que lo solicita.

Cuando se da directamente al pobre sin que lo solicite.

 Cuando se da indirectamente, de modo que el dador no conoce al beneficiario, pero el beneficiario conoce al dador.

Cuando se da indirectamente, de modo que el dador conoce al beneficiario, pero el beneficiario no conoce al dador.

Cuando se da indirectamente, de modo que el dador y el beneficiario no se conocen, mediante la contribuciĂłn a un fondo de ayuda social administrado por personas responsables.

Cuando el dador mantiene una persona antes de que empobrezca, dĂĄndole una ayuda importante de manera digna, con un prĂŠstamo, asesoramiento o educaciĂłn para poder encontrar empleo o establecer una empresa para que no dependa de la ayuda de otros.

25:36-37 “No tomes interés y usura de él, mas teme a tu Dios, para que tu hermano viva contigo. No le darás tu dinero a interés, ni tus víveres a ganancia.” (LBLA revisada) – Está prohibido dar dinero o alimentos a interés a un hermano excepto cuando el hermano tome algo prestado para hacer negocios con él y sacar beneficio de él. En tal caso no se trata de una ayuda social, sino de inversiones financieras, para las cuales este mandamiento no aplica.

Sexta aliyĂĄ, 25:39-46

25:39 “Y si un hermano tuyo llega a ser tan pobre para contigo que se vende a ti, no lo someterás a trabajo de esclavo.” (LBLA) – Está prohibido humillar a un hermano israelita pobre especialmente si se ha vendido como esclavo. En este caso no puede ser tratado como un esclavo, sino como si fuera un obrero contratado. La halajá[10] establece que el amo de un siervo hebreo está obligado a tratarle igual o mejor que a sí mismo. Si hay solamente una cama, el dueño está obligado a dormir en el suelo y dejar que el siervo duerma en la cama.

25:40 “Estará contigo como jornalero, como si fuera un peregrino; él servirá contigo hasta el año de jubileo.” (LBLA) – Todos los siervos hebreos salen libres en el año de jubileo. Los siervos de las demás naciones no salen libres en el año de jubileo, sino son propiedad permanente de los hebreos, tanto ellos como sus hijos, cf. vv. 44-46.

25:41 “Entonces saldrá libre de ti, él y sus hijos con él, y volverá a su familia, para que pueda regresar a la propiedad de sus padres.” (LBLA) – El amo de un siervo hebreo está obligado a mantener también la familia del siervo.

25:42 “Porque ellos son mis siervos, los cuales saqué de la tierra de Egipto; no serán vendidos en venta de esclavos.” (LBLA) – Como los hijos de Israel son los siervos de HaShem, no podrán ser tratados como esclavos, como cuando estaban en Egipto. Además, el pacto de pertenencia a HaShem va por encima de cualquier contrato de esclavitud que pueda tener un hebreo. Ser vendido en venta de esclavos implicaría ser anunciado como un objeto o un animal en un mercado público.

Séptima aliyá, 25:47 – 26:2

25:47-48 “Si aumentan los bienes del forastero o del peregrino que está contigo, y si empobrece tu hermano que está con él, y se vende al forastero que mora contigo, o se vende a los descendientes de la familia de un forastero, él tendrá derecho de redención después de ser vendido; uno de sus hermanos podrá redimirlo” (LBLA) – Este texto nos enseña que cuando el primer hombre cayó en desgracia y se vendió a la serpiente antigua junto con todos sus hijos, uno hermano suyo podría redimirlo. Pero ¿quién es el hermano del hombre que podrá redimirlo de la esclavitud del pecado y de la muerte si no hay nadie que no haya sido vendido?

En el Salmo 49:7-9 estĂĄ escrito:

“Nadie puede en manera alguna redimir a su hermano, ni dar a Dios rescate por él, porque la redención de su alma es muy costosa, y debe abandonar el intento para siempre, para que viva eternamente, para que no vea corrupción.” (LBLA revisada)

En Job 19:25-26 estĂĄ escrito:

“Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. Y después de deshecha mi piel, aun en mi carne veré a Dios.” (LBLA)

ÂżQuiĂŠn es el hermano que puede redimir al hombre del pecado y de la muerte? SĂłlo hay uno que no tuvo pecado y que ha muerto y luego ha sido resucitado. Y por lo tanto podrĂĄ redimir a todo hombre para que viva para siempre. Su nombre es YeshĂşa.

En Hebreos 2:11-15 estĂĄ escrito:

“Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de Uno; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CONGREGACIÓN TE CANTARE HIMNOS. Y otra vez: YO EN ÉL CONFIARE. Y otra vez: HE AQUÍ, YO Y LOS HIJOS QUE DIOS ME HA DADO. Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, él igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida.” (LBLA)

El hermano nuestro nos ha redimido de la muerte y su esclavitud. ÂĄBendito sea el Nombre del Eterno!

26:1  “No os haréis ídolos, ni os levantaréis imagen tallada ni pilares, ni pondréis en vuestra tierra piedra grabada para inclinaros sobre ella; porque yo soy HaShem vuestro Dios.” (LBLA revisada) – La palabra hebrea que ha sido traducida como “grabada” es maskit.[11] Según Rashí, esta palabra implica “cubrir”, lo mismo que en Éxodo 33:22. Entonces la prohibición será contra hacer mosaicos de piedras que cubren el suelo para inclinarse sobre ellos. Esta práctica fue común en la antigüedad en los templos paganos, donde se inclinaban sobre suelos de piedra de mosaico con diseños idolátricos. Por lo tanto, los rabinos enseñan que, para que el israelita no sea semejante a un idólatra, no puede inclinarse, ni siquiera ante HaShem, sobre un suelo de piedra, excepto en el templo. Cuando el pueblo judío se inclina ante HaShem en yom kipur es costumbre poner una alfombra o algo semejante para no postrarse directamente sobre el suelo de la sinagoga, aunque no sea de piedra.

En esta parashå se encuentran los mandamientos 326 hasta 349 de los 613:

ProhibiciĂłn de trabajar la tierra el sĂŠptimo aĂąo, LevĂ­tico 25:4.

ProhibiciĂłn de realizar labor en los ĂĄrboles durante el sĂŠptimo aĂąo, LevĂ­tico 25:4.

ProhibiciĂłn de cosechar lo que crece espontĂĄneamente en el sĂŠptimo aĂąo, LevĂ­tico 25:5.

ProhibiciĂłn de recolectar los frutos de los ĂĄrboles en el sĂŠptimo aĂąo del modo en que son recolectados todos los demĂĄs aĂąos, LevĂ­tico 25:5.

Precepto de contar siete veces siete aĂąos, LevĂ­tico 25:8.

Precepto de hacer sonar el Shofar el 10 de tishrí en el aùo del Jubileo, Levítico 25:9-10.

Precepto de consagrar el aĂąo del Jubileo, LevĂ­tico 25:10.

ProhibiciĂłn de trabajar la tierra en el aĂąo del Jubileo, LevĂ­tico 25:11.

ProhibiciĂłn de cosechar el fruto de la tierra que crece espontĂĄneamente en el aĂąo del Jubileo, LevĂ­tico 25:5.

ProhibiciĂłn de cortar frutos de los ĂĄrboles en el aĂąo del Jubileo del modo en que se los corta los demĂĄs aĂąos, LevĂ­tico 25:5.

Precepto de hacer justicia entre un vendedor y un comprador, LevĂ­tico 25:14.

ProhibiciĂłn de estafar cuando alguien compra o vende, LevĂ­tico 25:14.

ProhibiciĂłn de humillar a un israelita con palabras, LevĂ­tico 25:17.

ProhibiciĂłn de vender para siempre un pedazo de tierra en la tierra de Israel, LevĂ­tico 25:23.

Precepto de regresar la tierra a su dueĂąo original en el aĂąo del Jubileo, LevĂ­tico 25:24.

Precepto de redimir una propiedad de herencia de una ciudad amurallada en el transcurso de un aĂąo, LevĂ­tico 25:29.

ProhibiciĂłn de transformar el estado del terreno de las ciudades de los levitas, LevĂ­tico 25:34.

ProhibiciĂłn de prestar dinero con interĂŠs, LevĂ­tico 25:37.

ProhibiciĂłn de que un siervo israelita haga el mismo tipo de trabajo que un esclavo gentil, LevĂ­tico 25:39.

ProhibiciĂłn de vender a un siervo israelita en un lugar donde se venden esclavos, LevĂ­tico 25:42.

ProhibiciĂłn de hacer trabajar a un siervo israelita con trabajo quebrantador, LevĂ­tico 25:43.

Precepto de mantener a un esclavo gentil permanentemente, LevĂ­tico 25:46.

ProhibiciĂłn de dejar que un gentil haga trabajar a un siervo israelita con trabajo quebrantador, LevĂ­tico 25:53.

ProhibiciĂłn de postrarse sobre recubrimiento de piedra, LevĂ­tico 26:1.

[1]       Shemitå 10.

[2]       El Midrash dice – Vayikrá, por R. Moshé Weissman, página 321.

[3]       Rosh HaShanå 8b.

[4]       Strong H3104 yôbêl  yôbêl, yo-bale’, yo-bale’, Apparently from H2986; the blast of a horn (from its continuous sound); specifically the signal of the silver trumpets; hence the instrument itself and the festival thus introduced: – jubile, ram’s horn, trumpet.

Strong H2986 yâbal, yaw-bal’, A primitive root; properly to flow; causatively to bring (especially with pomp): – bring (forth), carry, lead (forth).

[5]       Lifshutó shel Rashí, editorial Mif´al Rashí, Yerushalayim 1990.

[6]       Nedarim 61a; Arajim 12b.

[7]       Arajim 12b.

[8]       Strong H1616 gêr  gêyr, gare, gare, From H1481; properly a guest; by implication a foreigner: – alien, sojourner, stranger.

[9]       Strong H8453 tôshâb  tôshâb, to-shawb’, to-shawb’, (The second form used in Kings Num 17:1); from H3427; a dweller (but not outlandish, H5237); especially (as distinguished from a native citizen (active participle of H3427) and a temporary inmate, H1616, or mere lodger, H3885) resident alien: – foreigner-inhabitant, sojourner, stranger.

[10]     Tosefta Kidushin 20.

[11]     Strong H4906 masĂŹkîyth, mas-keeth’, From the same as H7906; a figure (carved on stone, the wall, or any object); figuratively imagination: –  conceit, image (-ry), picture, X wish.

 

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