Shema Israel Communities, is a network of Communities (synagogues) of messianic conviction, established in several in some States of the USA, and in some cities of some countries such as USA, Mexico, Guatemala, Costa Rica, Colombia , Brazil, and in Spain, in the city of Malaga; The Shema Israel Synagogues are established with a vision to house the Bney Anusim and those who identify with Israel and the Jewish People. Each community is deeply identified with the Jewish Messiah Yeshua haMashiach and the Apostolic Writings; A network of congregations observing the Torah, the Feasts of the Eternal and of course the Shabath and the Kasherut.
ParashĂĄ 32 BeHar
LevĂtico 25:1 â 26:2
Por Dr. K. Blad Š
Segunda ediciĂłn 2013-14 (5774)
Prohibida toda reproducciĂłn lucrativa
AliyĂĄs de la TorĂĄÂ (cuando BeHar es leĂda por separado):
25:1-13
25:14-18
25:19-24
25:25-28
25:29-38
25:39-46
25:47 â 26:2
Maftir: 25:55 â 26:2
AliyĂĄs de la TorĂĄÂ (cuando BeHar es leĂda junto con BeJukotai):
25:1-18
25:19-28
25:29-38
25:39 â 26:9
26:10-46
27:1-15
27:16-31
Maftir: 27:32-34
HaftarĂĄ:Â JeremĂas 32:6-27
BeHar
Significa âen la montaĂąaâ.
Comentarios
Primera aliyå, 25:1-13
25:2Â Â âHabla a los hijos de Israel, y diles: “Cuando entrĂŠis a la tierra que yo os darĂŠ, la tierra guardarĂĄ shabat para HaShem.â (LBLA revisada)â â Ahora la TorĂĄ introduce un nuevo concepto, el del aĂąo sabĂĄtico. Como hay semanas de dĂas, asĂ tambiĂŠn hay semanas de aĂąos. Y como el sĂŠptimo dĂa de la semana es un dĂa de cese, asĂ tambiĂŠn HaShem ha establecido que cada sĂŠptimo aĂąo sea de cese y descanso para la tierra de Israel. Este mandamiento sĂłlo se aplica en la tierra de Israel, no fuera de ella.
Rambam[1] dice que el pueblo de Israel celebrĂł el primer aĂąo sabĂĄtico, llamado shemitĂĄÂ el aĂąo 21 despuĂŠs del inicio de la conquista y la distribuciĂłn de la tierra bajo el general YehoshĂşa. La conquista y la distribuciĂłn de la tierra durĂł 14 aĂąos. El aĂąo 15 fue el primer aĂąo del ciclo septo-anual y el aĂąo 21 fue el sĂŠptimo. SegĂşn un cĂłmputo,[2] hubo 836 aĂąos desde el aĂąo 15 despuĂŠs de la entrada en la tierra hasta la deportaciĂłn a Babilonia. Entre estos, los aĂąos sabĂĄticos y de jubileo sĂłlo fueron observados 400 aĂąos y durante los 436 aĂąos restantes no fueron respetados. Durante 436 aĂąos hay 62 aĂąos sabĂĄticos y 8 aĂąos de jubileo, los cuales suman 70 en total (62 + 8 = 70). El cautiverio babilĂłnico vino cuando el pueblo de Israel habĂa dejado de guardar 70 aĂąos sabĂĄticos, como estĂĄ escrito en LevĂtico 26:35:
âDurante todos los dĂas de su desolaciĂłn la tierra guardarĂĄ el descanso que no guardĂł en vuestros shabats mientras habitabais en ella.â (LBLA revisada)
El cautiverio babilĂłnico durĂł 70 aĂąos, como estĂĄ escrito en JeremĂas 29:10:
âPues asĂ dice HaShem: “Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta aĂąos, yo os visitarĂŠ y cumplirĂŠ mi buena palabra de haceros volver a este lugar.â (LBLA revisada)â
25:3Â Â âSeis aĂąos sembrarĂĄs la tierra, seis aĂąos podarĂĄs tu viĂąa y recogerĂĄs sus frutos.â (LBLA)Â â Esto incluye toda labor agrĂcola y de jardinerĂa.
25:4 âpero el sĂŠptimo aĂąo habrĂĄ un cese total (shabat shabatĂłn) para la tierra, un shabat para HaShem; no sembrarĂĄs tu campo ni podarĂĄs tu viĂąa.â (LBLA revisada) â AquĂ encontramos otra vez la expresiĂłn shabat shabatĂłn y ahora en referencia al aĂąo de shemitĂĄ. Como hemos visto antes, la misma expresiĂłn se encuentra en referencia al shabat semanal y a yom kipur. Esto nos enseĂąa la importancia que HaShem da a este descanso de la tierra de Israel cada sĂŠptimo aĂąo. Si se quebranta este mandamiento hay graves consecuencias al igual que cuando se quebranta el mandamiento de descansar en el shabat semanal y en yom kipur, como estĂĄ escrito en 2 CrĂłnicas 36:20-21:
âY a los que habĂan escapado de la espada los llevĂł a Babilonia; y fueron siervos de ĂŠl y de sus hijos hasta el dominio del reino de Persia, para que se cumpliera la palabra de HaShem por boca de Yirmeyahu, hasta que la tierra hubiera gozado de sus shabats. Todos los dĂas de su desolaciĂłn reposĂł hasta que se cumplieron los setenta aĂąos.â (LBLA revisada)
Este cese para la tierra en el aĂąo sabĂĄtico no significa que no se puede trabajar la tierra sin el propĂłsito de sembrar o plantar, por ejemplo para construir casas. La prohibiciĂłn solamente tiene que ver con todo trabajo de agricultura y jardinerĂa. SĂłlo estĂĄ permitido regar las plantas para que no se mueran. Durante ese aĂąo todos los productos que crecen en la tierra se quedan sin dueĂąo, de modo que todos podrĂĄn comer de ellos libremente y llevar a su casa todo lo que necesiten para un dĂa de comida.
Antiguamente el SanedrĂn estaba encargado de declarar el aĂąo de shemitĂĄ, sabĂĄtico, y el aĂąo yovel, de jubileo. El aĂąo judĂo 5775 serĂĄ el prĂłximo aĂąo de shemitĂĄ, que en el anuario gregoriano corresponde al tiempo desde la puesta del sol el 24 de septiembre de 2014 hasta la puesta del sol el 13 de septiembre de 2015.
25:6Â Â âY el cese de la tierra os servirĂĄ de alimento: a ti, a tus siervos, a tus siervas, a tu jornalero y al extranjero, a los que residen contigo.â (LBLA revisada)Â â En este aĂąo todos, israelitas y gentiles residentes, tendrĂĄn el mismo derecho para alimentarse de lo que crece en los campos.
Todos los vegetales y los frutos que crecen en el aĂąo de shemitĂĄÂ son santos. Por eso hay que tratarlos de una manera digna. Los rabinos dictaron una halajĂĄÂ que prohĂbe tirar las sobras de esos productos en la basura junto con otro tipo de basura. TambiĂŠn prohibieron vender los productos de shemitĂĄÂ tanto dentro de la tierra como fuera de ella.
Hay tiene un triple propĂłsito con el aĂąo sabĂĄtico:
25:8  âContarĂĄs tambiĂŠn siete shabats de aĂąos para ti, siete veces siete aĂąos, para que tengas el tiempo de siete shabats de aĂąos, cuarenta y nueve aĂąos.â (LBLA revisada) â Las Escrituras hablan de la importancia del sĂŠptimo dĂa y del sĂŠptimo aĂąo. TambiĂŠn habla de un conteo de siete semanas, que corresponde a 49 dĂas, entre pesaj y shavuot. De la misma manera hay un conteo de siete semanas de aĂąos, es decir 49 aĂąos entre un aĂąo de jubileo y otro. El conteo del omer, entre pesaj y shavuot es para cada individuo de Israel, mientras que el conteo de los 49 aĂąos entre un aĂąo de jubileo a otro es para el SanedrĂn.
25:9Â Â âEntonces tocarĂĄs fuertemente el cuerno de carnero el dĂŠcimo dĂa del sĂŠptimo mes; en el dĂa de la expiaciĂłn tocarĂŠis el cuerno por toda la tierra.â (LBLA)Â â El sĂŠptimo mes es un mes especial para HaShem. En ese mes hay que anunciar el aĂąo de jubileo. ÂżPor quĂŠ hay que sonar el shofar en el dĂŠcimo dĂa del sĂŠptimo mes y no en el dĂa cuando empieza el nuevo aĂąo?
25:10 âY consagrarĂŠis el quincuagĂŠsimo aĂąo y proclamarĂŠis libertad en la tierra para todos sus habitantes. SerĂĄ de jubileo para vosotros, y cada uno de vosotros volverĂĄ a su posesiĂłn, y cada uno de vosotros volverĂĄ a su familia.â (LBLA) â SegĂşn el Talmud,[3] el aĂąo de jubileo tenĂa que ser consagrado verbalmente por el beit din en el primer dĂa de tishrĂ.
ÂżPor quĂŠ hay que anunciar el aĂąo de jubileo el dĂa 10 del sĂŠptimo mes y no en el primer dĂa del aĂąo, independientemente si el aĂąo empieza en el primer dĂa del sĂŠptimo mes o en el primer dĂa del primer mes? ÂżQuĂŠ tiene que ver el dĂa 10 del sĂŠptimo mes con un nuevo aĂąo?
La respuesta es: porque el MesĂas volverĂĄ a poner sus pies en la tierra en yom kipur. Con su regreso se proclamarĂĄ la libertad para todos los habitantes del mundo. Esto nos enseĂąa tambiĂŠn que la base para la eterna libertad es la muerte del MesĂas, simbolizado en los sacrificios de yom kipur, y el perdĂłn y eliminaciĂłn de los pecados que es un resultado directo de esa muerte.
Al igual que YeshĂşa empezĂł su ministerio pĂşblico medio aĂąo antes del nuevo aĂąo de los meses, asĂ volverĂĄ a aparecer en pĂşblico medio aĂąo antes del siguiente nuevo aĂąo de los meses. El Libertador volverĂĄ en el sĂŠptimo mes. En el dĂa primero del mes aparecerĂĄ en las nubes del cielo y, segĂşn entiendo, se quedarĂĄ en el aire durante diez dĂas. Luego, en el dĂŠcimo dĂa del mismo mes, bajarĂĄ a la tierra con la proclamaciĂłn de libertad para todos los habitantes del mundo y entonces se iniciarĂĄ su reinado sobre las naciones con vara de hierro para que haya justicia en la tierra.
El sĂŠptimo mes es tambiĂŠn un sĂmbolo del sĂŠptimo milenio desde la creaciĂłn de Adam y JavĂĄ.
25:11 âTendrĂŠis el quincuagĂŠsimo aĂąo como aĂąo de jubileo: no sembrarĂŠis, ni segarĂŠis lo que nazca espontĂĄneamente, ni vendimiarĂŠis sus viĂąas sin podar.â (LBLA) â La palabra hebrea que ha sido traducida como âjubileoâ es yovel[4] y significa âcorno de carneroâ, cf. Ăxodo 19:13; JosuĂŠ 6:6. Las palabras espaĂąolas âjĂşbiloâ y âjubilaciĂłnâ derivan de la palabra hebrea yovel. SegĂşn Shemuel P. Gelbarer,[5] se le da ese nombre porque en la antigĂźedad se utilizaba un corno de carnero para âconducirâ, en hebreo lehovil, los rebaĂąos.
Las mismas leyes que aplican sobre el aùo shemitå, tambiÊn aplican sobre el aùo yovel.
La TorĂĄ nos enseĂąa que hay siete cosas que deben suceder en el aĂąo de jubileo:
HabrĂĄ libertad para todos los habitantes de la tierra, v. 10.
SerĂĄ un aĂąo de jubileo, con toques del shofar, v. 10.
Cada uno volverĂĄ a la posesiĂłn original de la tierra, segĂşn el reparto que se hizo en el tiempo de YehoshĂşa, v. 10.
Cada uno volverĂĄ a su familia, v. 10. Se refiere al siervo hebreo que tiene la oreja perforada o uno cuyos seis aĂąos de servicio no hayan terminado desde que fue vendido como siervo. AsĂ que la expresiĂłn âpara siempreâ en Ăxodo 21:6 estĂĄ limitada con el aĂąo de jubileo. El aĂąo de jubileo es por tanto tambiĂŠn una seĂąal del siglo venidero.
No se puede sembrar, v. 11.
No se puede cosechar, v. 11.
El aĂąo serĂĄ santo, v. 12.
Segunda aliyĂĄ, 25:14-18
25:14 âAsimismo, si vendĂŠis algo a vuestro prĂłjimo, o comprĂĄis algo de la mano de vuestro prĂłjimo, no os hagĂĄis mal uno a otro.â (LBLA) â El no hacer mal uno a otro se refiere aquĂ a asuntos monetarios. Si un vendedor pide un precio muy alto de un producto a un comprador que no conoce el valor del producto, estĂĄ engaùåndole. Si cobra de mĂĄs con intenciĂłn, transgrede este mandamiento de no hacer mal uno a otro. De la misma manera, si un comprador intenta adquirir un producto valioso por un precio bajo si el vendedor no conoce su verdadero valor, tambiĂŠn transgrede este mandamiento.
25:15 âConforme al nĂşmero de aĂąos despuĂŠs del jubileo, comprarĂĄs de tu prĂłjimo, y ĂŠl te venderĂĄ conforme al nĂşmero de aĂąos de cosecha.â (LBLA)Â â La tierra no se vende, sĂłlo las cosechas, porque la tierra de Israel es de HaShem, como estĂĄ escrito en JeremĂas 2:7:
âYo os traje a una tierra fĂŠrtil, para que comierais de su fruto y de sus delicias; pero vinisteis y contaminasteis mi tierra, y de mi heredad hicisteis abominaciĂłn.â (LBLA revisada)
25:17 âAsĂ que no os hagĂĄis mal uno a otro, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy HaShem vuestro Dios.â (LBLA revisada)Â â SegĂşn RashĂ, el no hacer mal uno a otro se refiere, en este caso, a asuntos verbales.
El temor a Dios evita que uno haga mal a otro por dos razones. Primero, el que teme a Dios sabe que cada hombre ha sido creado a Su imagen y semejanza y merece ser respetado por ello, no importa como sea su conducta. Por el simple hecho de ser un ser humano, merece respeto y no estĂĄ permitido engaĂąar a nadie econĂłmicamente ni hostigarle verbalmente. El que engaĂąa u hostiga a un ser humano estĂĄ haciendo daĂąo a la imagen de Dios. AsĂ que el temor de Dios hace que tratemos al prĂłjimo con respeto y amor.
Segundo, el temor a Dios hace que una persona no pueda engaĂąar a otra persona en asuntos econĂłmicos o de palabras, porque sabe que HaShem lo ve todo. Ăl conoce los motivos y los pensamientos de nuestros corazones y si engaĂąamos a otros tendremos que dar cuenta delante de Ăl que todo lo ve, como estĂĄ escrito en Hebreos 4:13:
âY no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas estĂĄn al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.â (LBLA)
DaĂąos verbales pueden ser:
Dar la impresiĂłn al vendedor de querer comprar un producto cuando no hay una intenciĂłn de hacerlo.
Recordar a una persona sus pecados del pasado o los de sus padres.
 Decir al que estå sufriendo que lo estå haciendo por causa de sus pecados.
Contestar a una pregunta de manera grosera, falsa o engaĂąosa.
Usar apodos ofensivos.
25:18 âCumplirĂŠis, pues, mis estatutos y guardarĂŠis mis leyes, para ejecutarlos, para que habitĂŠis seguros en la tierra.â (LBLA)Â â Si se cumplen los mandamientos en la tierra de Israel, habrĂĄ seguridad. La inseguridad ciudadana y las amenazas de los pueblos extraĂąos dependen del pecado del pueblo. AsĂ que la mejor forma de combatir contra el terrorismo y los ataques de ejĂŠrcitos extranjeros es cumplir los mandamientos de la TorĂĄ. El problema en Israel hoy en dĂa no es el odio de los vecinos, sino la falta de obediencia a la TorĂĄ entre los judĂos, como estĂĄ escrito en el Salmo 81:13-16:
âÂĄOh, si mi pueblo me oyera, si Israel anduviera en mis caminos! En un momento yo subyugarĂa a sus enemigos y volverĂa mi mano contra sus adversarios. Los que aborrecen a HaShem le fingirĂan obediencia, y el tiempo de su castigo serĂa para siempre. Pero yo te alimentarĂa con lo mejor del trigo, y con miel de la peĂąa te saciarĂa.â (LBLA revisada)
Tercera aliyĂĄ, 25:19-24
25:19 âEntonces la tierra darĂĄ su fruto, comerĂŠis hasta que os saciĂŠis y habitarĂŠis en ella con seguridad.â (LBLA) â En este versĂculo vemos que hay dos resultados de la obediencia a los mandamientos: satisfacciĂłn material y protecciĂłn sobrenatural. Cuando el pueblo de Israel no guardĂł los mandamientos acerca de los aĂąos de shemitĂĄÂ y de yovel, vino la invasiĂłn y la deportaciĂłn babilĂłnica.
25:20 âPero si decĂs: ‘ÂżQuĂŠ vamos a comer el sĂŠptimo aĂąo si no sembramos ni recogemos nuestras cosechas?’â (LBLA) â Esta es la pregunta que surge no de una mente espiritual sino natural. ÂżQuĂŠ vamos a comer? SegĂşn las circunstancias naturales habrĂĄ escasez. HaShem ha ordenado no sembrar ni guardar las cosechas en casa durante el sĂŠptimo aĂąo para que el pueblo aprenda a poner su confianza en Ăl y no en los recursos naturales. El MesĂas YeshĂşa estĂĄ dando una enseĂąanza sobre este mismo tema en Mateo 6:19-34 donde estĂĄ escrito:
âNo os acumulĂŠis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde estĂŠ tu tesoro, allĂ estarĂĄ tambiĂŠn tu corazĂłn. La lĂĄmpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo es bueno (para ser generoso), todo tu cuerpo estarĂĄ lleno de luz. Pero si tu ojo es malo (para ser mezquino), todo tu cuerpo estarĂĄ lleno de oscuridad. AsĂ que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ÂĄcuĂĄn grande serĂĄ la oscuridad! Nadie puede servir a dos seĂąores; porque o aborrecerĂĄ a uno y amarĂĄ al otro, o se apegarĂĄ a uno y despreciarĂĄ al otro. No podĂŠis servir a Dios y a las riquezas. Por eso os digo, no os preocupĂŠis por vuestra vida, quĂŠ comerĂŠis o quĂŠ beberĂŠis; ni por vuestro cuerpo, quĂŠ vestirĂŠis. ÂżNo es la vida mĂĄs que el alimento y el cuerpo mĂĄs que la ropa? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ÂżNo sois vosotros de mucho mĂĄs valor que ellas? ÂżY quiĂŠn de vosotros, por ansioso que estĂŠ, puede aĂąadir una hora al curso de su vida? Y por la ropa, Âżpor quĂŠ os preocupĂĄis? Observad cĂłmo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan; pero os digo que ni ShelomĂł en toda su gloria se vistiĂł como uno de ĂŠstos. Y si Dios viste asĂ la hierba del campo, que hoy es y maĂąana es echada al horno, Âżno harĂĄ mucho mĂĄs por vosotros, hombres de poca fe? Por tanto, no os preocupĂŠis, diciendo: “ÂżQuĂŠ comeremos?” o “ÂżquĂŠ beberemos?” o “Âżcon quĂŠ nos vestiremos?” Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitĂĄis de todas estas cosas. Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serĂĄn aĂąadidas. Por tanto, no os preocupĂŠis por el dĂa de maĂąana; porque el dĂa de maĂąana se cuidarĂĄ de sĂ mismo. BĂĄstele a cada dĂa sus propios problemas.â (LBLA revisada)
El que pone su confianza en su Padre celestial no hace la pregunta âÂżQuĂŠ comeremos?â porque sabe que si HaShem ha ordenado algo, Ăl se harĂĄ responsable para cuidar de sus hijos que le obedecen.
25:21 âyo entonces os enviarĂŠ mi bendiciĂłn en el sexto aĂąo, de modo que producirĂĄ fruto para tres aĂąos.â (LBLA) â Cuando el agricultor toma la decisiĂłn por fe de no trabajar en el aĂąo shemitĂĄ, HaShem enviarĂĄ la bendiciĂłn de antemano, en el sexto aĂąo, para que dure durante tres aĂąos. Si el agricultor tiene en su mente trabajar durante el sĂŠptimo aĂąo, HaShem no enviarĂĄ la bendiciĂłn en el sexto aĂąo. Vemos aquĂ que el milagro del sexto aĂąo depende de la actitud del agricultor, de sus pensamientos, de su fe. El no trabajar el sĂŠptimo aĂąo es un asunto de fe y confianza en la providencia divina. Este mandamiento es una prueba para los hijos de Israel para ver si confĂan en HaShem o no para su sostenimiento econĂłmico.
Por causa de las diferentes interpretaciones que hay entre los rabinos talmĂşdicos,[6]Â no sabemos bien:
si el aùo de jubileo cae en el aùo siguiente al shemitå cada 49 aùos, de modo que el ciclo del aùo de jubileo sea de 49 aùos.
 si hay una ruptura en el cĂłmputo de las semanas de aĂąos, despuĂŠs de 49 aĂąos, para que al aĂąo de jubileo venga como un parĂŠntesis en el aĂąo 50. El aĂąo 51 serĂa entonces el primer aĂąo de la siguiente semana de aĂąos, de manera que el ciclo del aĂąo de jubileo sea de 50 aĂąos.
SegĂşn el libro de Daniel parece que no hay una ruptura en las semanas de aĂąos para dejar lugar a un supuesto aĂąo de jubileo, jfr. Daniel 9:24-27.
No hay ninguna evidencia en las Escrituras de que se haya celebrado el aĂąo yovel alguna vez en la historia de Israel. Sin embargo, hay una referencia en el Talmud[7] que dice que âIsrael contaba 17 jubileos desde el tiempo cuando entraron en la tierra hasta el tiempo cuando salieronâ. No obstante, contar no es lo mismo que celebrar. ÂżCuĂĄntos de esos 17 jubileos fueron verdaderamente guardados? Si las 12 tribus no estĂĄn en la tierra no se puede celebrar el aĂąo de jubileo, porque estĂĄ escrito que âtodos los habitantes de la tierraâ y âcada uno de vosotrosâ tendrĂĄ que volver a su posesiĂłn, cf. vv. 10, 13. AsĂ que, desde el tiempo de la deportaciĂłn de las dos tribus y media, ha sido imposible cumplir este mandamiento. Cuando venga MashĂaj, ĂŠl harĂĄ que se cumpla este mandamiento correctamente con la restauraciĂłn de las 12 tribus de Israel en su tierra.
En Lucas 4:16-21 estĂĄ escrito:
âLlegĂł a Natseret, donde se habĂa criado, y segĂşn su costumbre, entrĂł en la sinagoga el shabat, y se levantĂł a leer. Le dieron el libro del profeta Yeshayahu, y abriendo el libro, hallĂł el lugar donde estaba escrito: EL ESPĂRITU DEL SEĂOR ESTĂ SOBRE MĂ, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR LAS BUENAS NUEVAS A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS, Y LA RECUPERACIĂN DE LA VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS; PARA PROCLAMAR EL AĂO FAVORABLE DEL SEĂOR. Cerrando el libro, lo devolviĂł al asistente y se sentĂł; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en ĂŠl. Y comenzĂł a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura que habĂŠis oĂdo.â (LBLA revisada)
En el tiempo del segundo templo se seguĂa una lectura trianual de la TorĂĄ de MoshĂŠ en las sinagogas en la tierra de Israel. Es decir durante tres aĂąos, de shabat en shabat, pasaron por la lectura de toda la TorĂĄ de MoshĂŠ. DespuĂŠs de la lectura de la porciĂłn semanal de la TorĂĄ, tambiĂŠn leĂan de los Profetas, la haftarĂĄ, cf. Hechos 13:15. La lectura de los Profetas fue introducida en las sinagogas durante los tiempos de persecuciĂłn cuando estaba prohibido leer de la TorĂĄ de MoshĂŠ. Por eso, el texto de la haftarĂĄÂ se asemeja al tema que se encuentra en la lectura semanal de la TorĂĄ. De esa manera, durante el tiempo de la prohibiciĂłn de la TorĂĄ, podĂan leer de los Profetas en las sinagogas y tratar el mismo tema que la TorĂĄ hubiera tratado durante esa semana, sin tener que leer de la misma TorĂĄ. Luego, cuando ya no estaba prohibida la lectura de la TorĂĄ, se mantenĂa la costumbre de la lectura de los Profetas que se colocaba despuĂŠs de la lectura semanal de la TorĂĄ.
Cuando YeshĂşa estaba participando del servicio de TorĂĄ en su sinagoga, le llamaron para leer la haftarĂĄÂ correspondiente a esa semana. Antes habĂa habido varias lecturas del texto semanal de la TorĂĄ de MoshĂŠ y ahora le tocaba terminar con la Ăşltima lectura del dĂa, del profeta Yeshayahu. Conforme a la costumbre del ciclo trianual, YeshĂşa leyĂł el texto de la haftarĂĄÂ que correspondĂa a esa semana. El texto de IsaĂas 61:1-2 fue leĂdo en el tercer aĂąo de lecturas, en el Ăşltimo shabat del mes de jeshvĂĄn, el octavo mes, alrededor de noviembre segĂşn el anuario romano.
La expresiĂłn âel aĂąo favorable de HaShemâ puede ser una referencia al aĂąo de shemitĂĄÂ o de yovel. Antes de la lectura de IsaĂas, aquel shabat, se habĂa leĂdo el texto de la TorĂĄ desde Deuteronomio 15:7 â 16:17, segĂşn el ciclo trianual. En ese texto se habla de la ayuda a los pobres, del aĂąo shemitĂĄÂ y de las tres fiestas anuales.
La pregunta surge si YeshĂşa estaba ministrando en pĂşblico en relaciĂłn con un aĂąo de shemitĂĄ. Su ministerio consistĂa en traer de vuelta las ovejas perdidas de la casa de Israel y esto estĂĄ relacionado con los aĂąos de shemitĂĄÂ y de yovel, cf. Mateo 15:24.
25:22 âCuando estĂŠis sembrando en el octavo aĂąo, todavĂa podrĂŠis comer cosas de la cosecha anterior, comiendo de ellas hasta el noveno aĂąo cuando venga la cosecha.â (LBLA) â Este texto puede ser interpretado de dos maneras. Parece que estĂĄ diciendo que la siembra que se hace en un aĂąo, en este caso el octavo, es luego cosechada en el aĂąo siguiente, el noveno. Esto no puede ser si el aĂąo nuevo cae en el dĂa uno de tishrĂ, el sĂŠptimo mes, porque la siembra no se hace antes de tishrĂ, porque entonces es el tiempo de la recolecciĂłn de los frutos de los ĂĄrboles. La ĂŠpoca normal de siembra duraba desde tishrĂ hasta tevet, el mes sĂŠptimo hasta el mes dĂŠcimo. A veces tambiĂŠn se sembraba en el decimoprimer mes, llamado shevat. Por lo tanto, si este texto dice que la siembra que se hace en un aĂąo es cosechada en el aĂąo siguiente ÂżcĂłmo cuadrarĂa si el aĂąo empieza el primer dĂa de tishrĂ? En NisĂĄn tiene que estar lista la primera cosecha del aĂąo, la de la cebada y esa cosecha depende de la siembra que se hizo durante el final del aĂąo anterior.
La otra interpretaciĂłn es que no se estĂĄ hablando de la cosecha en el noveno aĂąo de lo que se sembrĂł en el octavo aĂąo, sino simplemente de la cosecha que va a venir en el noveno aĂąo como resultado de la siembra que anteriormente se habĂa hecho en el noveno aĂąo agrĂcola. Lo que estĂĄ diciendo es que la bendiciĂłn del sexto aĂąo durarĂĄ incluso hasta el tiempo de la cosecha del noveno aĂąo.
25:23 âAdemĂĄs, la tierra no se venderĂĄ en forma permanente, pues la tierra es mĂa; porque vosotros sois forasteros y peregrinos conmigo.â (LBLA)Â â La tierra de Israel no pertenece a los hombres, sino a HaShem. Ăl ha decidido arrendar su tierra a los hijos de Israel, y en cada aĂąo sabĂĄtico y en cada aĂąo de jubileo hay un reconocimiento de este hecho. Israel tiene el derecho de la tierra mientras cumple los mandamientos. Pero si practica la idolatrĂa perderĂĄ el derecho de vivir en la tierra del Santo, como estĂĄ escrito en 2 CrĂłnicas 7:19-20:
âPero si vosotros os apartĂĄis y abandonĂĄis mis estatutos y mis mandamientos que he puesto delante de vosotros, y vais y servĂs a otros dioses y los adorĂĄis, yo os arrancarĂŠ de mi tierra que os he dado, y echarĂŠ de mi presencia esta casa que he consagrado a mi nombre, y la convertirĂŠ en refrĂĄn y escarnio entre todos los pueblos.â (LBLA)
Esta palabra ya se cumpliĂł.
En Ezequiel 36:1-15 estĂĄ escrito:
âY tĂş, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: “Montes de Israel, oĂd la palabra de HaShem. “AsĂ dice el SeĂąor HaShem: ‘Por cuanto el enemigo ha dicho contra vosotros: “ÂĄAjĂĄ!” y: “Las alturas eternas han pasado a ser posesiĂłn nuestra,” por tanto, profetiza y di: “AsĂ dice el SeĂąor HaShem: ‘Porque os han asolado y aplastado por todos lados, para que fuerais posesiĂłn de las demĂĄs naciones, os han hecho el blanco de la habladurĂa y de la calumnia del pueblo.'”‘ “Por tanto, montes de Israel, oĂd la palabra del SeĂąor HaShem. AsĂ dice el SeĂąor HaShem a los montes y a los collados, a las barrancas y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas, que han venido a ser presa y escarnio de las demĂĄs naciones alrededor; por eso, asĂ dice el SeĂąor HaShem: ‘Ciertamente en el fuego de mi celo he hablado contra las demĂĄs naciones y contra todo Edom, que se han apropiado para sĂ de mi tierra como posesiĂłn, con alegrĂa, de todo corazĂłn y con desprecio de alma, para dejarla como presa.’ “Por tanto, profetiza acerca de la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, a las barrancas y a los valles: ‘AsĂ dice el SeĂąor HaShem: “He aquĂ, yo he hablado en mi celo y en mi furor porque habĂŠis soportado los insultos de las naciones.â (LBLA revisada) ‘Por lo cual, asĂ dice el SeĂąor HaShem: “Yo he jurado que las naciones que os rodean, ellas mismas soportarĂĄn sus insultos. “Pero vosotros, montes de Israel, echarĂŠis vuestras ramas y producirĂŠis vuestro fruto para mi pueblo Israel; porque pronto vendrĂĄn. “Pues, he aquĂ, estoy por vosotros y me volverĂŠ a vosotros, y serĂŠis labrados y sembrados. “MultiplicarĂŠ hombres en vosotros, toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serĂĄn habitadas, y las ruinas reedificadas. “MultiplicarĂŠ en vosotros hombres y animales, y se multiplicarĂĄn y serĂĄn fecundos. HarĂŠ que seĂĄis habitados como lo fuisteis anteriormente y os tratarĂŠ mejor que al principio; y sabrĂŠis que yo soy HaShem. “SĂ, harĂŠ andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel. Ellos tomarĂĄn posesiĂłn de ti, y serĂĄs su heredad, y nunca mĂĄs les privarĂĄs de sus hijos.â (LBLA revisada) ‘AsĂ dice el SeĂąor HaShem: “Porque os dicen: ‘Eres devoradora de hombres y has privado de hijos a tu naciĂłn’, por tanto, ya no devorarĂĄs hombres y ya no privarĂĄs de hijos a tu naciĂłn”–declara el SeĂąor HaShem. ‘Y nunca mĂĄs te harĂŠ oĂr el ultraje de las naciones, ni soportarĂĄs mĂĄs los insultos de los pueblos, ni harĂĄs que tu naciĂłn tropiece mĂĄs’–declara el SeĂąor HaShem.ââ (LBLA revisada)
Esta profecĂa se estĂĄ cumpliendo ante nuestros ojos con la vuelta de los judĂos de todo el mundo y la reconstrucciĂłn del paĂs. Pero una parte de esta profecĂa no se ha cumplido todavĂa porque todavĂa se oyen muchos insultos de los gentiles.
NingĂşn hombre es el verdadero dueĂąo de la tierra de Israel y nadie tiene el derecho de entregarla a otras naciones, ni dividirla entre judĂos y ĂĄrabes-palestinos. Por haber dividido la tierra de Israel vendrĂĄ el juicio de HaShem sobre las naciones como estĂĄ escrito en Joel 3:1-2:
âPorque he aquĂ que en aquellos dĂas y en aquel tiempo, cuando yo restaure el bienestar de YehudĂĄ y Yerushalayim, reunirĂŠ a todas las naciones, y las harĂŠ bajar al valle de Yehoshafat. Y allĂ entrarĂŠ en juicio con ellas a favor de mi pueblo y mi heredad, Israel, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra.â (LBLA revisada)
En el Salmo 10:16 estĂĄ escrito:
âHaShem es Rey eternamente y para siempre; las naciones han perecido de su tierra.â (LBLA revisada)
Cuarta aliyĂĄ, 25:25-28
25:25 âSi uno de tus hermanos llega a ser tan pobre que tiene que vender parte de su posesiĂłn, su pariente mĂĄs cercano vendrĂĄ y redimirĂĄ lo que su hermano haya vendido.â (LBLA)Â â Esto nos enseĂąa que la pobreza es la Ăşnica razĂłn vĂĄlida para poder vender parte del patrimonio en la tierra de Israel, heredado de los padres. Antiguamente un terreno pudo ser redimido, recuperado, por el dueĂąo original o por alguno de sus familiares cercanos sin que el comprador pudiera oponerse. Este es el caso de la familia de NaomĂ cuya historia es narrada en el libro de Rut, cf. Rut 2:20; 3:12-13; 4:1-6.
Quinta aliyĂĄ, 25:29-38
25:29 âSi un hombre vende una casa de vivienda en una ciudad amurallada, su derecho a redimirla es vĂĄlido hasta que se cumpla un aĂąo de su venta; su derecho de redenciĂłn dura todo un aĂąo.â (LBLA) â AquĂ se refiere a una ciudad que estaba amurallada en el tiempo de la conquista bajo YehoshĂşa, no a una ciudad que fue amurallada despuĂŠs. Esta aliyĂĄÂ habla de la venta de diferentes tipos de propiedad y su derecho de redenciĂłn.
Tipo de propiedad vendida
Tiempo mĂnimo para recuperarla
Tiempo mĂĄximo para recuperarla
Devolución al dueùo original en el aùo yovel
Casa en una ciudad amurallada
Inmediatamente
Un aĂąo despuĂŠs de la venta
No
Casa en una ciudad abierta
Inmediatamente
Indefinido
SĂ
Campo
Dos aĂąos productivos despuĂŠs de la venta
Indefinido
SĂ
Casa o campo en una ciudad de levitas
Inmediatamente
Indefinido
SĂ
25:35 âEn caso de que un hermano tuyo empobrezca y sus medios para contigo decaigan, tĂş lo sustentarĂĄs ya sea un forastero o peregrino, para que viva contigo.â (LBLA) â En este versĂculo encontramos tres palabras diferentes: âhermanoâ, en hebreo aj, âforasteroâ, en hebreo guer[8] y âperegrinoâ, en hebreo toshav[9]. En este caso el guer se refiere a un prosĂŠlito, un converso completo, un gentil convertido a la fe de Israel y, por lo tanto, es considerado como un judĂo plenamente, con todas las obligaciones y derechos implicados. El toshav es un gentil que vive en la tierra de Israel y que no ha hecho la conversiĂłn. El judĂo tiene la obligaciĂłn de ayudar con prĂŠstamos o donativos tanto a su hermano judĂo como el converso como al que reside en su tierra, si estĂĄn en necesidad de apoyo econĂłmico para no quebrar.
Hay ocho niveles de caridad, en hebreo tsedakå:
Cuando se da con mala gana. Este es el nivel mĂĄs bajo.
Cuando se da menos de lo que se puede, pero con alegrĂa.
Cuando se da directamente al pobre que lo solicita.
Cuando se da directamente al pobre sin que lo solicite.
 Cuando se da indirectamente, de modo que el dador no conoce al beneficiario, pero el beneficiario conoce al dador.
Cuando se da indirectamente, de modo que el dador conoce al beneficiario, pero el beneficiario no conoce al dador.
Cuando se da indirectamente, de modo que el dador y el beneficiario no se conocen, mediante la contribuciĂłn a un fondo de ayuda social administrado por personas responsables.
Cuando el dador mantiene una persona antes de que empobrezca, dĂĄndole una ayuda importante de manera digna, con un prĂŠstamo, asesoramiento o educaciĂłn para poder encontrar empleo o establecer una empresa para que no dependa de la ayuda de otros.
25:36-37 âNo tomes interĂŠs y usura de ĂŠl, mas teme a tu Dios, para que tu hermano viva contigo. No le darĂĄs tu dinero a interĂŠs, ni tus vĂveres a ganancia.â (LBLA revisada)Â â EstĂĄ prohibido dar dinero o alimentos a interĂŠs a un hermano excepto cuando el hermano tome algo prestado para hacer negocios con ĂŠl y sacar beneficio de ĂŠl. En tal caso no se trata de una ayuda social, sino de inversiones financieras, para las cuales este mandamiento no aplica.
Sexta aliyĂĄ, 25:39-46
25:39 âY si un hermano tuyo llega a ser tan pobre para contigo que se vende a ti, no lo someterĂĄs a trabajo de esclavo.â (LBLA) â EstĂĄ prohibido humillar a un hermano israelita pobre especialmente si se ha vendido como esclavo. En este caso no puede ser tratado como un esclavo, sino como si fuera un obrero contratado. La halajĂĄ[10] establece que el amo de un siervo hebreo estĂĄ obligado a tratarle igual o mejor que a sĂ mismo. Si hay solamente una cama, el dueĂąo estĂĄ obligado a dormir en el suelo y dejar que el siervo duerma en la cama.
25:40 âEstarĂĄ contigo como jornalero, como si fuera un peregrino; ĂŠl servirĂĄ contigo hasta el aĂąo de jubileo.â (LBLA)Â â Todos los siervos hebreos salen libres en el aĂąo de jubileo. Los siervos de las demĂĄs naciones no salen libres en el aĂąo de jubileo, sino son propiedad permanente de los hebreos, tanto ellos como sus hijos, cf. vv. 44-46.
25:41 âEntonces saldrĂĄ libre de ti, ĂŠl y sus hijos con ĂŠl, y volverĂĄ a su familia, para que pueda regresar a la propiedad de sus padres.â (LBLA)Â â El amo de un siervo hebreo estĂĄ obligado a mantener tambiĂŠn la familia del siervo.
25:42 âPorque ellos son mis siervos, los cuales saquĂŠ de la tierra de Egipto; no serĂĄn vendidos en venta de esclavos.â (LBLA)Â â Como los hijos de Israel son los siervos de HaShem, no podrĂĄn ser tratados como esclavos, como cuando estaban en Egipto. AdemĂĄs, el pacto de pertenencia a HaShem va por encima de cualquier contrato de esclavitud que pueda tener un hebreo. Ser vendido en venta de esclavos implicarĂa ser anunciado como un objeto o un animal en un mercado pĂşblico.
SĂŠptima aliyĂĄ, 25:47 â 26:2
25:47-48 âSi aumentan los bienes del forastero o del peregrino que estĂĄ contigo, y si empobrece tu hermano que estĂĄ con ĂŠl, y se vende al forastero que mora contigo, o se vende a los descendientes de la familia de un forastero, ĂŠl tendrĂĄ derecho de redenciĂłn despuĂŠs de ser vendido; uno de sus hermanos podrĂĄ redimirloâ (LBLA) â Este texto nos enseĂąa que cuando el primer hombre cayĂł en desgracia y se vendiĂł a la serpiente antigua junto con todos sus hijos, uno hermano suyo podrĂa redimirlo. Pero ÂżquiĂŠn es el hermano del hombre que podrĂĄ redimirlo de la esclavitud del pecado y de la muerte si no hay nadie que no haya sido vendido?
En el Salmo 49:7-9 estĂĄ escrito:
âNadie puede en manera alguna redimir a su hermano, ni dar a Dios rescate por ĂŠl, porque la redenciĂłn de su alma es muy costosa, y debe abandonar el intento para siempre, para que viva eternamente, para que no vea corrupciĂłn.â (LBLA revisada)
En Job 19:25-26 estĂĄ escrito:
âYo sĂŠ que mi Redentor vive, y al final se levantarĂĄ sobre el polvo. Y despuĂŠs de deshecha mi piel, aun en mi carne verĂŠ a Dios.â (LBLA)
ÂżQuiĂŠn es el hermano que puede redimir al hombre del pecado y de la muerte? SĂłlo hay uno que no tuvo pecado y que ha muerto y luego ha sido resucitado. Y por lo tanto podrĂĄ redimir a todo hombre para que viva para siempre. Su nombre es YeshĂşa.
En Hebreos 2:11-15 estĂĄ escrito:
âPorque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de Uno; por lo cual no se avergĂźenza de llamarlos hermanos, diciendo: ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CONGREGACIĂN TE CANTARE HIMNOS. Y otra vez: YO EN ĂL CONFIARE. Y otra vez: HE AQUĂ, YO Y LOS HIJOS QUE DIOS ME HA DADO. AsĂ que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, ĂŠl igualmente participĂł tambiĂŠn de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenĂa el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida.â (LBLA)
El hermano nuestro nos ha redimido de la muerte y su esclavitud. ÂĄBendito sea el Nombre del Eterno!
26:1  âNo os harĂŠis Ădolos, ni os levantarĂŠis imagen tallada ni pilares, ni pondrĂŠis en vuestra tierra piedra grabada para inclinaros sobre ella; porque yo soy HaShem vuestro Dios.â (LBLA revisada) â La palabra hebrea que ha sido traducida como âgrabadaâ es maskit.[11] SegĂşn RashĂ, esta palabra implica âcubrirâ, lo mismo que en Ăxodo 33:22. Entonces la prohibiciĂłn serĂĄ contra hacer mosaicos de piedras que cubren el suelo para inclinarse sobre ellos. Esta prĂĄctica fue comĂşn en la antigĂźedad en los templos paganos, donde se inclinaban sobre suelos de piedra de mosaico con diseĂąos idolĂĄtricos. Por lo tanto, los rabinos enseĂąan que, para que el israelita no sea semejante a un idĂłlatra, no puede inclinarse, ni siquiera ante HaShem, sobre un suelo de piedra, excepto en el templo. Cuando el pueblo judĂo se inclina ante HaShem en yom kipur es costumbre poner una alfombra o algo semejante para no postrarse directamente sobre el suelo de la sinagoga, aunque no sea de piedra.
En esta parashå se encuentran los mandamientos 326 hasta 349 de los 613:
ProhibiciĂłn de trabajar la tierra el sĂŠptimo aĂąo, LevĂtico 25:4.
ProhibiciĂłn de realizar labor en los ĂĄrboles durante el sĂŠptimo aĂąo, LevĂtico 25:4.
ProhibiciĂłn de cosechar lo que crece espontĂĄneamente en el sĂŠptimo aĂąo, LevĂtico 25:5.
ProhibiciĂłn de recolectar los frutos de los ĂĄrboles en el sĂŠptimo aĂąo del modo en que son recolectados todos los demĂĄs aĂąos, LevĂtico 25:5.
Precepto de contar siete veces siete aĂąos, LevĂtico 25:8.
Precepto de hacer sonar el Shofar el 10 de tishrĂ en el aĂąo del Jubileo, LevĂtico 25:9-10.
Precepto de consagrar el aĂąo del Jubileo, LevĂtico 25:10.
ProhibiciĂłn de trabajar la tierra en el aĂąo del Jubileo, LevĂtico 25:11.
ProhibiciĂłn de cosechar el fruto de la tierra que crece espontĂĄneamente en el aĂąo del Jubileo, LevĂtico 25:5.
ProhibiciĂłn de cortar frutos de los ĂĄrboles en el aĂąo del Jubileo del modo en que se los corta los demĂĄs aĂąos, LevĂtico 25:5.
Precepto de hacer justicia entre un vendedor y un comprador, LevĂtico 25:14.
ProhibiciĂłn de estafar cuando alguien compra o vende, LevĂtico 25:14.
ProhibiciĂłn de humillar a un israelita con palabras, LevĂtico 25:17.
ProhibiciĂłn de vender para siempre un pedazo de tierra en la tierra de Israel, LevĂtico 25:23.
Precepto de regresar la tierra a su dueĂąo original en el aĂąo del Jubileo, LevĂtico 25:24.
Precepto de redimir una propiedad de herencia de una ciudad amurallada en el transcurso de un aĂąo, LevĂtico 25:29.
ProhibiciĂłn de transformar el estado del terreno de las ciudades de los levitas, LevĂtico 25:34.
ProhibiciĂłn de prestar dinero con interĂŠs, LevĂtico 25:37.
ProhibiciĂłn de que un siervo israelita haga el mismo tipo de trabajo que un esclavo gentil, LevĂtico 25:39.
ProhibiciĂłn de vender a un siervo israelita en un lugar donde se venden esclavos, LevĂtico 25:42.
ProhibiciĂłn de hacer trabajar a un siervo israelita con trabajo quebrantador, LevĂtico 25:43.
Precepto de mantener a un esclavo gentil permanentemente, LevĂtico 25:46.
ProhibiciĂłn de dejar que un gentil haga trabajar a un siervo israelita con trabajo quebrantador, LevĂtico 25:53.
ProhibiciĂłn de postrarse sobre recubrimiento de piedra, LevĂtico 26:1.
[1]Â Â Â Â Â Â Â ShemitĂĄÂ 10.
[2]Â Â Â Â Â Â Â El Midrash dice â VayikrĂĄ, por R. MoshĂŠ Weissman, pĂĄgina 321.
[3]Â Â Â Â Â Â Â Rosh HaShanĂĄ 8b.
[4]       Strong H3104 yoĚbeĚl  yoĚbeĚl, yo-bale’, yo-bale’, Apparently from H2986; the blast of a horn (from its continuous sound); specifically the signal of the silver trumpets; hence the instrument itself and the festival thus introduced: – jubile, ramâs horn, trumpet.
Strong H2986 yaĚbal, yaw-bal’, A primitive root; properly to flow; causatively to bring (especially with pomp): – bring (forth), carry, lead (forth).
[5]       LifshutĂł shel RashĂ, editorial Mif´al RashĂ, Yerushalayim 1990.
[6]Â Â Â Â Â Â Â Nedarim 61a; Arajim 12b.
[7]Â Â Â Â Â Â Â Arajim 12b.
[8]       Strong H1616 geĚr  geĚyr, gare, gare, From H1481; properly a guest; by implication a foreigner: – alien, sojourner, stranger.
[9]       Strong H8453 toĚshaĚb  toĚshaĚb, to-shawb’, to-shawb’, (The second form used in Kings Num 17:1); from H3427; a dweller (but not outlandish, H5237); especially (as distinguished from a native citizen (active participle of H3427) and a temporary inmate, H1616, or mere lodger, H3885) resident alien: – foreigner-inhabitant, sojourner, stranger.
[10]Â Â Â Â Â Tosefta Kidushin 20.
[11]     Strong H4906 masĂŹkiĚyth, mas-keeth’, From the same as H7906; a figure (carved on stone, the wall, or any object); figuratively imagination: –  conceit, image (-ry), picture, X wish.
Â
Shema Israel Communities, is a network of Communities (synagogues) of messianic conviction, established in several in some States of the USA, and in some cities of some countries such as USA, Mexico, Guatemala, Costa Rica, Colombia , Brazil, and in Spain, in the city of Malaga; The Shema Israel Synagogues are established with a vision to house the Bney Anusim and those who identify with Israel and the Jewish People. Each community is deeply identified with the Jewish Messiah Yeshua haMashiach and the Apostolic Writings; A network of congregations observing the Torah, the Feasts of the Eternal and of course the Shabath and the Kasherut.